domingo, 14 de febrero de 2010

LOS CELULARES: IDEALES PARA LOS CUERNEROS




Por Henry Osvaldo Tejeda

La llegada del teléfono celular ha revolucionado el mundo de tal forma, que si uno no tiene un artefacto de éstos está practicamente "quedao". Puede ver usted a un motoconchista " de lo mas entretenido con su "guayahielo, hablando mierderías, suelto de una mano y con un pasajero detrás que se hace de la vista gorda ignorando, que se puede joder en un segundo.

Vemos a los albañiles haitianos, dejando de palear la "mezcla" de cemento y arena para atender el "guayahielo" y decir: _"Ajá, dime plimo Silié, qué pasa?
Del otro lado le contestan: _Te toy llamando de aquí arriba de la camiona de la policía, me cojién en una redá y bla bla bla...

A veces oigo a alguien que dice: _¡Tató!, te llamo pa'trá. Tató, significa que está bien, que se terminó la llamada. ... Te llamo pa'trá, quiere decir, que éste tipo llamará a quien le llamó a él o si no, le dice: _Te devuelvo la llamada! ¿Cómo carajos se devuelve una llamada? Pero nada, es la civilización de la ignorancia y querer abreviarlo todo, por lo que estamos cambiando la lengua por otra mas abreviada.

Los sonidos.
Hace días, veía las noticias en la TV, presentaban una actividad de FEDOMU (Federación Dominicana de Municípios) y al lado del podium donde estaba diciendo su discurso el orador, se oyó el timbre de un celular con el ladrido de un perro. ¡Carajo! ¡Qué verguenza! Era el celular de un flamante Síndico del país. No quedó nadie sin reirse. Es que hay gente vieja que no se respeta, que por estar en moda, quieren ponerse al nivel de los adolescentes, solo para hacer el ridículo.

El celular tiene un sin número de ventajas, una de ellas es, que quién llama, no sabe el lugar de la persona a la que ha llamado si no se lo dicen. Tengo un par de amigos que les dicen a sus esposas que están: o, en la iglesia, o en una conferencia, o en asuntos de trabajo, cuando en verdad están metidos en un motel dándole "estilla" a una gurgucia. ¡Que lindo, eeeh?

Oigamos esta conversación:

Llama la esposa: ¡Pero bueno hombre del carajo, dónde te has metido hoy? Tengo horas esperándote.
¡Ah, si, si, eeeeeh, ya voy casi pa'llá, es que toy esperando un dinero que me tienen que entregar! -dijo el esposo-
_Bueno, ta'bién, pero no te tardes mucho, adios. -Dijo la mujer, y colgó.
¿De qué manera se daría cuenta la esposa de que el dinero que estaba esperando, era la devuelta del dinero que acaba de pagar el tipo por la habitación del motel?

Esta otra:
¡Rin, rin! _¡Aló,! ¿Quién habla? dice el hombre
_Pero ya ni la voz me conoces? Alfredo, no te he visto desde esta mañana y ya son las diez de la noche. ¿Cómo es la vaina? -Dijo la mujer-

¡Hola, Mami, no te estaba conociendo, es que hay mucho ruido por aquí. Mira, Hoy ha sido un día del carajo, se me "pincharon" dos gomas en la carretera, no te imaginas los trabajos que he pasado, pero ya llegaré en un par de horas Mami. -Dijo el hombre, respirando hondo- y siguió sobando a la gurgucia de turno.

¡Mierda, que fastidio! -dijo la mujer, para luego agregar- _Bueno, cuídate amor, ven muy despacio para que llegues bien, tárdate todo el tiempo que quieras, lo que me interesa es verte sano y en casa. ¡Adios!

Ahora, la mujer se vuelve y le dice al Don Juan que está al lado suyo: _ Bueno chulo, nos quedan todavía un par de horas, así es que, dále pa'llá a esa vaina como si fuera de goma. -Dijo la mujer y siguió cogiendo "Suela".
Con todas estas mentirillas, cuatro personas quedaron felices y contentos pero ni cuenta se dan que se lo deben a ese gran invento que es, el teléfono celular.
¡Cuerneros!

¡¡¡Leña y Leña, carajo!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario