domingo, 19 de abril de 2015

LA FRASE DE AYER, Y EL PALO'E LA GATA DE HOY


Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
Hay una frase que se puso de moda en las elecciones internas del PLD en el 2008, y que en estos momentos luego del palo de la gata que recibió, tal vez dentro de pocos días cuando ya todo se haya consumado, pudiera salir de la boca de  Leonel Fernández, pero no creo que lo haga por ser esa, una frase salida de lo más profundo del corazón rabioso, derrotado e impotente de su adversario político en ese momento. 

Hay una sentencia, distorsionada de la original pero adaptada al jocoso argot popular del dominicano que reza así: "El que a hierro mata, no puede morir a escobazos". 

Leonel Fernández, es el tipo de político al que no le da vergüenza el escarnio público, tan bien ganado por su atroz e irresponsable abuso contra el pueblo dominicano al usar los fondos públicos para el boato, y para enriquecerse él, su familia y a un exclusivo clan de amigos, poderosos por demás.

Por eso lo vemos huyendo despavorido, al ser acosado por dominicanos en el exterior, quienes le voceaban a viva voz toda clase de improperios, entre ellos, el que siete de cada diez domincanos pensamos que es el que más le pega, es decir, ladrón, ladronazo, ladronazazazo.

Pero Leonel, aunque con el rabo metido entre las patas, en su fuero interno no sentía vergüenza, es que no podía ni puede sentirla porque carece de ella. Nunca pensó verse en las actuales condiciones políticas, y lo que barrunto que más le duele, es que su verdugo haya sido alguien a quién él engañó.

Nada le da vergüenza, por eso digo que no dirá la mencionada y ya famosa frase, el orgullo y el respeto por sí mismo no lo dejará decir esa frase, precisamente por eso, porque no tiene orgullo ni tampoco se respeta y si se respetara, hace tiempo que se hubiera retirado de esta contienda a la que ha venido forzando, trayéndola por las greñas, para imponerse ante todo el que se le pare por delante. 
A Leonel, no le queda de otra, que negociar una cuota de poder, si es que el PLD sigue "subío en el palo" (cosa que está por verse), y estoy seguro que la principal de sus condiciones será, que nadie ose tocar la composición de sus putas, es decir, las venales altas cortes ni con el jodío pétalo de rosa de Hipólito, no vaya a ser que las mismas, vayan a caer en manos de quienes lo quieren ver en la cárcel, tanto a él como al resto de su corrupta gavilla.


Cuando él fue el verdugo, no le importó el daño infligido al dueño de la famosa frase, a quién engañó como a un niño de teta por estar este de confiado. En los próximos días, cuando "el palo'e la gata" haya sido consumado, luego de que ahora que la tortilla se volteó me gustaría escuchar de la boca de Leonel la frase: "Me aplastó el Estado".

Aunque la diga, nadie le hará caso porque, lo que verdaderamente lo aplastó fue su alma corrupta y ambiciosa, creyéndose un faraón, un buda, y hasta un Jesucristo.

Ese aplastamiento, fue el mismo que le propinó a Danilo en el 2008, lo que hizo que este último fuera hoy su despiadado verdugo que toma ahora la más dulce de las venganzas. 

Nunca le pasó ni remotamente por la cabeza. que Danilo le comería los caramelos, y para acabarla de amolar, tiene que meterse de lleno en la campaña para apoyar a Danilo porque, si pierden el poder, los vientos huracanados lo llevarían al Sur Cortito, es decir, a Najayo, pus aquí hay mas de medio país que quisiera verlo en el más oscuro calaboso. ¿Te montarás en la patana, si o no, Vale Leo?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario