Ayer, fue un día muy duro en el trabajo, fastidiosas fueron las horas que pasé, estaba al salto de la pulga.
Desde que llegué a la casa me bañé y antes de cenar, me puse a ver un poco la televisión pero era tanto el cansancio, que se me cerraban los ojos a cada momento. ¡Carajo! ¿y qué jodío sueño es este? -me preguntaba-
Los malditos son como los quelonios, duran hasta que se acaban.
Me fastidié al no encontrar ni uno de esos sepelios y decidí, estacionarme en un canal cualquiera.
"En las primeras hora de la mañana, la DNCD allanó la residencia de...... ¡Ajummmmmmmm!
En momentos en que pasaba por el cuartel de la policía, escuché voces que parecían alteradas, como dominicano "averiguao" que soy me acerqué a ver de qué se trataba.
Había unas quinientas personas, la mayoría de menos de 30 años entre las cuales habían unas siete mujeres y entre todos, voceaban a todo pulmón:
¡Eso es un abuso, coño! La policía siempre está abusando de la gente que trabaja. Somos padres de familias que nos las andamos buscando como toros en la calle, dijo un moreno "tan feo nuestro embajador en España, el mismo al que nosotros le pagamos de nuestros impuestos para que se las pase tratando de asquerosear honras, y que tiene su despacho en Color Visión. ¡Diablos, que tipo más feo! Y arribistal un corcho feo.
La gente seguía:
Si no nos hacen caso, vamos a marchar hacia el palacio nacional, esos abusos tienen que terminar buenos malditos hijo'e putas, corruptos, pelagatos, macuteros, ustedes son unos Felixbautistianos, Leonelianos.
Ustedes, que se pasan la vida pidiendo, y luego de que nos sacan el jugo, mira ahora lo que nos hacen.
En eso estaba ese enardecido grupo cuando me acerqué un poco más hacia ellos y le pregunté a un señor, cuál era el motivo de esa furiosa protesta frente al cuartel policial:
Su contesta fue:
_ Esos son los dueños de los puntos de drogas a los que la policía arrasó anoche.
Sorprendido le pregunté de nuevo:
_ Pero, ¿y qué es lo que exigen?
_ ¡Oh, que les devuelvan su droga!
Cuando ese hombre, sin inmutarse me dijo eso, me quise caer de la risa
_ Jajajajajajaja, ¿Que le devuelvan la droga? -Grité con todas mis fuerzas- y cuando iba a vocear de nuevo, sentí unos "jamaquiones".
Era mi esposa la que, mientras me "jamaqueaba", me preguntaba:
_ Pero ¿y es que te estás volviendo loco?, ¿De qué drogas estás hablando? No me digas que empezaste a consumir drogas despues de viejo. ¿A quién carajo es que tienen que devolverle esa droga de la que hablas? ¡Es el colmo, levántate para que cenes!.
¡Diablos, me quedé dormido de nuevo!
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