Hay un decreto que saldrá publicado dentro de poco; en el mismo, se le prohíbe a todos los peledeistas, y a todos los funcionarios del gobierno comer verduras.
Así es
que, todos los peledeistas que gustaban de comer vegetales verdes,
específicamente berenjenas, que vayan
apuntando "pa'otro lao", y
empiecen a hacer una dieta obligada en base a, ají Morrón amarillo, rojo, tomate colorao, zanahoria, remolacha, y de todos los vegetales que aparezcan, menos verde, porque me comentan que el gobierno va a contratar calieses solo para que vigilen a los peledeistas, y al que vean comiendo algo verde, por más alto que sea el funcionario será cancelado en un "pruprú", léase, de manera
automática.
Si es
peledeista y no es funcionario, será sometido a un juicio político donde lo
menos que le puede pasar, es que lo boten como un perro, y será anatemizado con una
leyenda grabada en la espalda que no dirá INRI, sino, "Soy un perro verde".
También
podría suceder, que lo nombren a las 8:00 a.m., para luego cancelarlo a las
8:10, como un escarmiento a los que por rebeldía, osen violar las disposiciones
de la logia de restos fósiles llamada Comité
Político. Esa gente está "más chiva que una guinea tuerta". A nadie
pueden ver ni con un ramito de berro en la mano, Y, ¡ay de aquel que se enamore
de una mujer de ojos verdes!
El gobierno
le ha cogido tanto terror a todo lo que sea de color verde que, una pobre
señora que fue a saludar a Danilo al sitio donde él estaba realizando una visita
sorpresa, fue sacada del lugar "de to'el alto", pero antes, le regalaron para el viaje un par
de patadas y cinco pellizcos.
¿Por qué la
sacaron del lugar? Sencillamente, porque
andaba con pincho verde, y eso es considerado por el comesolismo histórico,
como un símbolo de terrorismo. Hasta ahí ha llegado la paranoia de un gobierno
que ya hasta se asusta de su propia sombra, y eso, que la sombra es negra; ¿y
si fuera verde?
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