viernes, 27 de mayo de 2011

Vivencias en Ocoa: Regú, un zapatero gallero


Por: Henry Osvaldo Tejeda

En este bello paisito, al que tan despectivamente los gringos le llamaron  “bananero”;  aquí  donde vivo, al menos creo yo que estoy viviendo, me han dicho que hay varias formas de morir por lo que yo viviendo, puede ser que  me este muriendo; es mas, hasta me lo estoy creyendo, porque al ritmo que voy y con los gobiernos que me ha tocado sufrir, es "a galope tendío"que voy firmar con los Orioles.

Pues bien, vivo en un país donde dos personas se  matan por un “camioncito”. Léease, por un plátano con cuatro rueditas de salami;  donde un hombre mató un perro porque el pobre animalito le robó un trozo de  “jociquito” de puerco. ¡“Pobre perro”! En mi pueblo, un chusco diría: "a ese perro no lo mató el dueño, sino, (La Jambre".

Sigo divagando, si señor, y reitero que  vivo en este trozo de isla al que se han empeñado  en llamarle país, los “Tutumpotes” con sus carrazos “Cocote Largo”, yo sigo diciendo que es un Paraje de America Latina, y que es un país tan extenso, que cualquier tribu africana que les guste comer tierra, se lo come en una semana sin siquiera eruptar. País este, donde hubo un gobierno por allá, por la década de los ochentas, en que un furgón de piña costaba lo mismo que un porta-avión, solo tenias que beberte un cafecito con un general  que era el que generaba la vaina y generó tanto, que luego cayó preso el que era mas general que el general que generaba.

Tenemos que pagar un préstamo que dicen los que lo “tomaron” (se lo robaron es el término), que tampoco es un préstamo porque es un préstamo que no es un préstamo, y puede que sí sea un préstamo, bueno, como sea, préstamo o no, lo tenemos en las costillas y los cuartos deben estar bien guardaditos dentro de la boca del  Caimán de una islita que ya conocemos porque guardan dinero ajeno y hasta le pasan jabón, lo lavan y lo secan para que se vea nuevecito.

Esa islita guardadora de  cuartos mal habidos, creo que se llama Gran Cocodrilo, u otro animal parecido, y es ahí donde deben estar los cuartos de ese préstamo (que según los "robadores" del mismo, no es préstamo, porque nunca se pareció a un préstamo y hasta la foto de un préstamo me enseñaron para que vea que en nada se parece a un préstamo).
Sund Land/Gran Caimán. ¡Coooñann! hasta rimánnn, y.........se los robánnnnnnnnn♪♪♪♪ 130 millonsuán♪♪♪ de dolaránnn♪♪♪...sonido alargado de la música de ese préstamo, que todavía suena en las orejas del pueblo dominicano.

Este es el terruño que mas aman los  presidentes dominicanos, ahí tenemos el ejemplo del actual presidente, adora tanto a este país, que viene frecuentemente a pasarse sus vacaciones. Siiiii, ese mismo LeonelFernández, que se pasa la vida "gabiao" en un avión, de país en país, de vino en vino, de voy en voy, de me fui en me fui, caviar en caviar y de cumbre en cumbre mientras el país agoniza en la cumbre de la mas perra pobreza. Desde esas cumbres no se ve si la gente se está muriendo o no. Y qué le importa a él  esa vaina, si lo que buscaba  ya lo encontró; dinero y notoriedad. Lo que él no sabe es que buscó tanto, que se ha hecho acreedor de un lugar bien seguro,  por los predios de San Cristóbal.

Aquí se le pone mote a las personas sin permiso del moteado, no es raro escuchar a alguien decirle “Cuervo” a un abogado; eso una insensatéz,  tal comparación es un insulto a esos pobrecitos en indefensos cuervos.  Que me perdonen los abogados buenos.

Voy a tener que dejar las cosas aquí, porque se me estaba olvidando el tema del que quería hablar, pero es que me entusiasmé demasiado y ya ven lo lejos que me he ido. Quiero relatarles una anécdota de Regú, un zapatero de San Jose de Ocoa al que le gustaba la jugada de gallos.
Me cuentan que nuestro héroe, fue a un pueblito de Azua llamado Las Charcas a una jugada de gallos, y sabiendo que tenía diarrea, no le paró bolas  y se fue a jugar.

El  bullicio de la gallera:  ¡Voy al pinto!, ¡Ese maldito gallo es una mona!, ¡¡Tírale Canelo!!!,  Pero animal del diablo, te vas a dejar matar?, párate y pelea hijo’e puta.,¡Doy mil a cien!!!!!!!, ¡pago! dice otro!.

 Y así va  transcurriendo la tarde, y en medio de la barahunda, sale Regú como alma que lleva el diablo hacia un montecito, se bajó los pantalones y,  ¡¡¡¡puaaaffffff!!!!, largó una plasta de mierda que roció a todas las arañas cacatas ,  lagartijas, tábanos, ciempiés y cucarachas que pululaban por el lugar, además de espantar a todas las ciguas y rolitas que estaban en las ramas de las bayahondas.

 Nuestro héroe se retuerce como una culebra, porque parece que el Cólon (fíjese bien, dije Colon, no Colón, pa’no azararme la vida), le tiene metida La Polémica  o, le esta jugando una mala pasada, de esas que te dan la sensación de que no vas a terminar nunca de pujar y de zafarte de la sica, pero nada, el hombre llegó a feliz término y se dispuso a limpiarse, pero.....

 -“Ay, coño, y ahora? Se dijo Regú, - no andaba con el Listin Diario, es decir, con papel sanitario que era lo que se usaba ademas de fundas de envolver comida en los colmados, "pero no importa, ya es casi de noche y nadie me esta viendo;  es cuando avista un palo  medio curvo y ahí mismo se montó, como si fuera un vaquero en un rodeo del viejo Oeste Norteamericano, pasando de atra’palante primero, y luego de adelante pa’trás, haciendo uno que otro giro,  para no embarrarse de su misma  George Bush, ¡Eeeyy! perdón, quise decir mierda, perdonen ombe, se me fue el hilo. ¿En qué carajo estaré pensando?

Para no cansarles con el cuento les diré, que Regú se limpió con algo que en ese campo le llaman “Palo Bellaco”.  Esa noche, nuestro héroe no durmió de tanto “jurungarse” la “puerta’e campo”, es decir, las nalgas,  y lo peor fue el domingo, ya que esa región del cuerpo parecía que la habían maquillado con  pasta de tomate, entonces se le ocurrió a Regú comprar un block de hielo, lo llevó a su casa y asi mismo como le hacen los que venden Frío Frío al hielo con un guayador, asi le hizo Regú al block de hielo, solo que Regú lo hacía con las nalgas, y ya en la noche, el block de hielo parecía un aparejo de mulo, o un jamón serrano en sus últimas.
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¡Atención ocoeños!  Desde que Victor, el hijo de Regú o algun de su familia sepan que saqué este cuento a la luz pública, tengo que avisarle a mis familiares que vayan comprando el café y las galletitas, porque soy hombre muerto.

Estas Chácharas, fueron publicadas originalmente por: elpidiotolentinosinlimites.blogspot.com en La Romana, República Dominicana

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