LA MALDICION DEL CHE GUEVARA


Hace tiempo quería traerles este reportaje sobre cómo murieron casi todos los que de alguna manera, intervinieron en la captura, vejaciónes, torturas y finalmente, la muerte del Ché Guevara. Disfrúte usted de su venganza, como lo hice yo.

Mario Terán
Fue el soldado boliviano que ejecutó al Che, actualmente vive en Santa Cruz, alcoholizado, pobre, casi ciego y con el remordimiento de haber asesinado un hombre de tal magnitud.

Honorato Rojas
Fue el campesino que delató la ubicación del Che y su tropa.
Por su colaboración el presidente de Bolivia en ese entonces, René Barrientos, le regaló un rancho.
Fue ajusticiado el 14 de julio de 1969, por un comando del ELN en el mismo rancho que recibió como premio.

René Barrientos
Fue el presidente de Bolivia en esa época y confirmó la orden de ejecución del Che. Hizo un viaje a Washington para solicitarle a los Gringos su opiniónb de qué hace con el Ché; la orden fue matar al guerrillero.


Barrientos murió en circunstancias aclaradas; en 1969, el avión donde viajaba explotó en el aire sobre una población boliviana. Varios de los cuerpos rescatados del avión presentaban impactos de balas; se presume que fueron, políticos contrarios  a Barrientos. Lo más irónico de este fatal hecho es que Barrientos murió quemado, del mismo modo que anunció que habían terminado los restos del Che.


Alfredo Ovando
Era el jefe de las fuerzas armadas bolivianas, pieza clave en el operativo contra el Che y principal sospechoso del atentado donde murió el presidente Barrientos. A la muerte de Barrientos tomó la presidencia de Bolivia y sufrió un atentado en el que murió su hijo Marcelo Ovando. Escapó de este atentado pero nunca se recupero de la pérdida de su hijo y finalmente fue derrocado en 1970.

Eduardo Huerta Lorenzetti
Fue el primer oficial que participó en la captura del Che.
El 9 de octubre de 1970 sufrió un accidente de carretera y el automóvil donde viajaba, chocó contra un vehículo estacionado sin luces. Huerta murió decapitado exactamente en la misma fecha, pero 3 años después de la muerte del Che.

Las investigaciones parecen indicar, que se trató de un crimen planificado, y ejecutado por Andrés Selich, un alto mando del ejercito boliviano con ayuda de la CIA para evitar que Huerta hablara lo que sabía de dos homicidios: el del Che en “La Higuera” y el de un militar de nombre Juan José Torres. Al parecer la CIA definió la fecha del 9 de octubre para tratar de desviar la atención e inculpar al ELN.

Andrés Sélich
Se entrevistó con el Che en “La Higuera” y según reportes de inteligencia, se quiso aprovechar de su lamentable estado y trató de vejarlo. Este personaje fue apresado durante el gobierno de Hugo Banzer acusado de tratar de fraguar uno más de los golpes de estado que esa nación había sufrido. Fue asesinado a palos durante un “Interrogatorio” que le practicaron agentes de seguridad militar.


Joaquín Zenteno Anaya
Fue comandante de la "5ta División" y responsable de transmitir la orden de ejecución del Che. Terminó sus días por un atentado ejecutado por un desconocido en París mientras Zenteno cumplía funciones de Embajador de Bolivia en Francia. Aunque hubo un anuncio adjudicando este atentado a las “Brigadas Internacionales Che Guevara”, grupo que no se conocía, y que nunca tuvo más apariciones públicas, la policía francesa vinculó este hecho a la protección que Zenteno otorgó en Bolivia a Klaus Barbie, el tristemente célebre “Carnicero de Lyon”.

Roberto “Toto” Quintero
Fue coronel del ejército boliviano, autor material del asesinato del guerrillero Inti Peredo, y participó en la mutilación de las manos del Che.
Mientras fungía como embajador de Bolivia en Alemania, fue ultimado mediante dos certeros balazos en el pecho en su despacho, emitidos por Monica Erlt, una hermosa y joven rubia miembro del ELN.

Monika Ertl, quien mato a Quintero

Félix Rodríguez
Cubano-americano, trabajador de la CIA y participante de toda la estrategia de inteligencia que llevó a la captura y posterior ejecución del Che. Según creencia popular en Cuba, Rodríguez nunca estuvo de acuerdo con la orden de ejecución del Che, pero los mandos superiores a él decidieron el asesinato sin que nadie pudiera hacer algo por detenerlo.

