domingo, 3 de enero de 2010

UN CORTO DIALOGO EN LA CIUDAD DE LA ROMANA


Por Henry O. Tejeda

_¡Aló! ¡Buenas tardes! -dice un ciudadano cualquiera-

_¡Buenas tardes! ¿Qué desea usted?


_Señora, tenga la amabilidad de ponerme a Juan Luis al teléfono!
_Con mucho gusto. ¿De parte de quién?
_Dígale que es su amigo Manuel, por favor!

_¡Muy bién, espere un momento!

Llega Juan Luis y dice: _Dímelo mano ¿Qué hay de nuevo?

_Na mano, aquí en casa tranquilo, pero tamo bien.

Oye, te toy llamando pa'que nos juntemos un ratico abajo en la casa donde vive Josefa, pues tenemos un "cancito" con unas cuantas jevitas del barrio, y eto se va a poné bueno.
Ej'un "cancito" sano Manito, no te lo puedes perder.

_Mira Manuel, de corazón te digo que quisiera ir, porque me he pasao to'estos días aquí trancao en la casa, te agradezco la invitación, pero lo siento mucho con dolor del alma te digo que no puedo ir.

_Pero Juan Luis, ¿Qué te pasa mano? Me acabas de decí que te ha pasao to'el tiempo en la casa. Si quieres, te paso a buscá por allá".

_Ya te dije, no voy, no voy y no voy. Lo siento mucho por los dos, gracias Manuel -Dijo Juan Luis-

_Pero, ¿se puede saber el motivo de eta negativa tuya, amigo?


_Bueno, ya que insistes, te voy a decir el motivo por lo que toy encerrao sin salir, y también se lo diré a to'el que conozco, ¡No salgo a las calle de La Romana, los policías están como los animales rabiosos, te matan hasta por mirarlos mucho. Parecen gorilas furiosos. ¡¡¡Te matan por cualquier quítame esta paja!!!.

Amigos lectores, si las cosas continuan como van en ésta ciudad, no vamos a poder transitar a ninguna hora, pues si no te mata un delincuente, te mata un policía. En esa institución se perdió hasta la autoridad interna, y son muchos los motivos por lo que ésto está pasando, que dicho sea de paso, no es a mi que me toca señalarlos, ni mucho menos corregirlos, a los que les pagan para eso, que lo hagan ellos.

He defendido mucho a la policía, cuando se trata de darles pa'bajo a los delincuentes y he sido criticado muchas veces por eso, pero ésto de andar en las calles como gorilas rabiosos matando gente solo por matar, ya es otra vaina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario