viernes, 1 de abril de 2016

El reconocimiento de Alianza País: ¿Sería un negocio para alejar a su líder de un bloque opositor?

Por Henry Osvaldo Tejeda

No niego que era tanto el respeto que yo le tenía al Dr. Guillermo Moreno, hasta el punto de ponerlo al frente de la primera propuesta que se hizo en este país, sobre un gran alianza opositora a la que llamé, La Gran Alianza Popular -Grapo-  Antes de seguir, debo reconocer la calidad humana de tanta gente seria que militan en ese partido, entre ellos, al historiador Andre L. Mateo.

Propuse esa gran alianza, cuando el PRM se estaba organizando como partido luego de la escisión ocurrida en el histórico Partido Revolucionario Dominicano, el partido del Jacho y de Peña Gómez, convertido hoy en simples siglas, y con los signos de pesos de manera invisible, por haber sido vendido a su principal enemigo político por su propio presidente, un corrupto comerciante de la política.
Gabinete sugerido por mi, para un posible gobierno de la oposición
Guillermo Moreno se auto endiosó con un discurso casi de barricada, que caló en miles de personas ávidas de escuchar un líder con esa voz de tono enérgico, y que denunciara los abusos del gobierno, además de presentar un revolucionario plan de gobierno como el que desde sus inicios ha planteado Guillermo Moreno que, dicho sea de paso, es muy bueno; eso fue parte de mi convencimiento momentáneo de que habíamos encontrado un líder del pueblo.

Así como en España con el movimiento "Podemos", así empezó el Dr. Moreno a ser acogido por miles de personas de todas las edades que creyó que el hombre era un verdadero luchador, un revolucionario dedicado realmente a sacar del poder a esta banda de delincuentes que nos gobierna.  

Pero al parecer, la lucha suya llegaría su fin cuando su partido Alianza País, fuera reconocido por la JCE, porque desde que eso ocurrió este hombre se sumergió en un sopor político que lo alejó de la oposición a quien tenía engañada con el jueguito de "Me uno, no me uno"  "Nos reunimos, no nos reunimos".

Hoy, ese discurso esperanzador y aguerrido de Guillermo Moreno ha pasado a mejor vida, ya no se le oye ni se le siente como antes de que fuera reconocido su partido; ya no habla en contra de Danilo y de su política de proteger corruptos, de engañar al pueblo, etc., de ahí que el pueblo, que es tan sabio y que ve más allá de la curva, a traves de Radio Bemba ha empezado a especular en el sentido de que entre Guillermo y el gobierno, ha habido un "arreglo", en el qu, se le reconocería su partido en la JCE, a cambio de que no se aliara al PRM.


Así como no puedo decir que eso sea cierto, tampoco puedo dudar nada, en este país se ha perdido la capacidad de asombro. Lo que se vio antes, y lo que se ha visto después, es a un Guillermo Moreno que no quiso pactar con la oposición; que puso mil trabas y esgrimía pendejos pretextos para no acudir a la mesa del diálogo. 

No es un secreto que el PLD, vio en La Convergencia y en el propio Guillermo Moreno, un problema para sus planes continuistas, tanto así que, desde que Alianza País empezó a sacar la cabeza en las encuestas, el PLD a través de sus bocinas y hasta del propio Euclides Gutiérrez entre otros dirigentes la emprendieron contra el Dr. Moreno y su familia. Si esa convergencia se hacía una realidad, el PLD tendría problemas, por eso es que al pueblo le sigue extrañando el alejamiento de Guillermo Moreno.
Según Fidel Santana, él mismo le envió dos cartas, en las que le decía que se pusieran de acuerdo con un grupo de partidos para luego ir con una propuesta a l mesa de La Convergencia, pero este Moreno nunca quiso asistir. 

La primera carta la aceptó, y dijo que aceptaba reunirse, pero luego le escribió a Fidel diciéndole que no sería posible. La segunda carta ni siquiera la contestó porque (esto lo digo yo), al parecer,  ya el tipo había pensado que él debería ser el candidato presidencial de la oposición. Mientras tanto, él seguía luchando por el reconocimiento de su partido ante la JCE.

Al parecer, Guillermo, en su borrachera con un absurdo mesianismo, pensó que él era el chivo que mas meaba, que su partido era el que mejor propuesta tenía y que él era más serio que todos los opositores, pero luego dijo, que los que estaban en esa convergencia representaban el pasado oscuro del país, y que él no iba a pactar con esa gente.

Ese fue el olímpico disparate de un político que, quisiera llegar en el 2016 a la presidencia del país, a menos que ya él tuviera planeada la importación masiva de millones de ciudadanos suecos y finlandeses para que vinieran a votar por él. 

¿Con quién carajo podría pactar que no fuera con los dominicanos, buenos o malos, si lo que se desea es sumar para lograr un noble fin como el de quitar del medio este gobierno? Creo que ese fue un pretexto para alejarse de la convergencia. Reitero, ese tipo no es un político, o "lo convencieron".

¿Sería que todo lo que ha hecho Guillermo, al alejarse de los demás partidos de oposición ha sido adrede, porque ya estaba en conversaciones para que le reconocieran su partido, y cuya única condición exigida fue, la de no unirse a La Convergencia? 

Yo, que vivo navegando por las redes sociales, me he dado cuenta de que ya ni los seguidores de Guillermo opinan nada, se han quedado mudos, ya no lo defienden. ¿Se habrán dado cuenta de que el tipo es un elitista que no le importa esperar veinte años politiqueando, porque él y su familia tienen sus problemas de vida resueltos, mientras el pueblo no aguanta ni un día más de gobiernos de delincuentes.

Al parecer, asumieron lo que he cacareado por tanto tiempo: "..en estas elecciones, debemos luchar por lo posible, para para empezar a trillar el camino de lo ideal"


Él no lo dirá nunca, pero es notorio que aquel constante y ácido discurso, lo ha reducido a uno que otro pendejo y sin sazón pronunciamiento cada treinta días, para llenar las apariencias. ¡Póngase a observarlo y se dará cuenta! ¡Cuántos incautos engañados! Hasta yo, al principio.


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