domingo, 3 de julio de 2016

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: HERIDAS CONTUSAS Y EL INFORMADOR POLICÍACO

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

Decía en mi primera entrega de El Rincón del Ñame, que la gente usa palabras que en realidad no conoce. Otros las escuchan y le dan otro sentido, o peor aun, confunden sus significados.

Es lo que sucede con mi palabra de hoy (contusa),  que regularmente va acompañada de otras dos palabras como, golpe y herida.

Las palabras, heridas contusas o, golpes contusos, son los producidos por objetos duros como: palos, piedras, puños, u otros objetos con punta roma, que causan magulladuras, hematomas, "verdugones", como decía mi madre)

Aunque hoy día no es tan usada, de vez en cuando la veo en uno que otro relato de accidente u otro suceso donde los involucrados reciben golpes en distintas partes del cuerpo. 

"Heridas contusas", son palabras que yo escuchaba mucho en mi miñez, cuando el famoso y legendario Manuel Antonio Rodríguez (Rodriguito) narraba El Informador Policíaco, con su tan esperada comedia de "El Suceso de Hoy", realizada  por actores y actrices de la talla de María Cristina Camilo y Julio Cesar Matías (Pololo), y el propio Rodriguito.
Manuel Antonio Rodriguez-Rodriguito-


El Informador Policíaco, era el programa radial de noticias policiales más famoso de la radio dominicana en los años sesentas, se transmitía por La Voz Dominicana a las dos de la tarde. 

A ese programa sí que en verdad le cabía el famoso cliché: "un toque de queda". Era como la famosa revista Sucesos, pero representado por radio en vivo. Fue a Rodriguito a quien le escuché por primera vez la frase: "Directo al hígado"; la decía cuando hablaba de que alguien estaba ingiriendo "romo". Otra frase suya que se pegó fue "....Pero un día......" 

Estas últimas palabras las decía, cuando ya estaba casi al terminar la dramatización del suceso, y era que, entre los involucrados en la trama todo iba de maravillas pero cuando Rodriguito decía esas palabras, era que se desataba el Diablo entre los involucrados en el conflicto. Si eran mujeres de la vida alegre, él les llamaba: "maripositas noctámbulas".

Rodriguito leía los sucesos acaecidos el dia anterior a las dos de la tarde; eran episodios sangrientos en la mayoría de los casos.
En el capítulo final del programa, que era el más esperado, era cuando dramatizaban el suceso acontecido la víspera, o antes. Esos veteranos actores hacían dramatizaciones verdaderamente magistrales.

Cuando terminaba la representación, que casi siempre acababa con personas heridas o muertas; luego de decir la suerte que corrieron los protagonistas del suceso, Rodriguito decía la palabras que lo hiciera famoso: "...y la vida continúa su agitado curso". En ese momento se escuchaba el sonido de una sirena de ambulancia. Ese programa tuvo su inicio en el 1952, y duro casi 23 años de manera ininterrumpida. 

En el 1962, había tres programas que mantenían al pueblo pegado a la radio: "Tribuna Democrática" (PRD). Media hora de enseñanzas políticas del profesor Juan Bosch.  la novela, "Cazan el Cazador", y "El Informador Policíaco" Qué tiempos, carajo!

Retomo el tema central. 
Una vecina mía en San José de Ocoa de nombre Hosanna Zucco, que no se perdía El Informador Policíaco (regularmente se le decía solamente, El suceso, escuchó una de esas riñas en la que una mujer resulto con golpes severos. Hosanna escuchó de Rodriguito estas palabras, para concluir el suceso: 

"La señora Luisa Lara, por estar mediando en la riña de una vecina suya y de su esposo, lugar de donde no la llamaron, resulto con heridas contusas por las que fue internada de emergencia. Eso le pasó por estar metiéndose en pleitos de marido y mujer.
"Y así, la vida continúa con su agitado curso".

Hosanna, intrigada, llamó a Cacao su sobrino y mi mejor amigo de la infancia,  y le dijo: 
_Cacao, ven acá pa´que te mueras! 
Cacao, intrigado por las palabras de "Sana" (así le decía), le preguntó:
_ Pero Sana, y cuál es el bojote tan grande que has armado? ¿Y ese reperpero, a qué se debe?

_ Cacao, acabo de oir en el suceso de hoy, que a una tipa le dieron tan duro con una tusa, que hubo que llevarla de emergencia pa´l hospital.

_ Pero Sana, y qué de malo tiene eso' -Le dijo Cacao-
Cacao
_ Sí, yo sé que no tiene na´de malo, la vaina es que, ¡carajo!, yo no sabía que con una tusa se podía dar golpes tan duros.

Todavía en la noche cuando me estaba haciendo el cuento, estaba Cacao riéndose de las vainas de Hosanna. 
_ Teova, me dijo, tengo las tripas afuera de tanto reirme de esa tusa!


 

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