Por Henry Osvaldo Tejeda
_Una vez, la Máquina del Central Romana
(Léase, locomotora que arrastra los vagones de la caña), chocó en horas de la
madrugada a un vehículo que cruzaba por los
rieles entre Villa España y Quisqueya, fue un golpe tan tremendo que el carro quedó
hecho un montón de hierros retorcidos, quedando varado en medio de la vía.
Nosotros acudimos por una llamada
que hicieron al cuartel, y me asignaron como chófer de la patrulla que asistió
al lugar. Buscaron una grúa y mientras trataban de quitar el vehículo de los
rieles, se aglomeró mucha gente, ya sabes, esa clase de pendencieros que no se
pierden una; con el choque murió un hombre.
¨Yo estaba poniendo el orden por
lo que le dije a un señor que por la hora, todavía estaba en "piyama"
de dormir. , que por favor, que se echara para atrás no vaya a ser que ese
carro se le cayera a la grúa y lo matara.
El hombre no me hizo caso y solo
me dijo:
_Tranquilo agente, yo soy primo de Cuqui Torres. Con eso no
me estaba diciendo nada, qué Diablos sabía yo qué pata puso ese huevo? Supe después que Cuqui Torres era
un alto funcionario del PRD que estaba en el gobierno.
Le dije al tipo, que a mí no importaba
que él fuera amigo de ese señor, a quien yo ni conocía, que yo solo estaba haciendo
mi trabajo. Le repetí que por favor, se echara para atrás, pero él volvió y me
dijo que él no se iba a quitar, volviéndome a decir que él era primo de Cuqui
Torres.
_ ¡Mira Osvaldo!, ya se me estaba
subiendo la ñeca a la cabeza, tu sabes cómo somos los ocoeños, así es que, por
tercera vez le dije lo mismo, pero esta
vez fue más lejos, ese azaroso me
dijo que no jodiera tanto que él era primo de Cuqui Torres.
Pa´no cansarte con el cuento, ese
tipo tanto jodio con eso hasta que me" jarté" de tanto Cuqui Torres,
y no bien había terminado de decir las últimas letras del jodío apellido
Torres, cuando le dije:
_ Yo te voy a presentar una prima
de Cuqui Torres ahora mismo, entonces "jalé" mi macana, y le di un
coñazo entre las costillas que el tipo se dobló como una mata de Rulo cuando le
das el primer machetazo, ahí aproveché y le dije:
_Te presento a tu nueva prima La Cuca Torres, la macana que te acaba de saludar entre las costillas. ¡Osvaldo, el hombre no jodió más! Yo no soy malo, pero tengo que atender mi trabajo, y no me gusta que me quieran meter los pelos pa´dentro dizque con nombres con nombres bonitos.
Al otro día, el coronel me llamó
a su despacho, y ahí estaba el tal Cuqui ese acompañado del mismo señor de
la noche anterior. El coronel me dijo:
_ ¡Raso Lluberes, qué fue lo que
pasó entre Ud. y este ciudadano, quien se queja de que usted lo "sobó"
de un macanazo.
Con su lenguaje campechano y bonachón (Ocoeño al fin), Lluberes le explicó a
su superior lo que pasó y cuando terminó, se dirigió al coronel para decirle:
_ Jefe, óigame una cosa, para que no vuelva a pasar algo parecido, aconseje a este señor, para que antes de ponerse a
complicarle el trabajo a la policía, que recuerde que ya tiene una nueva
prima.
_ ¿Prima de él? ¡Explique eso!
-Dijo el coronel-
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