jueves, 13 de agosto de 2015

CHÁCHARAS: LOS DESASURDOS DE UN MILLONARIO MAÑÉ DOMINICANO

Antes de que uno que otro lector me quiera tildar de racista por las cosas que leerán aquí, que lea bien si lo que digo aquí son mentiras, o puras verdades. 

Por Henry Osvaldo Tejeda


República Dominicana es un país de mayoría negra, y de todos los colores, incluyendo los llamados "jabaos"(1), donde hay tantas familias pobres y descascaradas, cuya dieta obligada en una gran parte de ellas, ha sido: bollos de harina con Pica Pica, víveres con salame, arroz con habichuelas y espaguetis, entre otros platos, aún más baratos.

La familias a las que hago referencia, en su mayoría, no están codificadas ni mental ni "estomacalmente" para ingerir ni asimilar platos de comida gourmet, platos raros para ellas, porque morirían ipso facto por causa de un choque de sazón. En esas familia son regularmente de color negro, que es la raza predominante en el país.

Según lo acentuado del color, nos encontramos con el "negro lavado", el "indio", el "negro tizne" (Tan prieto como el caldero de una fritura de muelle). También "El azulito" (este último, es tan prieto ya que colinda con el color morado y uno no sabe si es azul, negro o morado).


Está "El Molleto", un moreno que regularmente anda con una peineta en el bolsillo de atrás del pantalón.

Tenemos también "El Charolo", nombre que se le puso en Ocoa por ser su color similar al de los zapatos de Charol(2) que son tan negros que hasta brillan. 


En fin, ese es parte de nuestro panorama racial, cuya mayoría se ha pasado la vida "joseando"(3) calles y campos la comida de un día de mal comer, para volver al otro día a lo mismo.

Cuando por un milagro de la vida, una gran parte de ese grupo de personas llega a conseguir todos los millones de Chaflán(4) les cae la felicidad y de golpe, le llega también la “civilización” y es entonces cuando se les hace difícil adaptarse al nuevo estatus social.

Es lo que ha sucedido en tiempos recientes, algunos de ellos, peloteros. Desde que logra los millones, se muda ipso facto de la casa destartalada en la que antes vivían pasando a unba lujosa mansión con pisos de cerámica brillosa y demasiado resbalosa, por lo que en los primeros meses de vivir en ella la familia anda rodando por el suelo por los estrallones(5) que se dan, por estar acostumbrados solo al piso de tierra o de cemento quillao(6), con cráteres que aprovechan los ratones para convivir con la familia, en esos improvisados multifamiliares .

Vemos que el nuevo millonario, al no tener una "educación Gourmet", luego de estrenar una jipeta del año va y la parquea frente a cualquier fritura de cualquier barrio y se aplasta en el contén a comer orejitas, morcilla, hociquitos, molleja, bofe y hasta mondongo de esos que al acercarle la nariz, no sabes si es sica sazonada con caldo lo que comes.

Decía un señor de San José de Ocoa que, "si a un mondongo no le sale un tufo(7) a sica no me lo como, porque ahí es que está el verdadero gusto". Palabras de un ocoeño ya fallecido, del cual me reservo el nombre.



Algo que debe afrontar el vecindario en el que se mudó el nuevo mañé(8) millonario, es la bulla; como nunca en su puta vida había tenido un aparato de música de alto poder, lo primero que hace es comprarse uno de esos aparatos, en el que suena a todo volumen su pésimo gusto musical, y lo más lejosque tiene es que esa bulla le acarreará serios problemas con sus ricos vecinos, quienes lo miran de reojo como quien dice, “¿Y esta vaina, cómo vino a parar a este sector?”

Esto es ya un problema que lo mantendrá disminuido en su accionar; tiene que respetar los códigos que le imponga esa vecindad que no es afín con su modo de vida, por lo que debe adaptarse a vivir con tupé y clase o va a tener que mudarse.

Este gallo, acostumbrado a vivir en un rejón, no está codificado para vivir en jaula de oro, es solo un mañé millonario pero no tiene clase, un carajo a la vela al que unos cuantos millones de pesos, les ha hecho creer que puede estar en todas.

Si es, o ha sido un pelotero famoso, seguro que se casará con un "mujerón" preferiblemente rubia y de ojos verdes pues no es verdad que él, siendo ya millonario y viviendo en un lugar como ese se va dizque a traer a una morena "atrasá" y grajosa de su pueblo a vivir en un sitio de la jailai(9). “No señor, o me caso con una rubia o me quedo "jamono".


Puede que haya una chica de su mismo batey a la que haya amado desde niño, pero el asunto no es de amor, “la vaina e´que en la condená e’muy prieta” y no sabe hablá con la gente, y yo no toy dipueto a pasá vergüenza. ¡Ay, no! Así piensa ya nuestro personaje. 

Puedo llenar esta página de casos como este, pero lo que me ha motivado a escribir esto, ha sido el hecho de ver el nuevo color de piel de Sammy Sosa quien, como tantos otros dominicanos, quien se empeña hoy de olvidar hasta el color de su raza, al querer trazar una raya entre su negro y él.


Parece que no se da cuenta de que ese color blanco que ha adquirido no le queda, que eso le luce al que lo trajo de fábrica no importando si es pobre o rico, y que el color no es un calzoncillo que él puede quitarse y ponerse cuando le venga en ganas sin que se note. 

Su afán de cambiar de color, lo que le ha traído ha sido la burla del mundo. Samuel debe entender que él no es de la raza Aria alemana, no es sueco ni suizo. Que sepa bien, y se lo meta entre ceja y ceja que él, es de raza negra, bembona(10)y de pelo malo; su raza vino de África. 


Entonces, por qué carajo quiere este mañé renegar de sus raices? Será mejor que aprendiera a disfrutar su millonaria negrura porque es suya. Sí, eso es una negrura y ojalá terminara de entender que esa negrura no sólo la lleva por fuera, sino, que la misma vive dentro de él.



Ojalá no se le meta en la cabeza un día, querer teñir también su sombra de blanco, porque lo único que de verdad tiene en la vida y que se irá con él al hoyo es su negrura, que cuando lo vayan a enterrar el color de la sombra que hará su cadáver es negra aunque lo entierren con el sol, y quienes lloraran su partida, serán negros.
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(1)   Jabao: Hombre blanco con pelo malo, de raza negra. 
(2)  Charol, es un barniz lustroso que conserva su brillo; se le aplica a los zapatos              de los oficiales militares. Jabao: 

(3)  Joseando: Buscando el peso en la calle, haciendo lo que haya que hacer.

(4)  Los millones de Chaflán: Película antigua filmada en México. La gleba insurrecta        dominicana, distorsionó el nombre y le llama "Los Millones de Chanflín".

(5) Estrallones: Estrellones, caídas estrepitosas en el piso.

(6) Quilla: Incómodo, airado, molesto.

(7)  Tufo: Mal olor, vaho....

(8)  Mañé: Negro haitiano común.

(9)  Jailai: Clase alta.

(10) Bembona: De labios voluptuosos. El vulgo le llama tambien, Chemba.




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