Por Henry Osvaldo Tejeda Báez Con mi buen amigo y excepcional ocoeño, fallecido trágicamente en accidente de auto, Tony Isa, se dio el fenómeno de que cuando fue colocado como aspirante a una diputación (aspiración que no salió de él, no ambicionaba nada, solo estar en paz con él, con su familia y con su pueblo) la comunidad ocoeña se volcó a votar por él sin mirar el partido que lo llevó al cargo.
Es que las condiciones de ese gran ocoeño, lo hizo merecedor no solo de una diputación, sino, de cualquier cargo en la administración pública, incluyendo el de presidente de la república. Tony era muy humilde, demasiado humilde para aspirar a un puesto más allá de lo que él creía que podía ser, por eso se limitó a ejercer con dignidad la diputación y nadie, absolutamente nadie, pudo decir que Tony hizo algo reñido con la moral y las buenas costumbres. ¡Un ser excepcional!
Este introito viene a colación porque, guardando las distancias y sin querer compararlo con Tony Isa ni con nadie, quiero hablar de un joven ocoeño, cuyo tesón y las ganas que le pone a lo que hace, son dignas de ponerle atención. Me refiero a Rafael Read Velázquez (Rafelín), quien le ha entrado con tantas ganas y deseos de que Ocoa se desarrolle al máximo en lo que al turismo de montaña se refiere. Solo hay que ver lo que ha pasado en tan poco tiempo de su gestión al frente de FONDEPROSJO (Fondo de Desarrollo Eco turístico de San José de Ocoa).
No voy a detallar aquí el prontuario de realizaciones que se vienen haciendo en esa institución porque, amanecería en eso, solo quiero reconocer las ganas que le pone Rafelía a su trabajo. Personas así, son las que necesita Ocoa, con poco figureo y sin pasarle un paño con pastas a las cosas para que, ante el pueblo, se vean bonitos, cuando en el fondo están podridas. Serio, honrado, incapaz de ponerle la mano a lo que no es suyo (como está de moda hoy en el país), temeroso de ser mal señalado por su pueblo, ya que, la educación que recibió tanto en el seno familiar como en el colegio, no pueden dar cabida a otra cosa que no sea honradez y honorabilidad.
¡Ocoeño, ve mirando a Rafelín con los ojos de la realidad, contraponiéndolo a lo que está de moda! Ese "Lurio" (así le digo de cariño, a Rafelín) se merece llegar donde muchos farsantes de la política hoy aspiran. ¡Hagamos lo que se hizo con Tony Isa!
Al márgen: Rafelín, es hijo del difunto Wilfredo Read, un personaje súper rígido y de recia autoridad, egresado de la más famosa academia militar norteamericana como lo fue, la West Point. Por tanto, este lurio amigo mio, no tien por qué salir torcido. ¡Lo recomiendo! La seridad de Rafelin, me recuerda a su padre.
domingo, 5 de abril de 2015
EL ECOTURISMO EN SAN JOSE DE OCOA: TITÁNICA LABOR DE RAFAEL READ
Por Henry Osvaldo Tejeda Báez Con mi buen amigo y excepcional ocoeño, fallecido trágicamente en accidente de auto, Tony Isa, se dio el fenómeno de que cuando fue colocado como aspirante a una diputación (aspiración que no salió de él, no ambicionaba nada, solo estar en paz con él, con su familia y con su pueblo) la comunidad ocoeña se volcó a votar por él sin mirar el partido que lo llevó al cargo.
Es que las condiciones de ese gran ocoeño, lo hizo merecedor no solo de una diputación, sino, de cualquier cargo en la administración pública, incluyendo el de presidente de la república. Tony era muy humilde, demasiado humilde para aspirar a un puesto más allá de lo que él creía que podía ser, por eso se limitó a ejercer con dignidad la diputación y nadie, absolutamente nadie, pudo decir que Tony hizo algo reñido con la moral y las buenas costumbres. ¡Un ser excepcional!
Este introito viene a colación porque, guardando las distancias y sin querer compararlo con Tony Isa ni con nadie, quiero hablar de un joven ocoeño, cuyo tesón y las ganas que le pone a lo que hace, son dignas de ponerle atención. Me refiero a Rafael Read Velázquez (Rafelín), quien le ha entrado con tantas ganas y deseos de que Ocoa se desarrolle al máximo en lo que al turismo de montaña se refiere. Solo hay que ver lo que ha pasado en tan poco tiempo de su gestión al frente de FONDEPROSJO (Fondo de Desarrollo Eco turístico de San José de Ocoa).
No voy a detallar aquí el prontuario de realizaciones que se vienen haciendo en esa institución porque, amanecería en eso, solo quiero reconocer las ganas que le pone Rafelía a su trabajo. Personas así, son las que necesita Ocoa, con poco figureo y sin pasarle un paño con pastas a las cosas para que, ante el pueblo, se vean bonitos, cuando en el fondo están podridas. Serio, honrado, incapaz de ponerle la mano a lo que no es suyo (como está de moda hoy en el país), temeroso de ser mal señalado por su pueblo, ya que, la educación que recibió tanto en el seno familiar como en el colegio, no pueden dar cabida a otra cosa que no sea honradez y honorabilidad.
¡Ocoeño, ve mirando a Rafelín con los ojos de la realidad, contraponiéndolo a lo que está de moda! Ese "Lurio" (así le digo de cariño, a Rafelín) se merece llegar donde muchos farsantes de la política hoy aspiran. ¡Hagamos lo que se hizo con Tony Isa!
Al márgen: Rafelín, es hijo del difunto Wilfredo Read, un personaje súper rígido y de recia autoridad, egresado de la más famosa academia militar norteamericana como lo fue, la West Point. Por tanto, este lurio amigo mio, no tien por qué salir torcido. ¡Lo recomiendo! La seridad de Rafelin, me recuerda a su padre.