domingo, 30 de agosto de 2015

Y, HABLANDO DE REGIDORES


Por Henry Osvaldo Tejeda

En el  2010, escribí en este mismo blog:
"Negros nubarrones se ciernen sobre el ayuntamiento y sobre toda la sociedad de La Romana";  no me equivoqué, ahí están los resultados.

El Diablo acecha al ayuntamiento de La Romana
Me gustaría que a las cámaras legislativas, cualquier diputado de esos, cuyo único trabajo es rascarse las gandumbas*  y  cobrar los 25 de cada mes, introdujera un proyecto de ley en pro de ue nuevamente el  regidor sea de nuevo un cargo  honorífico, es decir, sin sueldo, aunque reciba una borona por cada sesión. Es lo único que pondría fin a esta gran avalancha de aprovechados y voraces hienas políticas.

De esa manera  los concejales, a quienes les entra una gran modorra y dejadez para sesionar, se interesarían más por reunirse a tratar los asuntos edilicios y de paso, se ganarían unos pesos por cada sesión.

 Lo mismo que hace  Impuestos Internos con la institución recaudadora de impuestos llamada Amet, a quien le suelta una borona por cada multa que ponen sus agentes, hoy ya desacreditados y  convertidos en corruptos y abusadores.

Tiempo atrás, el regidor era honorífico,  era persona honorable a los que le dolía su comunidad; gente decente que no le tenían el ojo echado al presupuesto del cabildo y mucho menos se prestaban para todas las marrullerías que hoy vemos
en los regidores.

Nuestros regidores de hoy,  devengan un sueldo que no se corresponde con el trabajo que hacen, porque hasta donde hemos visto no buscan la mejoría del cabildo, sino, la de aumentar sus propios ingresos valiéndose de todos los mecanismos fulleros que tienen al alcance de sus manos, además de la falta de vergüenza para ponerlos en movimiento. ¡Un descaro total!

De acuerdo a lo que veo para las próximas elecciones, esos mafias organizadas dentro del ayuntamiento estarían lejos de terminar, porque la calidad de los cuchumil sepetecientos nuevos aspirantes a regidor que hay al día de hoy, dispuestos a dejar el pellejo en la calle por ser regidor, incluyendo el decirle al pueblo que ellos son más sanos que la madre Teresa de Calcuta, el problema tiende a empeorar.

Esos regidores de antaño, no miraban en qué se podían beneficiar con labor, la mayoría era gente prestante de la sociedad, no necesariamente tenían que ser ricos, pero sí tenían una sana y reconocida trayectoria de vida, no como esa jauría que está hoy en el  dogout de los partidos políticos, a la espera de lanzarse sobre su presa. 

Con ellos saber que un regidor gana mejor sueldo que un médico de hospital público, además de lo ya saben que pueden sacar por debajo de la mesa (por experiencias ajenas recientes), es suficiente acicate para tentarle al Diablo.

Este ensarte de aspirantes a regidurías, lo que da es  pena y hasta vergüenza, ahí veo aspirantes sin méritos personales, y con una larga y asquerosa cola de obscenidades y oscuras actuaciones vivenciales que dan vergüenza.

No son todos, pero sí una gran mayoría, los que estoy seguro de que son unos buitres. Entre los que he visto, los dos mejores están en el PRM, y no diré sus nombres para que no se vea que quiero beneficiarlos con lo que escribo. 

 En los otros partidos, hay quienes tienen ganada su candidatura, por el trabajo serio que han hecho hasta el momento como regidores,al igual que uno que otro aspirante, tenidos en el pueblo como gente seria, son pocos, pero los  hay.

Nunca, en la vida del país se había visto tantos buitres, perdón, quise decir, aspirantes a una regiduría, específicamente en provincias como: Constanza, La Romana, San Cristóbal y San Francisco de Macorís y el Distrito Nacional, entre otras, donde los alcaldes han tenido problemas con la justicia por desfalcar sus respectivos cabildos, y que ahora, o están presos, o esperan juicio.

El alcalde de del Distrito Nacional no ha ido preso, pero es por ser de la cúpula corrupta del PLD, y según se sabe tiene méritos de sobra para estar preso con muchos años de condena.

Desde que se legisle para que el cargo de regidor vuelva a ser honorífico, esa retahíla de aspirantes, pondrán la primera, meterán el acelerador, darán un guayón y solo dejarán el pelao junto con un pedazo de suela de los zapatos, porque abandonarán sus aspiraciones.

La matrícula de serpientes, hienas y cangrejos mueluses, que aspiran a ser regidor se reducirá a solo unos cuantos de los que ya han hecho carrera, y en los que aún el pueblo tiene confianza, y otros que son viejos políticos que no han aspirado nunca y que se le reconozca que son serios y que pueden hacer un buen papel.

En La Romana,  de los trece que seguirían aspirando a quedarse en el cargo, los serios, estos se pueden contar con los dedos de las manos, y sobrarían como ocho dedos. (Son trece los regidores).


Algún diputado debería tomarme la palabra. ¡Sueña Pilarín! Pero como soñar no me cuesta un chele, no me joda nadie!
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*Gandumbas: así le decimos en San José de Ocoa a los testículos. Nos parece que testículos, es una palabra hasta bonita, en mi pueblo usamos Gandumba, granos y hasta cojones.
¡Ocoa, siempre Ocoa! Cuán distinto somos!


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