viernes, 3 de diciembre de 2010

Yo hubiera sentido verguenza

Por Henry Osvaldo Tejeda

...¡¡¡INCREIBLE!!! Todo lo que se puede hacer cuando se es un (a) verdadero (a) estadista que le duele su país; que no piense solo en gobernar para un grupito de corruptos...."


...El presupuesto para la Educación ...." Esas fueron las palabras que primero escucho cuando enciendo la televisión a las 7:15 de la tarde; palabras éstas, salidas de la boca de la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner mientras hablaba en la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.

 Decía ella que, en Argentina, el presupuesto para Educación en el 2002 era de apenas un dos por ciento, algo inconcebible pero, que en el gobierno de su fallecido esposo Nestor Kirchner, se tomaron medidas para que a la llegada del 2010, el presupuesto para la Educación argentina llegara al seis por ciento del Producto Interno Bruto, y refería con orgullo que en el año en curso, el presupuesto para la Educación está ya en 6.47. por ciento.

¡¡¡INCREIBLE!!! Todo lo que se puede hacer cuando se es un (a) verdadero (a) estadista que le duela su país; que no piense solo en gobernar para un grupito de corruptos, que no solo piense en andar de continente en continente montado en un avión, gastando los dineros de un empobrecido país.

Esas palabras de Cristina Fernández, debieran darle vergüenza al presidente dominicano Leonel Fernández, quien (no sé si fue que el director de los camarógrafos conoce de las calamidades que se están pasando en este país por la testarudez y mal gobierno de Leonel Fernández, al negarse a dar un miserable 4 por ciento para la educación dominicana), fue enfocado mientras Cristina sin saberlo, le estaba dando por el pelao y le estaba estrujando en la cara lo que se debe hacer cuando se gobierna para el bienestar de un país, cuando el presidente no es un figurín que solo sirve de adorno en el solio presidencial.

Pude ver un Leonel Fernandez, mas serio que la miseria en la que él mismo tiene sumido a este jodío" país."Mi apreciación fue que, El Vale Leo no sabía donde meter la cabeza, es mas, puedo decir, que él le hubiera agradecido que su estómago, si le éste lo hubiera "invitado" de urgencia a ir al sanitario, con tal de salir de ese salón donde lo estaban acuchillando el orgullo y su antipatriotismo y su mala manera de gobernar a la República Dominicana.

¡¡¡¡Que viva Duarte; viva Caamaño; viva Juan Bosch; y que viva el Padre Luis Quinn; que vivan todos los que no fueron como estos azarosos,CARAJO!!!!! Esos sí que eran hombres que les pesaba los ruedos de los pantalones.