Henry Osvaldo Tejeda
A veces leo, un sello gomígrafo del gobierno que se publica todos los días y que se llama Listín Diario. Leo específicamente, la sección de comentarios políticos (Opinión) porque a decir verdad, ese diario no tiene nada de atractivo, nunca me ha gustado por estar siempre del lado de los poderosos.
Ese mismo diario, que en años anteriores el libeloso Palero de la Era de Trujillo de nombreVincho Castillo (El bogado del Diablo) le llamaba "El catálogo de los anuncios", hoy al convertirse en lo que es, Vincho lo considera como uno de los mas ojbetivos del país. Claro está, ya lo mira con una lupa de otro color.
Pero ese palero y su venenosa familia que tanto daño le han hecho a este país, no es mi tema de hoy.
Ayer vi uno de esos artículos tan parecidos a los que leía en tiempos de Balaguer ¡Zafa!), donde todo, ó casi todo lo que se escribía era para agradar a ese presidente y a sus corruptos funcionarios.
Yo, que ayer me había desayunado con una "metura" de media libra de puntillas y una cuarta de grapas, me cogió con enviarle una corta esquelita al autor del artículo y he aquí lo que le dije:
Señor fulano, a veces me vuelvo medio masoquista y me pongo a leer sus artículos, pero hace tiempo que estaba por preguntarle algo. ¿Cuánto se gana usted con su escobita?
El periodista, que parece muy decente (por lo menos en responder educadamente) me contestó:
"Ponle un número y te aseguro que te quedaras chiquito. No es escobita, es un escobillòn…"
No tuve más que reírme, por lo sincero y "chusco" que me pareció su respuesta.
"Señor fulano, por lo menos eres honesto, pero de todas formas, ¿no te da vergüenza reptar?
Ahora estoy esperando su "ramplimazo". ¿Que interesante desahogarse con altura, verdad amigos?
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