sábado, 23 de octubre de 2010

VIVENCIAS EN OCOA: EL BAR DE LIBINA

Por Henry Osvaldo Tejeda                                               

El Bar de Libina, situado en las afueras de la parte alta de San  José de Ocoa, era un lugarcito tranquilo, donde la gente iba a tomarse sus tragos a escondidas (si así se le puede llamar) lejos de la mirada de las viejas chismosas y de los decires de los demás.

La dueña del negocio,  a quien de cariño le decíamos La Vieja Liba, tenia camas  en el mismo "Teatro de Operaciones" para cuando un cliente decidiera "arreglar" alguna de las féminas que residían en el negocio. 


Al bar de la Vieja Liba, no se le podía encasillar como un cabaret tradicional, pues ni siquiera estaba en la zona cabaretera, donde estaban ubicados los negocios que podriamos decir que eran, las universidades de la chulería de Ocoa en esos tiempos. Supongo que aun siguen ahi, ese tipo de negocios es como la yerba llamada Coquito, que la cortas por la mañana y en la tarde ya estan creciendo de nuevo.


Las mujeres, regularmente eran de otros pueblos, que iban a Ocoa a "ejercer", mejor dicho, a "buscárselas". Algunas eran del mismo pueblo y aún en su condición de vendedoras de sexo, eran mujeres decentes, sin tantas malicias como las mujeres de estos tiempos. En personas como yo, estas mujeres, mas que atracción corporal lo que me causaban era pena, pues me imaginaba las calamidades que debieron estar pasando para llegar a la prostitución. Podría estar engañado pero, eso es lo que pensaba, ademas de ser esa una realidad dominicana.

Las mujeres de ahora se saben todas las malas palabras del "diccio-putario" (diccionario de malas palabras burderiles) y lo peor es, que las dicen frecuentemente y sin rubor, lo que les da un aspecto de grillos graduados, a pesar de su corta edad y  belleza.
Visitabamos el negocio de la Vieja Liba de vez en cuando, pero solo lo hacíamos luego de acabarse un "baile" del cual salíamos dizque a "terminar la noche" al Bar de Libina. Eramos un grupito reducido y tranquilo, por eso, La Vieja nos dispensaba las mejores atenciones.

Recuerdo cuando ella le decía a Antonio el camarero, quien también fungía de maipiolo, y era el que ponía la música en un aparato reproductor de los llamados "Picó" (Pick Up), en el que casi siempre estaba sonando Julio Jaramillo u, Olimpo Cardenas;
 _"Mira Antonio, ve y dile a las muchachas que vengan a atender las visitas. Antonio  iba cuarto por cuarto y les avisaba (eran solo dos o tres habitaciones, ya que era una casa familiar). Al rato aparecía Maribel, Muma, Marcia y Jenny, a las que se agregaba alguna vecina como Mireyita entre otras. Podemos decir que era un  grupito de amigas que nos alegraban el momento. 

Frecuentemente,  los "Días de semana", veiamos a esas chicas pasar por  el parque Libertad, en el centro del pueblo rumbo al cine,  todas naturales, sin esos embarres de pintura facial que usan ahora las mujeres que mas bien parecen guaguas haitianas, o un ejercito de indios Pieles Rojas en tiempo de guerra.
A veces, yo me llevaba mi guitarra, entonaba un par de canciones y armabamos una cantaleta entre todos, pero solo por un rato, para respetar a los otros clientes.
Me cuenta Angel Sanchez (Ñaña), que era el que administraba el negocio, que el difunto Tilito Arias dijo una vez en que yo sacaba mi guitarra del estuche:
 _ "Que vaina, yo esperando que Antonio me ponga los discos míos, y ahora viene el rubito a joderme la vaina con esa guitarra".

Mi amigo Ñaña le dijo: _Pero Don Tilito, ese rubito es Osvaldo Tejeda y canta muy bien".
Tilito contesto: Yo sé que canta bien, pero es que "toy peliao" con la mujer, y quiero oír mis canciones. Es que toy amargao.


