domingo, 30 de julio de 2017

Chácharas: Choque de sazón en Samuel Sosa; o Kunta Kinte, o Adolf Hitler

https://iliocapozzi.blogspot.com/2017/07/chacharas-choque-de-sazon-en-samuel.htmlPor Henry Osvaldo Tejeda

¡Miren a este pedazo de bofe presumiendo de filete, renegando de su negra anatomía!, ¿Será que se quiere hacer pasar como "militante" de la raza Aria? ¿Quién le habrá dicho a este rulo con ojo que, cambiando la piel de su prieta figura, será mejor visto por la sociedad, o que, con un color ficticio, tendrá mejor estatus social? ¡Ridículo! Otra cosa yo no se la criticaría, pero cambiar de color por el simple gusto de parecer caucásico? 

Señores, luchen por no dejarse morir para que sigan viendo vainas que guindando, parecen bolsas. Como vive en Miami, al menos, eso creo, no dude usted que un día amanezca este mutante anunciándole al mundo, que por vivir en una ciudad donde "na'e na", y "to'e to", ya él le cogió el gusto a la carne de cocote y que desde ese momento, se ha metido al "digno club de los pájaros cundangos de avanzada y reculadores. 

En Miami, el que no es cundango (Léase, maricón), está en el aula de las prácticas, o ya se inscribió en un equipo de los tantos que existen en la Gomorra del norte.

Miami, es una ciudad en la que las olas del mar por más crispadas que estén por un ciclón batatero son más pequeñas que las olas que hacen los grupos y clanes de maricones que allí conviven. Son grandes marejadas de perversidad que provocan esos pájaros, pájaras, "ciguas Madam Sagá", pájaros "chogüises"; "Viraos".

También, "reviraos", "Gustosos de la reversa" "amantes del baúl abierto", patas, gansas, locas, avionetas de callejones y de bares de mala muerte. En fin, bueno…¡ejem!...¡carajo, no se rían, porque esto no es un chiste, estamos hablando de gente que les gusta hacer de todo lo que le viene en ganas, pero a mi no me importan sus vagabunderías, lo que me enculilla es que lo hacen delante de niños. Todo hombre que le guste que otro le respire detrás del cocote, que se vaya donde nadie lo vea! 

Volviendo al "pichuete" de neumático que hoy nos ocupa, me da hasta risa verlo así, dizque de lo más  natural, sin rubor ni vergüenza de lo que puedan decir sus hermanos pasados de tono en la paila, y tan solo de pensar en las grandes "jarturas" de Donplin que se dio este "cacho'e negro" allá en el Ingenio Quisqueya, en San Pedro de Macorís donde nació, para venir ahora a querer parecerse a un alemán de raza aria. 

Eso es algo como para anatemizarlo y darle de baja de manera deshonrosa de las filas del viejo Kunta Kinte, y "aperrearlo" del país si un día se atreve a venir a mostrar esa levadura sin cocer, que hoy tiene por pellejo. ¡Buen racimo'e miao", Un tipo que antes tenía la naríz como el fuelle de un acordeón de "Priprí"
Kunta Kinte, un esclavo negro africano, de donde desciende
el hoy alemán Samuel Sosa

No me explico, cómo puede vivir una persona que, sabiendo que es un negro que tizna, se haga pasar por blanco sabiendo que quienes lo están mirando saben que en el fondo de su ser, entre el color suyo y el de un caldero de fritura de gallera, no hay diferencia. 

Yo estoy seguro de que, todo el que lo mira no lo piensa como blanco sino, como prieto, como el "jonronero" que siempre vio, y como lo que en el fondo es, un molleto parecido al Charol, aquel material negro brillante con el que se fabricaban (o se fabrican aún, no sé), los zapatos de los oficiales militares. De ahí fue que, a los negros tan prietos como este engendro descendiente de Kunta Kinte, les provino el sobrenombre de "Charolos". 

No soy racista, pues, las mismas críticas se las haría a un blanco que se las quisiera dar de negro, aunque esa es una vaina que es muy, pero muy difícil que pase porque, buenoooo!! ¡Dejemos esta "pendejá" de ese tamaño! 

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