Por Henry Osvaldo Tejeda
Esto escribía yo meses después de que el Doctor José Reyes saliera de la sindicatura
"....los que prefirieron quedar ciegos, con tal de ver tuerto a José"
Siempre se ha visto que cuando un líder tiene mucho tiempo en una función sea pública o privada, llegado el momento de abandonar el cargo desde donde benefició a tantas gentes, viene un momento de soledad.
Sucede que, esas mismas gentes se van retirando poco a poco como ocurre con la marea del mar, y llega el momento en que cuando ese líder mira a su alrededor, se encuentra solo, que le han dejado el vacío porque casi todos se han ido y sólo le acompañan los familiares mas cercanos y sus mas íntimos amigos, no los "amigos"
íntimos que estuvieron a su lado mientras duró en la cima, poniéndose de manifiesto lo que se conoce como "La soledad del poder".
Muchos de sus "amigos" durarán un tiempo dejándose ver para llenar las apariencias, pero a la postre, "si te vi ni me acuerdo".
He conversado con decenas de personas, que quieren ver y oir al actual síndico, la gente está ávida de verle la cara pero ese hombre está atriincherado en un fortín lleno de paredes y policías municipales huyéndole a la gente a la que tantas mentiras le dijo.
Hoy, meses después de salir del cargo, todos preguntan por el bueno de José Reyes y no es para menos, ya que esa figura emblémática de esta provincia ha marcado un hito en la historia de cómo debe comportarse un ser humano en todos los aspectos de su vida.
No todos los reveses que sufre el ser humano puede decirse que sean para mal, porque si ponderamos bien las cosas, al Dr Reyes le hacía falta quitarse de decenas de garrapatas que él, por ser tan buen amigo del amigo y hasta del enemigo gratuito que le daba el cargo, se resistía a sacudírselas, es decir, que ahora el amigo José se siente tranquilo en paz consigo mismo por la labor cumplida, conciente de que hizo el trabajo para el que fue elegido, y seguro por demás, de que muy pocas las personas en este pueblo a las que no les llegó la mano su amiga.
Reitero, mientras mas hubiera durado en el cargo, mas garrapatas se hubieran adherido a él, y para que vean lo cierto de lo que digo de que nadie sabe cómo es mejor, tuvo que venir la maldad de la traición a darle la tranquilidad al Doctor José Reyes.
Resulta hasta paradógico que una maldad hecha en contra de un ser humano, le haya llevado la tranquilidad esa persona; es lo que ha ocurrido con el amigo José y ahora, los que estan cargando con la mancha del oprobio son sus malos amigos, los que lo engañaron, los que le decían una cosa por otra, los que solo medraban bajo el manto del líder, los que se sabía que solo reptaban alrededor del Dr Reyes y a los que prefirieron quedar ciegos con tal de ver tuerto a José.
Soy amigo de José y lo seré mientras vida tenga, al igual que mi familia y como se puede notar, la figura de esa síntesis de Valores
Incorruptibles llamada José Ramón Reyes Reyes, gravitará
por siempre en las mentes de cada munícipe de esta ciudad, no importa la religión, partido o procedencia.
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