martes, 11 de agosto de 2015

CHÁCHARAS: CONVERSACIÓN DE DOS CARAJITOS EN UN CARRO DE CONCHO


Por Henry Osvaldo Tejeda

Me cuenta un chico del barrio, que fue a hacer unas diligencias al centro de la ciudad de La Romana con otro amiguito suyo, ambos canchanchanes de jugarretas de muchachos y para regresar se montaron en un carro del transporte público. 

A esos muchachos los conozco bien porque los veo todos los días, también a sus familias y no hay nada de malo en ellos pero, de que son unos jodones, y que les gusta hacer bulto con tal de impresionar a los demás para luego hacer los cuentos a los demás amigos, eso es indudable. 

Me cuenta el carajito que, en el carro en que se montaron, había tres pasajeros más entre ellos, un haitiano, una señora evangélica y otro señor de aspecto bonachón todos de extracción humilde,  al igual que los dos muchachos cuyas familias no tienen ni en qué caerse a muertos. 

_La conversación la entablamos, pero solo fue por joder la paciencia, y relajar un poco con los pasajeros y el chófer -Me aclaró uno de ellos-

Aquí va la conversación entre ellos. 
_Mira flaco, toy caliente con mi papá -dijo el mas "rollizo" (léase gordo)
_Y qué pasó loco? -dijo el flaco-
_Na, que le cogí la jipeta sin su permiso y me fui a "rututeá" pa´ Caleta y aunque no me pasó na, me dijo toa la vaina que le vinieron al caco; luego me "encarriló" (léase, persiguió) con un palo de guayaba y si no me meto en el callejón de un vecino, ahora tuviera yo el caco ma "aplatao" que una "empaná de catibía". (Catibía, raíz de la yuca guayada que se come frita)

¡Diablo, loco, pero e'que tu ta de remate, ¿Cómo tu hace eso si esa jipeta cueta como do millone de peso. -le dijo el  flaco-

_Pero eso no'e na -siguió el gordo- el otro día por poquito me mata porque gasté ma de die mil peso de mi tarjeta de crédito, comprando diparates en el pueblo. -dijo el gordo- 
Ahora solo me quedan en el banco como cien mil pesito; toy casi "arrancao" (falto de dinero) con ese "chin"  de cuarto.

Cuando los demás pasajeros oyeron eso, voltearon la cara para ver al millonario que hablaba, no procesaban en su juicio que, un carajito tan rico fuera metido en un destartalado carro de "concho" pasando crujías como cualquiera de la gleba.

_ Hace como un me -siguió el gordo-, mami llamó de Boston pa'decime que, si no me portaba bien ,no me iba a mandá ma dólare, y me dijo que borre lo del carro que me iba a mandá, que ni piense en eso porque le han dicho que toy sacando mala nota en el colegio.

Los pasajeros estaban admirados con esta conversación; el chófer, quien quitó un reguetón para oír el discurso que el presidente de la república había dirigido al país, y que en ese momento lo estaban repitiendo, fue más lejos,  apagó el radio porque lo que escuchaba en el carro era más entretenido que cualquier basura que pudiera hablar Leonel Fernández.

Además, ya se estaba aburriendo del bla, bla bla del presidente, porque con sus palabras, le estaba queriendo meter en la cabeza al pueblo que Suiza, no nos da por los tobillos a nosotros en calidad de vida y bienestar económico.
 Al fin y al cabo -pensó el chófer- el reguetón es una mierda, y lo que habla el presidente es pura porquería que hasta da sueño y rabia.

_Entonce loco, que vamo a hacé ahora contigo andando a pie? -Dijo el flaco, que al parecer era el copiloto en esas travesuras de ambos-

_No le pare a eso loco, vamo a alquilá un carro pa'l fin de semana y vamo a gozá la vida loca.
_¡Santísimo Cristo!  Que el Señor los proteja! -dijo la señora, que hasta ahora solo escuchaba a los chicos, aprovechó el momento y les dijo: 

_¿Porqué no se arrepienten y se convierten al señor, jovencitos?
_Pero Doña, arrepentirnos de qué, y convertirnos a qué, si nosotro no le hacemo mal a nadie -dijo el flaco, y remachó- 

_ Uté lo que quiere entonce, e' que no volvamo malo, porque si somo bueno y sano pa qué hay que convertise. ¡Dígame uté, acaso quiere pasemo de bueno pa´malo? No doña, déjeno así, no somo malo. Nosotro somo tranquilo, lo único malo e' que mi amigo gata mucho cuarto y eso no' e tan malo, su familia es super millonaria.

_Perdónales Señor, porque no saben lo que hacen -Dijo la señora, callándose luego para no hablar más-.

En eso, el chófer hace una parada y monta a una jovencita.
_Saludos -dijo la joven-
_Saludos, saludaron los más mayores-.

Cuando le joven volteo la cara hacia atrás, vio a nuestros héroes y exclamó:
_ Pero, bueno, y que andan ustedes buscando en el pueblo, malvaos muchachos, ¿Dónde andaban ustedes?

_Hola, Tinita -dijeron ambos imberbes casi al unísono-, e´que tabamo dando una vueltecita por ahí botando el golpe, e'que el barrio ta muy aburrío y quisimo etericá un poco la pata -Dijo el flaco-

El chófer, no se sabe si por curiosidad, o porque sospechaba que esos chicos eran unos "bulteros", le preguntó a la chica: 

_ Dígame joven, conoce usted a esos muchachos?
_Pero claro que si, estamos en el mismo curso -dijo la chica- son un par de idiotas que viven relajando el día entero.

El chófer volteó la cara hacia el gordo y le dijo:
_Mire joven, me gustaría que sigamos hablando de esa jipeta de su padre, y de la madre tuya que vive en Boston, porque....

No terminó la frase, porque el gordo le interrumpió diciéndole: 

_ Chófer, déjano aquí, ahora recuerdo que tengo que pasar por el Mercado Viejo a comprá una vaina que me encargó mi tía. 
El chófer se sonrió y no dijo más nada, solo pensó: 
"Coño, que juventud la de hoy".
Los carajitos, pagaron el pasaje y se apearon más rápido que "juyendo".
Pero cuando se iban, el chófer les dijo: 
_ Hey, ustedes, tengan el cambio, les sobra diez pesos y puede que les haga falta para la gasolina de la jipeta, buen par de caga patio.

Ya solos, nuestros héroes iniciaron este diálogo:

 _Mira gordo del carajo, yo no tengo cuarto pa' llega al barrio, tú te pasate de loco diciéndole que nos dejara por aquí tan lejo del barrio, y pa' colmo, le dejate el cambio por ta de agentao 

_Ajá, y qué carajo quería que hiciera? Acaso no vite que el aqueroso chófer empezó a hablá mierdería, y cada ve que hablaba algo se ponía a mira a Tinita, y tu sabe que esa maldita loca e'demasiao "jabladora. Si el chófer le cuenta to lo que dijimo, mañana mimo lo sabe to'el colegio y ahí si no jodimo de verdá-
_Pero, eso e'bueno que te pase por "Jabladór".
_ ¡Diablo, loco, la embarré".

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