domingo, 28 de agosto de 2011

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: CHAVO EL BORRACHÓN

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
https://iliocapozzi.blogspot.com/2011/08/vivencias-en-san-jose-de-ocoa-chavo-el.html
El Chavo, era uno de esos personajes pintorescos que en los pueblos son bien conocidos por una cualidad especial en la cual se destacan. La especialidad de Chavo era, andar borracho los 30 días del mes, nunca cogió vacaciones en su alcohólica existencia, nadie puede decir que lo vio una semana si beber, no, no, Chavo era un hombre que cumplía a cabalidad con el sagrado de deber de beber. Cuando estaba en su sano juicio, era Trabero (persona que se dedica al cuido y crianza de gallos de peleas)

Usted podía estar teniendo una conversación de lo mas amena con Chavo durante una hora que no estaba borracho, es decir, de nueve a diez de la mañana) y todo transcurría normalmente, pero en un momento dado se desaparecía y cuando pasaba por tu lado como dos horas mas tarde, ya el hombre venía con la cabeza pa'bajo y muchas veces hablando solo, cosa normal en cada "jumo", y debo decir que Chavo era borrachón muy apacible, muy querido, y hasta decente, claro está, mientras no le jodieran la paciencia.

Chavo odiaba a los campesinos. Si había un perredeísta puro en Ocoa ese era él, y su odio a los campesinos se debía a todas las elecciones perdidas del PRD infligidas por el PRSC, pues  según Chavo, los  "malditos campesinos" eran los culpables; les explico:

En las elecciones del 1966 y 1970, en los primeros boletines que la Junta Municipal Electoral emitía sobre el conteo de votos en el pueblo de San José de Ocoa (a la sazón, Ocoa era la Común Cabecera de la Provincia Peravia) el PRD siempre estaba arriba, pero a medida que iban bajando las urnas de los campos ahí empezaba el Partido Reformista a subir hasta que, entre esos votos rurales, y los chanchullos de Balaguer y su gente en la Junta Central Electoral, daban por ganador a Balaguer.

Chavo, se daba cuenta de esa situación y cada vez que alguien (por joder) le preguntaba: 


_Dime Chavo, ¿que crees tu de las elecciones y de los campesinos dominicanos, en especial de los de Ocoa? 
_ ¿Tu sabes lo que yo creo de ellos? Que son malditos hijos de la gran puta, y espero que en lugar de agua, les lluevan del cielo tizones prendíos en candela por traicioneros". -Siempre decía algo parecido, porque la cuerda que tanía con ellos, era "por lo bruto que son esos miserables" lambones"

Así transcurría la vida de Chavo entre traspiés y traspiés, siempre con su jumo a cuestas, más borracho que un funcionario del gobierno de Leonel y de Danilo cuando se le va el cargo a la cabeza, con la diferencia de que éstos últimos se emborracha de poder, y los traspiés que dan son por la carga del dinero que le han robado al pueblo mas las culpas no sancionadas que cargan a cuestas.

Un 20 de Enero, en plenas patronales de San José de Ocoa, salimos del Club Ocoa Inc. que en ese entonces era de madera, hasta el piso era de tablas, recuerdo que esa noche la fiesta que recién terminaba fue amenizada por la Orquesta Santa Cecilia, y eran ya las tres y media de la madrugada, y un grupo de amigos entre los que estaban: 


Henry Martínez, Chimbe Pérez, Tito Ortiz, Joselyn Isa, Ico Subero, Tirso e Iván Tejeda, entre otros que ahora no recuerdo, nos reunimos a matar el tiempo ya que nadie se quería ir a acostar, pues aún teníamos el gusto de la fiesta encima, y nada de sueño.

Frente al "Club" (así se le decía al Casino), vivían unas señoras que, no sé el motivo por las que nunca se quisieron casar, muy decentes, incluso, una de ellas era la que tenía a su cargo la biblioteca del pueblo, y no aceptaba que le dijeran "señora', cuando alguien osaba decirle Doña, o Señora, ella lo corregía al instante, "Ni doña ni señora, dígame señorita". (Cómo cambian los tiempos, ahora se las mujeres se sienten mal -pero no lo dicen- cuando les dicen señorita)


A estas decentes señoras, en Ocoa se les conocía solo como "Las Guerrero", ese era su apellido, y en su casa, se crió una chica muy atractiva de nombre Nermys (Digo el nombre, porque no estoy diciendo nada pecaminoso ni ofensivo) a la que solo se le veía en la escuela y siempre lucía muy solitaria y distante pues no salía a ninguna parte, al parecer, no tenía muchas amigas y amigos, ni hablar, y todo eso lo causaba el gran celo enfermizo que ejercían Las Guerrero sobre ella, no la dejaban salir, como decimos en Ocoa, "ni a miá".

A Chavo, nuestro héroe del cuento, parece que el jumo de esa noche lo venció frente a las puertas del Club, justamente al otro lado de la acera, tan solo a unos pasos de la galería de donde vivían "Las Jamonas Guerrero" y se quedó dormido ahí mismo, donde lo vimos acurrucadito en posición fetal y con el cielo como techo.

El grupo de jovenzuelos del cual yo formaba parte, era de puros caneros y "relajaos" que no dejábamos pasar ninguna oportunidad para hacer jugarretas, y vimos en ese momento como ideal para hacer una de las nuestras, sabíamos que a Las Guerrero se les metía el Diablo cuando alguien osaba enamorarse de su hija de crianza; ese era el momento de culminar esa noche de fiesta, pero con una "maldad sana", no a ellas, sino, a Chavo y de refilón, a ellas. 


Las señoritas, eran muy decentes, pero a cualqiera le leían la taza con un boche, de manera "decente" si osaba enamorase de su sobrina, claro, si es que existen boches decentes.

Como yo sabía que a ellas no les gustaban las serenatas, precisamente por lo antes dicho sobre la chica, se me ocurrió proponerle a los "tigueres" que le cantáramos algo dentro de la misma galería, no era que alguno estaba enamorado de Nermys, sino que, queríamos hacer una travesura para lo que ya dije antes, y para acompañar la serenata, aprovechamos que Chavo estaba tan cerca de la galería de la galería de la casa, fue entonces cuando lo cargamos (durmiendo aún) y lo acotejamos sigilosamente dentro de la galería.

Cuando ya todo estaba listo, nos pusimos de acuerdo en la canción que cantaríamos, pero como era una "chercha", no podía ser una canción romántica, nos pusimos de acuerdo y a la cuenta de tres empezamos a cantar ♫la chiva blanca de Don José.....♪♪  ¡Ay, mi madre para qué fue eso!.


Solo pudimos cantar el trocito de más arriba, porque cuando abrimos la boca para seguir el canto, ahí mismo se oyó la tranca de la puerta cuando era accionada, entonces nos mandamos en una loca carrera escondiéndonos en la esquina detrás de la casa de la casa Guicho Subero, y solo escuchamos cuando una de Las Guerrero dijo: 

¿Tu no querías chiva blanca? ¡Toma Chiva Blanca, molestoso!  a la vez que le "jondiaba" a Chavo una "cacharrá" de agua en la cabeza.

Tan pronto sentimos que cerraron la puerta, fuimos a ver qué había pasado, y allí estaba Chavo "encojonao" sacudiéndose "el agua",  y diciendo:
¡Coño! ¿Y qué vaina "eseta"? Ya me cogió un aguacero fuera de mi casa, Diablo, y desde cuándo llueve salao? 
Nos tiramos en la acera frente a Guicho, solo a reírnos.




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