Al llegar a Miami, los médicos le detectaron un asma que no respondió a ninguna alergia y que se le complicaba tanto en ambiente húmedo como seco, frío y caluroso. Para nadie es un secreto que el asma era la principal afección que Che sufrió durante toda su vida.


Gary Prado Salmón
Este capitán del ejército boliviano participó en la captura del Che en la cañada del “Yuro”.
En el año 1981, participaba de una ocupación de un campo petrolero en Santa Cruz y recibió accidentalmente un tiro proveniente de uno de sus soldados. La bala le perforó los dos pulmones y le lesionó de tal forma la columna vertebral que quedó paralítico y confinado a una silla de ruedas de por vida.
En 1996, Prado Salmón reveló a “The New York Times” que el cadáver del Che no fue incinerado y esparcido, cómo se pensaba, y que permanecía enterrado en algún lugar de “Valle Grande” en Bolivia. Esta declaración se le atribuye al cargo de conciencia y al intento de expiar su participación en la captura y el asesinato del guerrillero. Posteriormente, esta información les permitió a los científicos cubanos y argentinos ubicar y encontrar en 1977 los restos del Che y los de sus demás compañeros de campaña y trasladarlos a su actual descanso en Cuba.


Antonio Arguedas
Desempeñó en ese entonces en Bolivia el cargo de Ministro del Interior, se salvó milagrosamente de dos atentados, el primero con dinamita en su residencia particular y otro más en un céntrico y concurrido hotel en la capital del país.
Arguedas se recuperó del segundo atentado para posteriormente huir a México y tiempo después a Cuba, donde se congració con el Estado cubano. Arguedas fue el responsable de sacar de Bolivia las manos y el diario del Che. Regresó a Bolivia donde intentó secuestrar a un comerciante, fue detenido y condenado a 8 años de prisión.



Bernardino Huanca
También fue oficial del ejército boliviano y participante de la captura y ejecución del Che, a raíz de ese hecho ha requerido, durante toda su vida, de frecuentes tratamientos psiquiátricos.



A pesar de haber sido el autor material del siniestro asesinato, Mario Terán no murió como fue el fin de muchos otros participantes en este hecho, pero los historiadores piensan que precisamente este es su peor castigo: vivir con el cargo de conciencia de su cobarde acción.



viernes, 26 de agosto de 2011

LA MALDICION DEL CHE GUEVARA


Hace tiempo quería traerles este reportaje sobre cómo murieron casi todos los que de alguna manera, intervinieron en la captura, vejaciónes, torturas y finalmente, la muerte del Ché Guevara. Disfrúte usted de su venganza, como lo hice yo.

Mario Terán
Fue el soldado boliviano que ejecutó al Che, actualmente vive en Santa Cruz, alcoholizado, pobre, casi ciego y con el remordimiento de haber asesinado un hombre de tal magnitud.

Honorato Rojas
Fue el campesino que delató la ubicación del Che y su tropa.
Por su colaboración el presidente de Bolivia en ese entonces, René Barrientos, le regaló un rancho.
Fue ajusticiado el 14 de julio de 1969, por un comando del ELN en el mismo rancho que recibió como premio.

René Barrientos
Fue el presidente de Bolivia en esa época y confirmó la orden de ejecución del Che. Hizo un viaje a Washington para solicitarle a los Gringos su opiniónb de qué hace con el Ché; la orden fue matar al guerrillero.


Barrientos murió en circunstancias aclaradas; en 1969, el avión donde viajaba explotó en el aire sobre una población boliviana. Varios de los cuerpos rescatados del avión presentaban impactos de balas; se presume que fueron, políticos contrarios  a Barrientos. Lo más irónico de este fatal hecho es que Barrientos murió quemado, del mismo modo que anunció que habían terminado los restos del Che.


Alfredo Ovando
Era el jefe de las fuerzas armadas bolivianas, pieza clave en el operativo contra el Che y principal sospechoso del atentado donde murió el presidente Barrientos. A la muerte de Barrientos tomó la presidencia de Bolivia y sufrió un atentado en el que murió su hijo Marcelo Ovando. Escapó de este atentado pero nunca se recupero de la pérdida de su hijo y finalmente fue derrocado en 1970.

Eduardo Huerta Lorenzetti
Fue el primer oficial que participó en la captura del Che.
El 9 de octubre de 1970 sufrió un accidente de carretera y el automóvil donde viajaba, chocó contra un vehículo estacionado sin luces. Huerta murió decapitado exactamente en la misma fecha, pero 3 años después de la muerte del Che.

