martes, 31 de mayo de 2011

CHACHARAS: LAS PASTILLAS Y MI MALESTAR ESTOMACAL

Por Henry Osvaldo Tejeda

Señores, hay que estar vivos para ver cosas raras, en este conuco al que le decimos país, donde para que el presidente cumpla con lo que establecen las leyes, hay que hacer un acuerdo con la oposición. Con esto lo que quiero decir, es que ya la capacidad de asombro pasó a mejor vida.

En cualquier momento de tu vida, te ocurren cosas, que por mas sencillas y menudas que sean, te fastidian la vida y lo único que puedes hacer es reírte, si quieren saber porqué lo digo, les contaré "la belleza"  que me pasó na hace mucho.

Hace días me sentía mal del estómago, y le pregunto a mi esposa si tiene alguna pastilla, o algo que me pudiera ayudar con un "fuegazo" que me salía por la boca, proveniente del estómago. Debo decir que, a esos gases que vienen de la barriga y que suben hacia la boca buscando salida, regularmente le llaman eructos, pero en Ocoa le llamamos "peos de reversa", porque los mismos hieden a perro muerto y lo peor está en que tu te los "bombeas" y no sientes la podredumbre de tus propios gases pero el que está cerca (hata a diez pies a la redonda) si no le da ganas de vomitar, por lo menos hace mas muecas que un burro cuando está comiendo naranja agria.

Les decía de mi petición a mi esposa. Bueno, ella me dijo:
-Ahí en la mesa de la sala, hay una funda con varios medicamentos, pero hay unas pastillas color rosa que son muy buenas para esa acidez (dizque acidez, habrá querido decir el fogón).
Para no cansarles con esta vaina les diré, que me tomé la pastilla y me puse a ver televisión.
Pasó una hora, dos horas, dos horas y media y nada.

Ya como a las doce de la noche le dije a mi esposa:
-Pero dime mujer ¿y qué porquería de pastilla es que me has dado? Esa vaina no me ha hecho  "na".
-Primero dejame decirte que yo no te la dí, tu la cogiste -me dijo para acotar-

-Pero que raro, porque esa pastilla es un cuchillo para ese malestar -dijo ella, a la vez que me preguntó-
_¡Enséñame de cuáles pastillas fue que tomaste!
Fui a la mesa y le llevé la funda con los medicamentos, mostrándole el sobre de donde saqué "la porquería" de pastilla que me tomé.
-¡Mira, fue una de esas!
Cuando ella las vio gritó: _¡Santo cielos, Ave María Purísima! Te has tomado una pastilla que es para ayudar a las mujeres  a bajarle la menstruación! ¡Pero que buen ñame eres, Dios mío!

_¡Noooooooo!    -dije yo- No lo puedo creer...¿Y ahora, qué va a pasar?  -le pregunté-
-Para hablarte verdad, no lo sé -dijo ella- pero esperemos a ver qué ocurre, solo tienes que acostarte y mañana veremos que pasó.


Señores, ¿ustedes ven como hay "pendejaítas" que le fastidian la vida a cualquiera?
Suerte para mi, que al otro día todo volvió a la normalidad pero, de que me asusté, me asusté. ¿Se imaginan a este macho de hombre bajándole la menstruación? ja ja ja ja ¡Que vergüenza!!!

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