jueves, 12 de agosto de 2010

VIVENCIAS EN OCOA: PAPI TEJEDA Y EL BAR TRES ROSAS

Esta foto fue tomada unas tres décadas antes de que Papi Tejeda fuera dueño del Bar Tres Rosas, pero talvéz le recreé la memoria a personas que están en la imagen, a la vez de enseñarles a las nuevas generaciones, de la formalidad de la época en que se tomó la foto.
Por Henry Osvaldo Tejeda

Papi Tejeda, el hijo del siempre contento Luis Tejeda, quien tenía un colmado en el Pueblo Abajo, una esquina antes de llegar a La Posa, frente a Papo el zapatero. Nuestro protagonista, que para mas referencias dire,  que es primo-hermano del pintoresco Cacao Santana, se fue para Estados Unidos regresando luego con unos ahorritos los cuales invirtió en la compra (o arrendamiento) del legendario Bar Tres Rosas de San José de Ocoa.

El Bar Tres Rosas, ubicado frente al parque Libertad, en el centro de la ciudad, fue donde aprendimos los mozalbetes de finales de los sesentas y los setentas a sacudirnos la niñez, es decir, iniciarnos con el primer "jumito", con la primera "quemaíta" a una chica, el primer "contrabando" de "romo", comprado en un colmado para bebérnoslo en el bar, ya que así salía mucho mas barato; la primera aventurilla amorística, y hasta el primer "Mire joven, ¿cuándo es que a usted le va a salir de adentro, pagar la cuentecita vieja que tiene aquí?. Palabras del Viejito Pururú a un pícaro cualquiera, clara está, El Viejito llamaba al impetrante a solas.



Papi Tejeda, es de estas personas a las que llamamos "chuscas"
 (en El Cibao le dicen "celébres", así con acento en la 2da vocal), que en cualquier momento te salen con una "pachotá".

Papi decía, que vivía "encojonao" con esa "barsa de desgraciaos", (No sé dónde los ocoeños sacamos esa palabra pronunciada así...¡barsa! palabra que denota cantidad, en demasía, muchos, una trulla, etc.).  Papi se refería a los empleados que tenía en el bar, ya que no salian de un pleito entre ellos, en fin, siempre había problemas y según él, no lo dejaban descansar en ningun sitio por mas lejos que estuviera.


Un día decidió "asilarse" (fueron sus palabras) en un cabaret de la parte alta de Ocoa, lo que se conocía en los 50's y 60's como Magante, y luego Guachupita; así se desconectaría de ese "jodío bar" y de sus problemas; Se buscó una mujercita y se fajó a beber con ella trancado en una habitación. ¡Por fin libre, carajo!.

No bien se había tirado par de "jaquimazos" y de "arreglar" a la mujercita, cuando tocaron la puerta para decirle que lo estaba buscando un empleado del Bar Tres Rosas. "No lo puedo creer". ¿Será el Diablo que me anda atrás?. -se dijo Papa [ara si- Cuando abrió la puerta, lo primero que oyó del emisario fue: _Jefe, tenemos un problema en el bar y lo tan esperando pero yaaa.
_ Ta bien, vete, que yo voy ahora. Cuando dijo ésto, puso una cara como si se hubiera transformado en un perro Buldog; se vistió y se fue al bar.
Desde que llegó al bar dijo: _Hijos mios, pongan atención porque no voy a hablar mucho. Se subió encima de una silla y dijo en voz alta: _ todos, absolutamente todos, ¡¡¡tan "toitos" cancelaos!!!!!.

Se apeó de la silla y se dirigió hacia la cantina, pero antes de llegar a ella, se volteó hacia los sorprendidos y los hasta hacía un rato empleados y les dijo: _Y pa'que vean si la vaina va de verdad, yo, Papi Tejeda, el dueño de eta vaina, también toy cancelao. ¡Jodan ahora!