sábado, 27 de enero de 2018

LOS VIEJOS MERENGUEROS A LA MUSICA URBANA

Por Henry Osvaldo Tejeda
Leí hoy, las declaraciones de Wilfrido Vargas en Colombia en las que decía que, "El futuro de la música urbana es tan incierto como el de Uber"

Así como hoy, escucho a la mayoría de los líderes de orquestas y viejos merengueros del país, haciendo declaraciones sobre  la situación del merengue respecto a la llamada Música Urbana, específicamente, el Merengue de Calle.

Algunos critican esos ritmos (Personalmente, yo considero esa "música" como tollos mayúsculos, específicamente, por su mala, pobre y nociva lírica, además de la falta de buena instrumentalización, pero que no obstante a estas falencias, se ha pegado en el gusto de la juventud tanto por aquello de la inversión de los valores musicales y morales, como por el mensaje alienante que llevan sus letras.

Aún con todos esos defectos, tengo que reconocer que este tollo, es una realidad no solo en este país, sino, en el mundo. Otros viejos músicos lo asumen como algo pasajero; otros, como algo que no tiene que ver nada con el merengue, pero no pasan de ahí, no les buscan el verdadero meollo al problema del "merengue bien hecho”, que radica en que, los viejos y buenos músicos merengueros del país, tampoco están haciendo nada que sirva como merengue.

De ahí es que me hago la gran pregunta; ¿por qué, cada uno de las orquestas merengueras que quedan de las tantas que hubo, y que tan buenas fueron no lanzan cada uno por su lado, una producción de merengues usando la tecnología disponible, y tomando pasajes de los ritmos usados en la música urbana?

Porque, aunque los considero tollos en su gran mayoría, hay algunos temas urbanos que tienen un ritmo muy pegajoso y que pueden gustar viejos y jóvenes; me refiero a que, fusionen los mejores pasajes rítmicos de "lo de ahora", con el merengue tradicional del bueno. Claro está, tomar solo algunos trocitos buenos y pegajosos de la música urbana. 

Así, mezclarían la esencia del merengue, acotejándolo a los tiempos modernos sin perder la esencia del mismo. Hacer una producciones bien pegajosas, como en los mejores tiempos del merengue, emulando temas como: El Jardinero (Wilfrido Vargas), "Esas si son las mujeres" (Ruby Pérez); "Sísi y Ricardo"-Un poco más acelerado- (Ramón Orlando y Henry García); "Las mujeres calientes", "El Lápiz" (Los Hermanos Rosario)"El Papelito"(Dionis Fernández); "La Varita" (Aramis Camilo); "La gallinita" (Altamira Banda Show);  Linda pero comparona" (La Gran Manzana), o de tantos buenos merengues del conjunto Quisqueya, entre decenas de otras bandas merengueras que hicieron historia.


Estos, son solo algunos ejemplos de merengues que se pegaron hasta la saciedad, ejecutados todos con una tónica mayor. Tonos mayores naturales, los que considero que son los más pegajosos y que tienen el don de ser también, comerciales.

Hay unos que otros merengues viejos que se por sí solos, se ajustan a los tiempos modernos, me refiero a temas como “Un día en Nueva York, de Los Hermanos Rosario. Entonces, ¿Por qué no  remozar el concepto y continuarlo? Sugiero además, retomar el buen uso de los sintetizadores electrónicos con el merengue secuenciado, mezclado con uno que otro ritmo de calle. 

El uso de sintetizadores fue uno de los pilares para el gran éxito de La Gran Manzana, algo que Wilfrido Vargas también llegó a usar y que  tan buenos resultados obtuvo. Solo así, podría despegar de nuevo el merengue sin perder su esencia; 

Con lo que voy a decir ahora, me estoy haciendo pasible de múltiples críticas pero no me importa, porque ese es mi sentir, aunque las aceptaré humildemente, porque no todos pensamos igual, aunque lo ideal sería que, todos pudiéramos tener el mismo concepto de lo que tan obviamente es lo bueno, y lo malo. Ej. Se supone que yo no debo apoyar al que mata o roba, pero hay quienes lo hacen; estos, son los malos.

https://iliocapozzi.blogspot.com/2018/01/las-criticas-de-los-viejos-merengueros.html

He dejado la figura de Johnny Ventura para último, pues pienso que, a una nueva producción de este músico le haría falta algo más que los ingredientes modernos mencionados. Para Johnny pegar merengues como antes (Algo tan difícil como llover para arriba, por razones obvias) necesitaría reivindicarse con el pueblo, pero eso es algo muy difícil para quien reniega de sus ideales y principios por dinero. Para el pueblo, Johnny, es solo el recuerdo de alguien a quien el pueblo tenía en un pedestal muy alto, tanto por su música como por su compromiso político con el pueblo oprimido; hoy le dio la espalda. 
Entonces, Johnny, debería renunciar a su  lambonería y su arribismo político, y dejar de hacerle el juego a gobiernos enemigos del mismo pueblo a quien el propio Johnny traicionó por prebendas monetarias. Debe dejar de menearle la colita a la corrupción.

Este músico, ya no es un referente para la juventud, cayó muy bajo, ahora es un traicionero que vendió al su talento y su popularidad por dinero. 

Me duele decir todo esto, porque Johnny yo fuimos amigos desde hace varias décadas, y no puedo negar que aún me gustan muchos merengues de los que pegó en aquellos tiempos, y que fueron tan bien logrados que han trascendido al resentimiento que en mí se alberga, hacia su traicionera figura.

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