viernes, 29 de julio de 2016

LA BALA QUE CHOCÓ CON UN TEJEDA; ¡POBRECITA!

Por Henry Osvaldo Tejeda

Lo que van a leer aquí, ha sido escrito con la única intención de  fuñir la paciencia, y si usted no se quiere aburrir mejor no lo lea, porque nadie lo está obligando.

es ya de todos conocido, que mi querido primo Asdrovel Tejeda fue herido por una bala perdida que se le alojó en el vientre, siendo operado de emergencia y luego de un par de días en un hospital de lawrence, Masachusetts, fue despachado. 

No diré por qué lo despacharon tan rápido, pero les adelanto algo, si a ese primo mío le pasa por el lado una escoba vestida de mujer, se le sube....bueno, ya él está que solo se le sube la fiebre por estar herido, no más de ahí.

Asdrovel contó lo sucedido, y luego de leer su relato a cualquiera le da "teriquitos" como dicen por estos lares (Esteriquitos, en Ocoa), porque estuvo a una mano de pintura de firmar con Los Carmelitas. Me tanto dio coraje la apatía de los ciudadanos de esa ciudad que, mientras el primo perdía sangre tirado en la acera, ellos tomaban fotos y no movían un dedo para ayudar.

Son personas que, por su educación y desarrollo mental, unopiensa que se diferencian de los demás seres de otros países del tercer mundo, pero qué va, son "pin pún" lease, igualitos) a cualquier insensible bestia humana de cualquier parte del mundo.

Pero como todo está volviendo a su normalidad, y la recuperación de la salud del primo marcha viento en  popa, empecemos con las jocosidades porque el ocoeño a todo lo tiene su sazón y a todas las calamidades les busca el lado jocoso, y más aún nosotros los Tejeda, pero sin dejar atrás a los Cocoticos ,¡hey, excúsenme, quise decir, los "Pimenteles, que son gente muy buena y trabajadoras, pero que para "relajaos", búsquenlos. 

Ahora vamos donde quería llegar.
El primo Asdrovel repartiendo amores
en el hospital
Si las balas de pistolas tuvieran raciocinio y pensaran como los humanos, hace rato que yo les hubiera enviado "mi más sentido pésame"a los familiares de la bala que de manera tan desafortunada decidió penetrar en la panza de mi primo Asdrovel. 

I aún más lejos, pues le hubiera hecho extensivo mi pésame a la familia de la canana y también a la de la misma pistola, porque ella fue quien abrió la recámara para que desde ahí saliera esa desdichada bala con rumbo al suicidio, porque meterse en la panza de un Tejeda, es suicidarse.

Nadie habla bien de la pobrecita bala, y a pesar de las molestias que sufrió mi primo Asdrovel cuando recibió esa nimiedad en su barriga, ha sido precisamente él el único que se ha referido a la desdichada bala, pero lo hizo con desdén, con menosprecio y hasta con sarcasmo porque el primo denigró a esa pobre bala al tildarla de "Balita", como si la pobrecita fuera un tiesto de mierda. "Para matar a un Tejeda, se necesita algo más que una balita del carajo como esa", eso creo haber entendido que dijo, y tiene razón.

Esa pobre bala no tuvo la culpa de suicidarse, ella solo cumplió el deseo de un hijo´e puta que la hizo salir a cortar el aire para que se perdiera, y bien que se perdió, al punto de tener tan mala idea de elegir la barriga de un Tejeda para alojarse, sin que haya visto ningún letrero que dijera que la barriga de Cuco estaba en alquiler, o que ahí hubiera algún Pokemon escondido. La bala no lo pensó dos veces, solo se metió ahí, y punto. 

Pues bien, fue muy mala la elección de "esa balita de mierda", irse a meter en la panza de un primo mío quien, además de ser de apellido Tejeda, acababa de darse una "jartura" etílica. 

Debo decir que, los que llevamos ese apellido, no nos "ajumamos" ni andamos dando shows por ahí, pero bebemos y hacemos de todo, aunque a veces eso nos ha traído consecuencias, como esa del primo Cuco de tener que soportar "una balita de mierda" en la barriga, como si fuera una lombricita propia. 

Si Asdrovel hubiera estado borracho, tal vez pudo haber dado unos cuantos traspiés al salir del bar, y la bala hubiera pasado de largo sin detenerse a hacerle las cosquillas que le hizo al primo.

Esa fue su desgracia, a la pobrecita bala no le valió el linaje, perdón, quise decir, el calibre de su familia (9 milímetros) porque lució como un "revolvito" de mito, y por lo que cuenta  Asdrovel, podría asegurar que un "tirapiedras", o "tirajala" hecho con un par de gomas "tirapeo" de las que vendía Manón Zucco en su ventorrillo, hubiera hecho un mejor trabajo que "esa balita de mierda".  .

En resumen, aunque me da mucha pena decirlo, esa bala deshonró familia de las balas asesinas de los malditos gorilas de los sangrientos 12 años de Balaguer, cuando  mataban a la juventud dominicana. 

De todas formas, vayan mis condolencias a la familia de esa que, por estar de bruta pasó a mejor vida (¿Mejor vida en esa barriga?, no lo creo), que murió en una fea agonía de malos olores.

Me imagino la agonía de esa bala en esa barriga, y creo que tan pronto entró en la panza del primo  se metió en pánico al sentirse al lado de los tantos tereques y féferes raros que habían en esa despensa de comida vieja digerida, donde ella fue a caer.

La imagino oliendo cerveza por un lado, además de otros olores que provenían de la zona del parqueo de los carritos que salen a la superficie por un túnel  muy estrecho y arrugado, al que los ocoeños le llamamos sieso. (Perdonnn la palabras, pero así es que le decimos allá)

Solo había laberintos en esa panza por lo que la bala, al no ver salida, decidió morirse estoicamente aguantando toda clase de malos olores entre los que se incluían, los de unos carritos que se habían retrasado en su viaje al exterior, y que estaban ahí todavía al parecer, por algún desperfecto o porque el parqueo estaba cerrado por problemas de congestionamiento...Bueno, parece que había un gran tapón allí, no es raro eso porque a los Tejeda, a veces nos coge con estreñirnos.

Con todo este embrollo, quedó demostrado que al primo Asdrovel, no lo mata ni una bala de las del vaquero de la tira cómica llamado Ricochet Rabbit, las mismas que persiguen a las víctimas por dondequiera que se metan.

Son unas balas tan inteligentes que, si una de ellas te persigue y en tu desesperación tu penetras a una casa, ella te toca la puerta decentemente como si fuera un visita, o te vocea que es el cartero, pero cuando le abres la puerta, ahí mismo te manda a firmar con los Orioles. 

Voy a dejar de esta barriga, no, no, perdón, quise decir, que dejaré la historia de esa triste e infeliz bala que, por estar de loca vieja, se metió en la barriga de un Tejeda y como era de esperarse, no vivió para contarlo.



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