jueves, 14 de enero de 2016

JUAN HUBIERES: UN "CACO CALIENTE" DEL PUEBLO

Por Henry Osvaldo Tejeda
Hoy he querido hablar un poco de Juan Hubieres, pues, desde hace más de una década diversos sectores de la vida nacional, incluyendo a partidos políticos de derecha,  periodistas comprometidos o no, con el gobierno de turno, lo han vilipendiado y hasta satanizado hasta la saciedad, endilgándole toda clase de epítetos.

Muchos, influenciados por la interminable campaña mediática orquestada  contra los chóferes, que en realidad son empresas como otra cualquiera, se sumaron a las diatribas contra Juan Hubieres y sus compañeros. 

No es que yo quiera justificar uno que otro acto vandálico cometido por miembros de la empresa de Hubieres, como las de otros líderes del transporte de pasajeros, yo sé que en muchas ocasiones, en medio de su lucha, los chóferes han cometido muchos abusos pero ahora, solo quiero referirme específicamente, a Juan Hubieres, como yo lo veo, y su manera de actuar.

"Son unos delincuentes", "son los dueños del país", "son vándalos", "sinvergüenza y tígueres de barrios sin educación, que lo único que saben es armar desórdenes", "son unos "rebuseros", y un largo etcétera de perlas como esas.

 Esa es la imagen que el gobierno y los poderes fácticos le ha vendido al país sobre Hubieres y su empresa, tomando como referencia, uno que otro hecho lamentable en los que se han visto envueltos no solamente Fenatrano, la empresa de Hubieres, sino, de todas las demás sindicatos, o empresas.

Juan no se ha dejado amilanar por las acciones que contra su persona se ha llevado a cabo, las agresiones verbales, las acusaciones, etc., a nada de eso le ha hecho caso, pero tampoco se ha olvidado de ellas. Uno de los sobrenombres que de manera despectiva les han endilgado a Juan y a sus chóferes, es que son "los dueños del país".

Esto lo dicen porque, cuando su sector se ve dañado por una que otra medida del gobierno, Juan no se hace esperar y toma acción inmediata usando todos los medios y recursos que tiene a su alcance para usarlos. 

Como dije, los chóferes toman las calles y exigen la revocación de lo que se trate, que va en contra de sus intereses como sindicato o como empresa. 

Como el gobierno nunca les hace caso, los chóferes toman las calles y sin pensar en los problemas que le acarrean a la clase pobre que es la más usa ese tipo de transporte, paralizan el país. Aunque hay que decir que el recurso de la huelga pacífica contra los abusos está contemplado en la constitución.

Por más pacífica que se anuncie una huelga, siempre hay desórdenes aislados, muertos,  heridos, quema de gomas, etc., pero la violencia y los desórdenes no vienen solo de parte de los huelguistas, regularmente, los problemas son creados por la misma policía que los reprime y hasta provoca a los manifestantes, algo muy común en nuestra aun trujillista policía.

Usted nunca va a ver a los grandes empresarios movilizándose en las calles, porque ellos son el poder detrás del trono, es a ellos que realmente les cabe el epíteto de "Dueños del país", esos son los que quitan y ponen gobiernos.

En este ejercicio de ahora, veremos cuál es la diferencia entre Juan Hubieres y sus "tígueres" (Entre los motes, este es uno de ellos) y los grandes empresarios, los verdaderos dueños del país.

Ya vimos lo que sucede cuando el gobierno toma alguna medida que perjudica los intereses de los chóferes, específicamente, de Fenatrano (Mi tema hoy es sobre Juan Hubieres). Como dije, nunca veremos a los grandes empresarios "tirados en la calle al medio" haciendo una huelga ni nada de eso.

Es que ellos no tienen necesidad de eso, porque cuentan con grandes recursos con los que pueden poner al gobierno a comer de sus manos, no tienen que ir a la calle como hace Juan Hubieres, porque ellos solo tienen que hacerle una llamada telefónica al presidente, y no tienen ni que reunirse con él, solo le dicen que tal o cual cosa va en contra de sus intereses y ya él sabe lo que va a hacer.

Esas exigencias que le hacen los poderes fácticos al presidente, son la mayoría de las veces hasta perversas y que lesionan los intereses del pueblo, pero el presidente no puede enviarles la policía para que les caiga a macanazos, como hacen con la gente de Juan Hubieres, porque no puede contravenir ni lesionar los intereses de quiénes lo llevaron al poder y que son los verdaderos dueños del país. 

A ellos no hay que enviarles la policía a darles macanazos, esos no hacen desórdenes, no en las calles, claro que no, pues los desórdenes de ellos son silenciosos pero se reflejan en el presupuesto nacional.

En resumen, para mí, Juan Hubieres es un gran hombre, un gran luchador que no le teme al poder, un hombre abnegado que ha aguantado de todo, incluyendo atentados contras su vida; que siempre está en el momento en que su gente lo necesita.

La decisión de renunciar a su candidatura a la senaduría por la provincia de Santo Domingo, según él, para no entorpecer las negociaciones de la alianza del PRM con el PRSC, demuestra la valía de Hubieres, su no apego a una candidatura,  y su desdén a las canonjías de un cargo público.

Juan es de los buenos, usted puede estar en contra suya por cualquier acción que haya llevado a cabo en su lucha, pero nadie puede señalarlo como un corrupto. Todos los abusos contra Fenatrano y contra la persona de Juan, han llegado de las esferas gubernamentales, u otros beneficiados por éstas.


 Me las he jugado por Juan, por lo que aprovecho para exhortarlo a no mirar ahora hacia los lados en esto momentos y que no se distraiga, pues, el pueblo está primero que todo, y que no baje el ánimo de la alianza con el resto de la oposición.

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