En el cementerio de San José de Ocoa hay una tumba, que todo el
que llega de visita al lugar y la ve se llena de curiosidad. Se trata de la
tumba del Doctor Castaños, un santiaguero que llegó a San José de Ocoa donde se
enamoró perdidamente de una mujer de la clase alta pueblo llamada Adriana
Pimentel.
El Doctor
Castaños, hizo todo lo posible por lograr el amor de esa bella ocoeña, cosa que
le resultó algo mas que imposible porque según se decía en el pueblo, "la
familia no gustaba con él". Eso destrozó el corazón enamorado de ese
mortal hombre de ciencia, llevándolo al suicidio.
Antes de cometer
su último acto en la vida, escribió una carta a su amada Adriana, en la que
pidió que en su sepulcro se escribiera una lápida que rezara así: "MURIO
POR AMOR".
Así se hizo, es la tumba que se puede apreciar en la foto.
Muchos dirán que fue una decisión
equivocada pero (yo también lo creo) nadie sabe los pensamientos que se agolpan
en la cabeza de un hombre enamorado. Un amor al estilo de Romeo, el
personaje de la obra de Shakespeare, Romeo y Julieta.
Me dicen que la tragedia ocurrió en
el año 1931.
Yo tenía una copia de esa histórica
y triste carta pero, el tiempo se encargó de borrarla. Llegué incluso a ponerle
música a una gran parte de la carta pero, luego decidí respetar el alma del
suicida; e creí un sacrílego y olvidé el asunto.
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