Las canciones favoritas del amigo Tilito Arias eran: El Tronco Seco ("....eres como un tronco seco que ni siente ni padeces....), Agua Fangosa ("...vete con tu amor, pero muy lejos, donde ni el mismo Dios te reconozca, donde de comer, no encuentres mas que yerba, y de beber, cualquier agua fangosa para que sufras lo que yo he sufrido y pagues tu traición, mujer traidora)  ¡Anda pa'la mierda, cuanto veneno en esas letras!..
 La otra canción, la oficial, su himno, lo era Falsaria, de Leo Marini ("..tan falso fue tu amor, me has engañado......")

Recuerdo bien, que yo vivía pendiente de cuando se terminara el hielo, para llamar otra persona que no fuera Antonio el camarero, para que nos cambiara la cantinita y que trajera mas hielo, porque ese azaroso, siempre estaba rascandose el cuerpo entero, esa "rasquina"era eterna pero, lo peor era que vivía con las manos metidas entre los dedos gordos de los pies sacándose el sicote. ¡¡Guacala!!

Si no cuento esta anecdota, es como si no hubiera escrito nada mas arriba.
Bienve Meló, es un buen amigo nuestro que visitaba frecuentemente a La Vieja Liba, tanto así que, por no perder la costumbre, cogía fiada una corta parranda. Me explico; como Bienve sabia que La Vieja Liba era tan jodona y renuente al "fiao", se  valía de Ñaña que era tan un joven sano, humilde y de buen corazon, que conocia bien a nuestro heroe del cuento.

Pues bien, Ñaña se hacia responsable de cobrarle la cuenta a Bienve y si no lo hacia, se lo cobraban a el. Pero eso nunca sucedia porque Bienve era un tipo serio y solvente, era Dentista y provenia de una familia conocida por seria y trabajadora.

Al ser una parranda corta y sin dinero en efectivo, Bienve sentaba a una mujer para que lo acompañara, pero cuando la parranda estaba llegando a su fin, Bienve sabia que la mujer pensaria  que seguro se irían a la cama, pero como no había cuartos para eso y mucho menos se  puede fiar ese tipo de mercancía, entonces empezaba a decirle a la mujer:
_Oye fulana, yo tengo por costumbre,cuando estoy con una mujer, ir varias veces al sanitario, es mas, hasta detengo la relación para irme al sanitario a hacer  pupú, porque sufro de una "Churria  Crónica". Cualquier mal olor que sientas, no te preocupes pues soy yo, que casi siempre estoy medio "podrío".


La mujer lo mira sonriente y le dice: _Pero Papi, eso no es problema, yo no le paro a eso, solo tienes que ir al sanitario y problema resuelto. ¿Porque tanto miedo,  si eso a mi eso no me importa?".
Bienve pensaba: "Diablos, esta mujer se me esta poniendo mas dificil de la cuenta, tegno que ser un poco mas disparatoso".Entoces le dice a la mujer:

 _Noooooo, espérate ahi, la cosa no es tan fácil, porque luego de yo hacer pupú tampoco me limpio, porque me encanta estar bien embarrao, y eso no es nada, luego que vuelvo a la cama, me gusta que me pasen la mano por las nalgas para sentir el olorcito a sica".
_ Cóomoooo? -dice la mujer-  ¿y que hombrecito del Diablo es que tu eres que, ademas de cagón, también hay que pasarte la mano por la raja de las nalgas?
Ay, no mi'jito, no señor, ve dile a quien te parió que te haga esas cosas, buen asqueroso!!! -


Diciendo eso, la mujer se paro y se fue-
Era lo que Bienve andaba buscando para no tener que pagarle "El tiempo".

Asi, aunque con una pequeña deuda de "romo", se iba Bienve silvando, medio prendio y contento.

 
 Donde La Vieja Liba no se bailaba, no había bellonera, ni había ese entra y sale de chulos como  en los "cabareses" del Hoyo (así se le decía, por la hondonada en que estaban ubicados. 


En los años 40s y 50s, a la parte alta de la ciudad, donde estaban los primeros "cabareses", originalmente, le llamaban Magante (....?), también, Guachupita.