viernes, 12 de enero de 2018

CHÁCHARAS: DE ATRACADORES A CORREDORES DE CAMPO Y PISTA


Por Henry Osvaldo Tejeda
Como al gobierno dominicano no le gusta invertir un centavo en la formación de atletas de ninguna de las categorías existentes, y solo sale a dar la cara cuando un atleta o un equipo salen victoriosos en eventos deportivos internacionales, para darse "vitrina" y hacerle creer al país y al mundo que aquí se invierte en deportes, yo le aconsejaría que hiciera redadas en los barrios marginados de la capital dominicana donde se encuentran los mejores corredores del país.

Cada vez que haya competencias internacionales, digamos que, como olimpíadas, clásicos regionales, etc., el gobierno debe tirar a las calles todo un regimiento de policías para que arresten a cientos de personas sospechosas de ser atracadores, total, si son chicos trabajadores y honestos siempre los depuran aunque sea gente buena y trabajadora y que para poder liberearlos, la familia tiene que cantearse con unos cuantos cientos de pesos porque esas redadas no tienen otro objetivo que el de "enchiquerarlos" por la noche, para ordeñarlos por la mañana. 

Enchiquerar, es una palabra que se usa en mi pueblo que consiste en amarrar el becerro por la noche, para que no se tome durante la noche la leche de la vaca que al otro día será  ordeñada. Pero lo que quiero decir, es que, todos los detenidos que salgan sucios, es decir, los atracadores callejeros deben ser llevados a un lugar dispuesto previamente para su depuración, no ya como posibles delincuentes, sino, como futuros atletas.

Los que estén mal comidos, de los que supongo será el 99 por ciento, serán bien alimentados y se mantendrán en cuarentena aislados del resto de los demás atletas ya experimentados y veteranos, y deben ser alojados en pabellones especiales de la Villa Olímpica llamados "Corredores no domados".

El gobierno no tendrá que invertir gran cosa en la preparación de esos atracadores, perdón, corredores no domados, porque esos sujetos vienen entrenados de fábrica, es decir, es lo que precisamente hacen día a día, correr, "mandárseles" a la policía luego de cometer sus fechorías.

Cuando cada corredor de esos gane una medalla en el extranjero el gobierno deberá gratificarlo, ya sea con una casa, una pensión, o ponerlos a "trabajar" en cualquier institución del Estado, así se mantendrían a la vista de la policía y dispuestos a correr en la prácticas cuando se les llame. Desde el primer año del proyecto, seguro que se desploma la delincuencia a niveles increíbles.

El único problema que yo veo que puede ocurrir es que, esos atletas ex atracadores, para poder correr con velocidad y ganar medallas tienen que ser "incentivados", es decir, deben ir policías corriendo detrás de ellos aunque sea de manera simbólica, pues así fue que ellos desarrollaron sus dotes de corredores de velocidad. Con una patrulla detrás de ellos fue que aprendieron a meter velocidad (en lenguaje automotriz se dice, poner el overdrive).

Creo que eso se puede hacer sin desmedro del gobierno, pues estoy seguro de que las críticas de la oposición a tan original y rara manera de entrenar atletas, no se harán esperar. Empezarían más o menos así:
Miren que gobierno más desvergonzado! ¿Cómo es que piensa que esos "mal comíos" ganarán medallas,  si lo que están es metiéndoles miedo con policías corriendo detrás de ellos, incluso,  mentándoles "la mai" y tirándoles balazos por las patas".

Si han visto carreras de perros, podrán notar que, para que esos animales les metan ganas a la carrera,  les ponen delante de los ojos una liebre mecánica (de mentira) corriendo a gran velocidad, para incentivarlos a que la atrapen pero nunca pueden alcanzarla porque  la velocidad de la "liebre" está controlada mecánicamente y por mas que corran, jamás podrían alcanzarla.  Allá es una liebre simbólica; aquí son policías reales, pero sin intención de meter presos a los corredores.

A las críticas de la oposición, en este caso de la preparación de atletas al vapor, el gobierno no le debe hacer caso, por tanto, es mejor que acuda al cliché de que "el fin justifica el tollo", ¡Ay, perdón!,  quise decir, "justifica los medios".


En todas las campañas releccionistas de Leonel Fernández, a este nunca le dio vergüenza andar pa'rriba y pa'bajo con conocidos corruptos de sus gobiernos, ni con los potenciales y nuevos gatos miau miau del momento, total, si ninguno tiene moral, qué importa que lo critiquen una vez más aunque esta vez sea por querer hacer por lo menos, una cosa bien, algo que no ha podido hacer en cinco años y que ya se duda que lo haga.

A Danilo todo lo tiene sin cuidado, y a lo mejor piensa, "Que no me jodan ellos, que me dejen trabajar porque como quiera dicen". Pero eso de que todo le da igual y que le tiene sin cuidado, es solo hasta la llegada del "Día D", momento este que no está muy lejano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario