miércoles, 21 de agosto de 2013

ENTREVISTA A UN GAY

Dos mariposones noctámbulos del área del hospital de Salud Pública
que accedieron a dejarse tomar una foto.
Hace tiempo que escribí algo sobre el sector de La Romana donde se reunen cada noche bandadas de pájaros, es decir, cundangos, maricones o como quiera que se les diga, son muchos los motes que el  dominicano tiene para esas cigüas Madan Sagá (o, chogüi)

El área de operación de estas bandadas de pájaros, está por los alrededores del parque de las enfermeras detrás del Hospital Doctor Gonzalvo (Salud Pública), específicamente en la avenida que pasa por el frente de la casa club del colegio de periodistas.

Antes de solicitarle esta entrevista, les juro que mi repudio hacia esa clase de gente era más que notoria. Esa noche decidí hablar con uno, de dos que vi merodeando por la casa club del colegio de periodistas.

Antes, yo sentía cierta fobia hacia esa clase de "aves" de la fauna humano/cigüa, pero hablar con esas personas en momentos de distensión, sin presionarlos y, tratándolos como personas humanas que son además de demostrarles que  que no queremos hacerles daño, ellos te prestan toda la atención y hasta posan para la cámara. 

Ellos creen que todo lo que hacen, es algo tan normal como cualquier otra actividad del ser humano. Ese es uno de sus problemas.
Sencillamente, no les importa que la gente hable lo que les dé la gana de ellos porque, según me dijeron, lo que ellos hacen en esa área de la ciudad, es con el único fin de ganarse unos pesos para sobrevivir. 

"Somos parte de los que son excluidos de la sociedad, no nos da vergüenza venir de reversa con el baúl abierto", o hacia adelante con el sable desenvainado, ese es nuestro trabajo y no tenemos porqué tener vergüenza de trabajar. ¿No has oido que el trabajo dignifica. ¿...?

Cuando le pregunté sobre qué hacen ellos (o, ellas) si una noche se van "en blanco" porque no aparecen clientes.

_ ¿Y qué tu quieres que hagamos, acaso  que nos larguemos para nuestras casas?
_Lo que te quiero presguntar es -le aclaré- que si a la falta de clientes no se estrujan o acuestan ustedes entre sí?

_ Bueno, a veces si, porque tu debes saber que nosotros también nos metemos en vicio, y hay momentos en que hay que agarrar lo primero que uno tiene al lado. ¿No oiste nunca el anuncio que dice; "Saca la mano y ahí ta? Bueno, asi mismitico es la vaina con nosotras.

_ Cuál es la especialidad de ustedes? Me refiero a cuáles son los servicios que ustedes ofrecen regularmente?

_ Pero, ¡Dios mío! ¿Y tu te atreverías a escribir lo que yo te diría? ¿No es eso muy sucio para ponerlo en un escrito de prensa? ¡.......Suuu santísimo!

_Bueno, creo que tienes razón, pero puedes decirlo de una manera que no sea tan difícil escribirla como por ejemplo, cuando un vehículo corre lentamente por el área donde están ustedes ¿qué le dirías al chófer?

_ Tu ves, ahora si que tamo hablando. Yo lo miro y me contorneo, me pongo las manos en mis partes y le pregunto:
¿Qué quieres que te haga, moreno? ¡Tengo una gran variedad de jueguitos que te pueden hacer explotar de gusto! -Dijo el cundango, para luego seguir-

_Si el hombre se para, entonces me le acerco y nos metemos en conversación y cuando él me dice lo que le gusta y me pregunta el precio, yo le digo la tarifa.

_ Cuánto cobras por un servicio?
_No te puedo decir cuánto cobro, si tu no me dices el menú que quieres que te sirva. Por ejemplo, si el cliente quiere que se le penetre hasta donde le dicen Cirilo, sin otro servicio adicional, eso le cuesta entre 400 y 500 y  talvez más si me parece que el tipo tiene "bille", pero si uno ve que el tipo está de remolón, le hacemos un descuento porque tomamos en cuenta que él pagará el hotel.

_ Si el que requiere de tus servicios es un motoconcho, cuánto le cobrarías?
_ ¡Guákala! Esos malditos motoconchos son unos tiñosos del carajo, pero aparece uno que otro que es hasta lindo y uno por tirárselo, le cobramos como mínimo hasta 200 pesos, pero con ellos no tenemos que ir a ningún hotel basta con que  nos montemos en el motor y en cualquier callejón o casa en construcción "resolvemos". 

_ ¡Ah!, hay unos hijos de su maldita madre (soguio diciendo) que cuando terminan se abrochan los pantalones y se largan dejando a una toa sucia de esa inmundicia y sin un chele.

_Cuéntame de alguno que te haya querido hacer eso y tu te hayas dado cuenta antes de que él se largue y te deje.

_ ¡Ajá, claro que recuerdo uno! Era un carajito que privaba en fruta fina; me dijo que él jamás había mariconeado y que nunca lo había hecho  por detrás y que por eso, era él el que quería "arreglarme" a mi"; ya tu sabes, quería que yo "aguantara". 

"Yo le dije que si, y ahí empezó el manoseo. A los pocos minutos estaba yo ya toa' embarrá de esa "pendejá" y cuando le vi la intención de irse, lo cogí por el cuello y le dije que me pagara o que le iba a desfigurá la cara.

_ ¿Andas armado?, perdón, armada quise decir.
_ No, eso no es necesario, eso es un problema, aunque alguna de nosotras anda con una que otra vainita que ni pulla pero es para meter cuco.

Pero no me interrumpas porque ya me tengo que ir. ¡Mira aquellos vehículos allá (me señaló una jipeta y un carro), esos andan buscando "servicios".

_ Ok, sigue,e con la historia del chico cubero.
_ ¡Ah, si! Mira, ese carajito, que al parecer dizque no había cogío un puto nunca resultó ser un maestro, se meneaba como si estuviera bailando un reguetón detras de mi y te juro que me gustó mucho, pero mis cuartos son mis cuartos y de esto vivo, solo con gusto no se va al colmado (me dijo para luego siguir).  "Fue cuando le cogí por el cuello y le dije, "o me das mis cuartos o te rompo la crisma, azaroso"

"El hijo'e puta no tenía cuartos, y por no matarlo, decidí no perderlo todo y le dije que ahora él tenía que aguantarme a mi. Se quiso negar pero al final se bajó los pantalones y cuando le dí entré,  hasta dio un grito pero esos son chillidos de primerizos.

_ Y qué pasó?
_ Pero, coño, ¿y qué más quieres tu que pasara?, lo único que le dije fue:
"Ahora llévame adónde me encontraste buen mariconcito de armario". 
"Cuando llegamos a mi esquina le dije: Si algún día quieres un rato gratis, sólo tienes que venir pues tuviste la suerte de gustarme, mariconcito. jejejejeje

_Bueno, ahora me tengo que ir -djo el pájaro- pero antes de irse le dije:
_ Mira, dime lo último. ¿Ha venido algún militar por aquí buscando servicios?
_ !Ufffffff, a cada rato! Y de todos los rangos, pero dejémoslo de ese tamaño, ya me quieres meter pa'lo hondo. 

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