sábado, 25 de julio de 2015

SUSPENDIDO ALCALDE RIDICULIZA LA PALABRA DIGNIDAD

Por Henry Osvaldo Tejeda

Dije que no escribiría nada más sobre el suspendido alcalde de La Romana, porque no tengo nada personal con él, además de no gustarme hacer leña del árbol caído, pero creo que debo decir algo luego de escucharlo en una rueda de prensa. No entraré en detalles de su gran problema, solo daré pinceladas sobre cierta palabra que, según pude ver, le molesta que la misma adorne a otra persona.


Cuando llega un preso nuevo a una cárcel, los demás siempre le  preguntan  el por qué está preso. La respuesta puede variar un poco, pero es casi siempre la misma, unos dicen
que no saben, pero la gran mayoría dice que es inocente, que se ha cometido un abuso con ellos, pero si son, o han sido funcionarios públicos, la respuesta es la de siempre (un cliché), que es una persecución política.

Es el tema preferido para ocultar el verdadero motivo de su prisión, y esos motivos son tan evidentes que es imposible ocultarlos, por eso acuden siempre a la teoría del famoso político alemán Joseph  Goebbells, de que, repetir siempre una mentira, puede convertirse en una verdad. 
Mansión comprada por el alcalde a solo dos años de su llegada al cabildo

Llega el momento en que el mentiroso, repite tanto sus mentiras que termina creyéndoselas él mismo, y es tanto lo que se le arraigan esas mentiras en su psiquis que hasta puede llorar al momento de defender esas mentiras. Todo eso lo hemos visto en La Romana en los últimos tiempos.

Esas mentiras en la psiquis del mentiroso llega tan lejos que, cuando lo llevan preso con las manos atadas y con cámaras enfocándolo, el reo mentiroso camina sonriente, para hacerle creer al público que no tiene nada que esconder, que todo eso no es más que un abuso y que él no es culpable.
La casita donde vive el Dr José Reyes, aún habiendo pasado por altos cargos en el gobierno
incluyendo ocho años como alcalde de La Romana
Pero en realidad él mentiroso sabe que esa sonrisa, la esboza de manera ficticia porque en el fondo él sabe que lo que en esos momentos le está pasando es real, y eso le da vergüenza, por eso trata de disimular sus deseos de llorar, pero tiene que aguantar porque una persona como él, tan petulante, tan dueño de sí y que atento a sus cojones abusó de lo que la sociedad puso en sus manos para que lo administrara no puede mostrar debilidad, aunque se esté muriendo de la vergüenza por dentro.

En el expediente contra el ex alcalde de La Romana hay, desde macos, cacatas y cucarachas, hasta alacranes y cangrejos mueluses; hay de todo y bien sustentado con pruebas que son mortales por necesidad.

 Pero eso no es nada, según lo que se sabe en el pueblo si se instrumentara otro expediente con lo que quedó fuera del que, por el que hoy se le acusa, sería tan o más voluminoso que este.

Escuché al ex alcalde de La Romana (no sé cómo alguien con prisión domiciliaria puede dar ruedas de prensa) hablar despectivamente de la dignidad del Dr José Reyes, pero no le dí mucha mente a eso porque, este hombre tiene "su gran verdad", sacada de las mentiras acumuladas que repite y repite hasta llevar su mente a creérselas.y algo tiene que hacer con ellas.

Resulta que ahora, que no es él quien debe ser acusado por el gran desfalco en el ayuntamiento durante su gestión, sino, el alcalde anterior porque según él en la más reciente auditoría de la desacreditada Cámara de Cuentas, cuya funcionaria es del propio partido del acusado, él leyó unos datos que ahora tratan de distorsionar para su provecho, y echándole lodo a la administración de José Reyes.

No sé quién le ha dicho a este hombre que, hablar mal de José Reyes le favorece a su defensa, cuando es todo lo contrario porque está tomando a un hombre de probada honorabilidad en su boca para tratar de defenderse. Debió de agarrarse de otra cosa, y no de ese cactus espinoso y lleno de moralidad y dignidad como lo es el Dr Reyes.


 No voy a entrar en detalles sobre la auditoría, ni siquiera del expediente (Tengo una copia del mismo, y por lo que vi en el
fue que dije lo de "Mortal por necesidad"). Todo el que lo ha leído, sabe lo que estoy diciendo y sabe también la magnitud del desfalco cometido contra el ayuntamiento romanense.

 finalizaré diciendo que, según habla el alcalde preso, para cuando el juicio termine habrá que hacerle a él una enorme estatua en honor a su honradez, su moral y su honorabilidad, y al mismo tiempo  llevar a José Reyes a la cárcel. ¡Diablos!

Él, más que nadie sabe, que su prisión no es nada política, que ese es el pretexto adoptado para moldear la verdadera realidad del problema.


 No hay otro culpable que no sea él mismo de todo cuanto le está ocurriendo, y que deje de coger la administración del Dr Reyes como pie de amigo para su "defensa".

Por último, cuando él alcalde habla con cinismo de la dignidad de José Reyes, se lo comprendo bien, porque la palabra dignidad viene siendo un chorro de vinagre en su llaga moral.

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