miércoles, 9 de marzo de 2011

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: LOS PRÉSTAMOS DEL TENIENTE GIL

Por Henry Osvaldo Tejeda

En Sabana Larga de Ocoa, había un teniente de la policía de apellido Gil, y cada vez que tenía la necesidad de jugar gallos o  de "arremangarse" unos cuantos potes de "romo", llamaba al raso Veriguete y le decía:
_¡Venga acá guardia (así se dicen entre policías, principalmente a los de menor rango. No sé porqué, aunque es una manera despectiva de llamar para ridiculizar al que llaman, diciéndole guardia. Siempre se ha sabido que la guardia y la policía no son aves de un mimo nido), vaya donde Nando y dígale que me llamaron de Baní para decirme que tengo un hijo enfermo; dígale que me mande $200.00 y que perdone la molestia".
¡Si señor!  ¡A sus órdenes señor!  -respondía el raso Veriguete y se iba mas rápido que al galope-.

Nando Encarnación (conocido como Nando Pica), era el jefe de una familia muy trabajadora y aunque no es que fuera rico por lo menos, vivía holgadamente con lo que producía en sus tierras situadas en la llanura de Sabana Larga.

_No hay problemas, tenga el dinero y dígale al teniente Gil que ojalá que se le mejore el muchacho.  -dijo Nando al raso Gil, entregándole el dinero-
Beriguete entregó al Teniente el dinero mas raudo que un funcionario del gobierno actual para robarse los cuartos del pueblo. El teniente sonrió y se fue de parranda para el pueblo de Ocoa, distante unos cuatro kilometros de Sabana Larga.

Era ya una costumbre; ya Nando estaba mas "jucho" que una guinea tuerta además de "encojonao". Pareciera que el teniente Gil y él estuvieran jugando un "San", en el que solo se beneficiaba el teniente; así se lo hizo saber al raso Veriguete cuando fue a hacer el mas reciente "préstamo".

 _Mire Veriguete, dígale al teniente, que la vaina no ta tan buena que interne a ese hijo suyo en un hospital a ver si los médicos dan con el problema porque....¡carajo!, también y to.... hasta Dios lo ve". (Esa es una expresión muy común en los pueblos, cuando una persona se escandaliza por algo abusivo que se está cometiendo contra alguien, o contra ella misma)  -...."también y to Dios lo ve"........

Esas y otras cosas, le había comentado Nando al raso en las dos últimas visitas de "pedidos"; Nando  le había comentado que no puede haber un muchacho por débil que sea, que se enferme tanto como el hijo del teniente Gil.
Eso mismo se lo comentó el raso al teniente Gil  y hasta se lo adornó con otras palabras feísimas, porque hasta el mismo raso, ya estaba "jarto" de servir de "pidilón" (así se dice en algunos pueblos; léase, pedigueño).

El teniente se quedó pesativo. En su fuero interno sabía que estaba abusando de Nando:
_Coño, Nando tiene razón, tengo que esperá por lo meno tre o cuatro mese pa'podé mandá a buscá ma cuarto pero, como dicen en mi pueblo "El Diablo nunca duerme"; ese mismo día  llamaron al teniente Gil desde Baní, para decirle que su hijo estaba muy enfermo y que se necesitaba dinero para comprar unos medicamentos carísimos, ademas de que estaba internado de emergencia en una clínica privada


 ¡Ay, coño! Ahora si se jodió la patineta.

Como un torpedo salió al patio y llamó al raso Veriguete diciéndole:
¡Ay, Veriguete! Ahora si la  vaina ta jodona, me han llamao de Baní y...bla, bla bla bla  (le explicó todo).

 Así es que, vete donde Nando y dile.... no terminó de decir porque Veriguete lo interrumpió para decirle;
_¿Queeeeeeeee? ¿Donde Nando otra vez, después de lo que me dijo esta mañana? ¿Es que se está usted volviendo loco?
_Mire teniente, pida mi cancelación porque yo no voy a pasar mas vergüenza con ese señor. Si usted viera la manera como me miran en esa casa......Ya yo "jiedo allá". -
dijo veriguete


_Desde que me alcanzan a ver, empiezan a  "cuchichear" (murmurar en voz baja) y solo oigo los finales de las palabras,  ..."uta"......"cón" ¡Dios mio, que vergüenza!

¡Por favor, Veriguetico, te bua'da una semana de vacacione,vete y dile que me preste tresciento peso, y dile que me llamaron urgente de Baní pa decime que mi muchacho ta muy enfermo y hay que ta interno. -suplicó el teniente Gil y agregó:
_Te juro por mi madrecita santísima, que desde que se acerque el 27 de Febrero, te voy a recomendá pa'que te  pongan una raya, e'ma, te vua'recomendá pa'sargento, dede ya, te vua'dí zaya" (no sé tampoco porqué a los sargentos le dicen "sayas", o Zayas).


Añadir leyenda

_Veriguete torció la boca, pensó en en esas rayas de sargento, mas una semana de "tiguereando"  en su lejano pueblito de la frontera de donde es oriundo y, disimulando su alegrí salió del destacamento. Cuando llegó a la calle, el teniente Gil le voceó a todo pulmón: ¡Oye Veriguete, que no se te olvide decíle a Nando que me excuse, porque AHORA LA VAINA DE MI HIJO'E DE VERDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario