lunes, 15 de agosto de 2016

Conversación con la señora de la túnica negra

Asdrovel Tejeda
Autor
Por Asdrovel Tejeda

Venía muy triste, todo vestido  de negro,  negro noche de  tormentas sin luna. Se tiró al lado mío en la acera y como yo, se recostó en la pared mientras miraba a ningún lado  con sus grandes ojos acuosos.

De repente, mientras yo me sostenía el costado derecho, giró su cara dentro de su bala clava para mirarme detenidamente, su mirada de pozo sin fondo me produjo un escalofrío que subiéndome por la espalda, se desparramó en cada partícula de mi piel con la fuerza de una descarga de las neuronas de mis miedos. 

No dejaba de mirarme fijamente con profunda tristeza. Parecía estar valorándome; de pronto, con una voz  reverberante como un eco pregunto:
 ¿la quieres?
Y yo,  subido en la cresta de una ola de dolor, agónico, en la puerta de entrada al reino de la nada, le dije:
_Sí, la  quiero tanto como la vida”, entonces, parándose repentinamente, me dijo:

 _ Vine a buscarte, pero te dejo un tiempo más para que aprendas muriendo un poco cada día, que la muerte no es el final de la vida ni del amor, apenas, el comienzo!!!!

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