lunes, 5 de enero de 2015

VIVENCIAS EN SAN JOSÉ DE OCOA: COSAS DEL DIA DE REYES


Niña corta yerba para los camellos
Jugando con una llanta de carro

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

La alegría, y la tristeza de los niños para los días antes y después de Reyes, es la misma en todo el país. En San José de Ocoa no es distinto; yo, que nací y me crie en ese humilde pueblo, puedo decir mucho de eso.

Gene Autry, por sus bellos vestuarios era uno de los vaqueros más imitados
Los niños pobres aprenden a muy corta edad que los reyes no son tales, y es la misma realidad que los lleva a sospechar y "a caer en cuenta" de que todo es una farsa, dolorosa para ellos como pobres, pero de alegría para los niños ricos.
Yo viví esa realidad en toda su crudeza, en el mismo sector donde me crié, donde había niños hijos de vecinos que, no es que fueran ricos poderosos en realidad, pero sí, de vida acomodada.

Yo veía la clase de juguetes que los reyes "les ponían" a sus hijos mientras que en mi casa, yo tenía que conformarme con un revolvito de Mito, o con cualquier chuchería barata, porque era lo que estaba al alcance de mi Baltasar (léase, mi adorada madre soltera).

A sólo dos casas de mi tipí (léase, vivienda; el que ha leído historietas de indios y vaqueros, sabrá de qué hablo), vivía Manengo, hijo de Eddy Peña el cabez mayor de una corta y
acomodada familia de gente buena, decente, y buenos vecinos.

La segunda casa a la que tenía yo que pasarle por el frente al salir de mi casa, era a la de Eddy Peña (La primera era a la de mi vecino, Chito González). 


El Llanero Solitario, era el más imitado de los famosos vaqueros justicieros. Le seguía Roy Rogers y Gene Autry



Desde que llegaba a la esquina (Altagracia con Las Carreras), ahí mismo veía a Manengo vestido con su completo y lujoso traje de vaquero, su estrella sheriff colgada del pecho, dos cananas de las que colgaban dos lujosos revólveres plateados, un sombrero, unas botas de, y hasta un antifaz negro al estilo Llanero Solitario. Aparecía uno que otro vaquero en el sector, muy raras veces residente del mismo.

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Al  amanecer de cada Día de Reyes, luego de haber rebuscado debajo de mi almohada  y de no haber encontrado nada -Como era de esperarse-, me iba al vecindario a ver las novedades del día, es decir, los juguetes que dejaron los reyes en el barrio. En la calle, veía por doquier a chicas y chicos jugando con  pelotita de ping pon, o "jondeándose agua con revólveres de goma y hule.



A Cacao, no vi que le pusieran nunca nada (él era dos o tres años más viejo que yo), a Nelson, su hermano, no recuerdo que le dejaran nada, aunque siempre tenía algo con qué jugar, a Rojito Velázquez, los reyes siempre le traían algo, esos reyes de Rojito, venían directamente de El Naranjal en Jeep Land Rover.

Los hijos de Talí Castillo tenían unos reyes muy espléndidos. Al que nada le ponían, se las arreglaba comprando un ping pon, un revolver de agua, u otra baratija cualquiera.

Con una tristeza disimulada por tener un rey tan pobre, hacía mi recorrido por el barrio, cuando llegaba a la esquina del colmado de  Calé González, me extasiaba viendo a Andresito, su hijo, quien no podía sostener él sólo la cantidad de juguetes que le había puesto su acomodado rey. 
 
Así lucía mi barrio en el 2009. En el área donde estoy parado, era donde jugábamos a bolas, trompos, y un poste de luz que no se ve, a la izquierda del motorista, era donde jugábamos al "Cura Salvao" y al Topao por la Cabeza".
Quiero aclarar que, la formación que venía recibiendo de mi madre, no daba paso a que yo sintiera envidia por los juguetes de otros ni nada parecido, al contrario, yo sentía transmitida en mí, la felicidad de Andresito y Manengo, quienes no eran niños que les gustara estrujále sus juguetes a los demás niños. No eran chicos como Quico el de la Vecindad del Chavo del 8.

Entre esos juguetes había velocípedos, Revólveres de todos los calibres, escopetas, etc.  




Debo decir que, siendo ya un adolescente, hubo un gran cariño y una  mutua admiración entre las hermanas de Andresito y yo. Fueron siempre unas chicas con muy buena formación, simpáticas, y muy bien educadas.

Todavía el día 7 de enero, albergaba yo la esperanza de conseguir algo con La Vieja Belén, pero que va, esa vieja azarosa que nunca fue a mi casa, y si iba, pasaba volando con su escoba por encima del techo. 
 
La Vieja Belén dominicana. Un invento de padres pobres, para posponer la compra de juguetes más allá del Día de Reyes.
 Y que conste que, el cigarrillo que le dejaba yo a Baltasar, creo que era ella que se lo fumaba. ¡Qué Vieja más amena, carajo! Debió comerse también la yerba que le dejaba yo a los camellos del molleto Rey.

Completado mi recorrido por el barrio, me reunía con los chicos a los que los Reyes habían olvidado dejándonos sin juguetes para ponernos a jugar al "Camán". Hacíamos revólveres y escopetas de madera. 

 
Cacao, Nelson, Ñeñén, Chele (el de Yeya), Hertico Casado, entre otros nos olvidamos de no haber sido afortunados de tener reyes ricos, aunque a unos pocos lograban que la vieja Belén (en una casa que no era  donde ellos vivían), les dejara revolvitos y escopeticas baratas, incluyendo revolvitos de agua y de mito.
 
Sustituto en estos tiempos del viejo cabalito de palo

Los niños que no contaban ni con la visita de la Vieja Belén, tenía que ingeniárselas y conformarse con improvisados juguetes como, pistolas de palo, reguiletes de tapas de refrescos, correr empujando una llanta de bicicleta o, una goma de carro.

 
El famoso caballito de palo
Otros, acudían al ya famoso caballito de palo, que no era otra cosa que, convertirse en auriga de un supuesto caballo, para correr calle arriba y calle abajo, con un palo de escoba entre las piernas, con un cordelito amarrado por la cabeza del caballo, perdón, quise decir, del palo, que le servía de bridas al jinete que, hacía los dos papeles, de caballo  y de jinete .

Si analizáramos lo que fue el famoso Día de Reyes de antes, con lo que se ha convertido al día de hoy, vemos que las cosas han cambiado para mal, pues la brecha entre ricos y pobres, es mucho más gande. Los juguetes de los niños ricos, solo son comparados con los juguetes de......los otros niños ricos. 


El niño pobre, tiene que esperar a que un político corrupto y demagogo, reparta sus baratijas cada año, para sacarle provecho a los  votos de los padres.

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