Las investigaciones parecen indicar, que se trató de un crimen planificado, y ejecutado por Andrés Selich, un alto mando del ejercito boliviano con ayuda de la CIA para evitar que Huerta hablara lo que sabía de dos homicidios: el del Che en “La Higuera” y el de un militar de nombre Juan José Torres. Al parecer la CIA definió la fecha del 9 de octubre para tratar de desviar la atención e inculpar al ELN.

Andrés Sélich
Se entrevistó con el Che en “La Higuera” y según reportes de inteligencia, se quiso aprovechar de su lamentable estado y trató de vejarlo. Este personaje fue apresado durante el gobierno de Hugo Banzer acusado de tratar de fraguar uno más de los golpes de estado que esa nación había sufrido. Fue asesinado a palos durante un “Interrogatorio” que le practicaron agentes de seguridad militar.


Joaquín Zenteno Anaya
Fue comandante de la "5ta División" y responsable de transmitir la orden de ejecución del Che. Terminó sus días por un atentado ejecutado por un desconocido en París mientras Zenteno cumplía funciones de Embajador de Bolivia en Francia. Aunque hubo un anuncio adjudicando este atentado a las “Brigadas Internacionales Che Guevara”, grupo que no se conocía, y que nunca tuvo más apariciones públicas, la policía francesa vinculó este hecho a la protección que Zenteno otorgó en Bolivia a Klaus Barbie, el tristemente célebre “Carnicero de Lyon”.

Roberto “Toto” Quintero
Fue coronel del ejército boliviano, autor material del asesinato del guerrillero Inti Peredo, y participó en la mutilación de las manos del Che.
Mientras fungía como embajador de Bolivia en Alemania, fue ultimado mediante dos certeros balazos en el pecho en su despacho, emitidos por Monica Erlt, una hermosa y joven rubia miembro del ELN.

Monika Ertl, quien mato a Quintero

Félix Rodríguez
Cubano-americano, trabajador de la CIA y participante de toda la estrategia de inteligencia que llevó a la captura y posterior ejecución del Che. Según creencia popular en Cuba, Rodríguez nunca estuvo de acuerdo con la orden de ejecución del Che, pero los mandos superiores a él decidieron el asesinato sin que nadie pudiera hacer algo por detenerlo.

Al llegar a Miami, los médicos le detectaron un asma que no respondió a ninguna alergia y que se le complicaba tanto en ambiente húmedo como seco, frío y caluroso. Para nadie es un secreto que el asma era la principal afección que Che sufrió durante toda su vida.


Gary Prado Salmón
Este capitán del ejército boliviano participó en la captura del Che en la cañada del “Yuro”.
En el año 1981, participaba de una ocupación de un campo petrolero en Santa Cruz y recibió accidentalmente un tiro proveniente de uno de sus soldados. La bala le perforó los dos pulmones y le lesionó de tal forma la columna vertebral que quedó paralítico y confinado a una silla de ruedas de por vida.
En 1996, Prado Salmón reveló a “The New York Times” que el cadáver del Che no fue incinerado y esparcido, cómo se pensaba, y que permanecía enterrado en algún lugar de “Valle Grande” en Bolivia. Esta declaración se le atribuye al cargo de conciencia y al intento de expiar su participación en la captura y el asesinato del guerrillero. Posteriormente, esta información les permitió a los científicos cubanos y argentinos ubicar y encontrar en 1977 los restos del Che y los de sus demás compañeros de campaña y trasladarlos a su actual descanso en Cuba.


Antonio Arguedas
Desempeñó en ese entonces en Bolivia el cargo de Ministro del Interior, se salvó milagrosamente de dos atentados, el primero con dinamita en su residencia particular y otro más en un céntrico y concurrido hotel en la capital del país.
Arguedas se recuperó del segundo atentado para posteriormente huir a México y tiempo después a Cuba, donde se congració con el Estado cubano. Arguedas fue el responsable de sacar de Bolivia las manos y el diario del Che. Regresó a Bolivia donde intentó secuestrar a un comerciante, fue detenido y condenado a 8 años de prisión.



Bernardino Huanca
También fue oficial del ejército boliviano y participante de la captura y ejecución del Che, a raíz de ese hecho ha requerido, durante toda su vida, de frecuentes tratamientos psiquiátricos.



A pesar de haber sido el autor material del siniestro asesinato, Mario Terán no murió como fue el fin de muchos otros participantes en este hecho, pero los historiadores piensan que precisamente este es su peor castigo: vivir con el cargo de conciencia de su cobarde acción.



El estilo se está aplicando correctamente.
—Firmado: El Chacharero de Henry Osvaldo, con el machete en CSS.