sábado, 5 de febrero de 2011

UNA MANCHA MAS DE OPROBIO PARA LA ROMANA

Por Henry Osvaldo Tejeda

Hace varios meses que decidí de manera irresponsable diría yo (porque como ciudadano y "bloguero" comunicador, mi deber es decir lo malo y si me da la gana, decir lo bueno de cualquier funcionario público aunque a esto último no estoy obligado, porque pago mis impuestos para que las cosas se hagan bien),  no hablar durante un tiempo del Alcalde de La Romana, porque son seis largos años que le quedan de gestión y al ritmo que va, me pasaría todo ese tiempo (si es que llega a seis años en el puesto) enemistándome con un segmento de la población que todavía mantiene unos  amores  de chabacana  populachería con el Alcalde, cosa esta que solo aumentaría su popularidad porque se vería que yo solo critico por criticar o, mejor dicho, por joder" y peor aún, que lo hago por envidia.
 ¡Zafa! Jamás podría envidiar los antivalores. 


Pero la realidad me está dando en la cara y no la puedo obviar ya que, lo que ocurre con esta figura tan rara y controversial, está rompiendo con todos los cánones de lo que son las buenas costumbres de una sociedad sana. Este hombre actúa de manera automática, parece como que el cerebro aún lo tiene envuelto en el papel plástico que trajo de fábrica y no se ha decidido a inaugurarlo.

Todo en él son, empujes repentinos sin pensar en lo que le perjudica y lo que no; parece que no ha sabido asimilar la importancia del cargo que ocupa. Usted lo ve que quiere llevárselo todo por delante, seguido por una claque de asalariados ("botellas") que le aplaude todos sus disparates.  


El Alcalde, llegó al Ayuntamiento local  con la ayuda de políticos perredeístas que, traicionaron a su propio candidato a la Alcaldía para mandar a votar por un candidato contrario; fue ayudado además, por peledeístas disgustados con el anillo que rodeaba al síndico anterior que decidieron, o quedarse en sus casas y no votar, o votar en contra de su síndico el Dr José Reyes cosa esta que a la postre están lamentado porque se han quedado sin pito y sin flauta, ademas de quedar mal representados en el Ayuntamiento.

Pues bien, decía que no iba a hablar del Alcalde por lo menos durante un largo tiempo, pero la forma de conducirse de este señor, no es la que se merece esta pujante provincia. Ya sabemos de los escándalos que él y su ejercito de guardaespaldas han  protagonizado: desde golpear a camarógrafos, hasta agredir a un regidor de un partido contrario tan solo por no estar de acuerdo con todos los disparates que a él se les ocurren entre los que hay "cosas" non sanctas.


Si los comentarios que he visto en la tv, en Facebook y en la radio, además de lo que me han contado personalmente es cierto, el Alcalde de La Romana, en uno de los juegos ganados por República Dominicana a Puerto Rico en la actual Serie del Caribe, no se sabe aún que Luá se le metió en la cabeza y agredió a una ciudadana puertorriqueña (repito, eso es lo que se ha dicho y mi comentario se basa en lo cierto que puede tener la información), siendo detenido por las autoridades boricuas.

Esa situación creada por el Alcalde de La Romana, está siendo vista por el mundo entero a través de las redes sociales, que tan pronto se dio el hecho, publicaron la información causando un gran revuelo.
Las autoridades puertorriqueñas, que se rigen por las leyes norteamericanas, en nada se parecen a las de este arrabal de país donde el Alcalde, entra a un juego de baloncesto profesional con un litro de whiskey a sabiendas de que eso está prohibido. Suerte que apareció un general policial, seguridad de la liga, que se lo quitó o, por lo menos hizo que lo echara en vasos plásticos.


Nada de lo que haga el Alcalde local me sorprende, porque ese es el mismo comportamiento que ha venido arrastrando durante toda su agitada y  turbulenta  trayectoria de vida (ahí están los antecedentes), por lo que los ciudadanos de La Romana deben exigir moderación y llamarlo a capítulo para que se comporte a la altura de su cargo, porque las muestras que está dando no se corresponden ni con las de un Alcalde Pedáneo. Un Alcalde de una ciudad como la Romana, no puede dar muestras de ser un inadaptado social.
Ahora vuelvo a hacer silencio, ojalá que sea por largos meses.