sábado, 30 de enero de 2010

ENTREVISTA A UNA SUFRIDA LETRINA DE CAMPO


Por Henry Osvaldo Tejeda

El periodista se para ante la puerta de la letrina y pregunta: _¡Buenas tardes, señor Retrete!
Letrina: -¡Buena tarde señó! ¿Busca uté a alguien llamado Retrete en éte batey?
Periodista: _No, no, me estoy dirigiendo a usted señor Retrete.
Letrina: _Pero, quién le dijo que yo me llamo así, ¿y ese nombre tan feo? mi nombre e Doña Letrina.
Periodista: _¡Ah,! Perdone señora Letrina, es que en el pueblo le llaman Retrete.
Latrina: Eso e allá en el pueblo, aquí en este Batey me llamo letrina. La letrina de pueblo tienen como cabeza un cajón rubio, yo tengo un cajón cuadrado de tabla con un hoyo prieto, ya uste sabe pa’qué.
Periodista: _Bueno, perdone usted doña letrina. ¿Es éste el Barracón #14 de este Batey?
Letrina: Si señó, del Batey El Araña.

Periodista: Quisiera que me diga usted cómo es su vida en éste Batey?

Letrina: _¿Mi vida dijo uté? Mire uté, pa comenzá, no sé porqué me han hecho la cabeza cuadrá, pero eso no'e lo peor, si ud viera la cosase que veo aquí y el maltrato que sufro con eto maldito pitise haitiano sin un chin de educación.
Periodista: Me lo imaginaba, pero, dígame, cuales son esos maltratos?

Letrina: Mire uté, ello se aplatan encima del cajón ete que uté ta viendo aquí que tiene la boca redonda. El problema son eso sijo'e puta que cuando me tan aqueroseando no apuntan bien y me largan la sica por to lo lao del cajón, son uno puercose. Uté sabe, que el que aquerosea con sica, también mea, bueno, ese e otro problema porque el caño de miao lo sale pa'to lo lao, y cuando ese miao se seca, eto aqui e la del Diablo, jiede ma que la mima sica, ya no aguanto ma eta vida.

Periodista: _Bueno doña Letrina, me parece que a usted no la lavan nunca porque el tufo que sale por ese cajón le revienta los pulmones al mas lindo?. _Dígame, la lavan regularmente?

_¿Lava a quién?, el otro dia se le ocurrió a un pendejo quemá el hoyo y por poco se eplota to, ese sica creo que tenía pólvora. A vece, me echan Cal de la blanca diqe pa matá la jediondé pero que va, no hay animal ma puerco que un haitiano. ¡Solo párese al lao de uno pa'que vea lo que le digo!.

Periodista: _Dígame doña letrina, ¿dónde está el papel sanitario, no lo veo por parte?

_¿Papel sanitario? ¿se pué sabé qué e eso?

Periodista: _Es lo que se usa para limpiarse luego de hacer las necesidades fisiológicas.
_¡Ja, ja, ja, ja. Dique limpiase con papel. ¿Uté ta loco? ¡Mire uté to lo palo que hay aqui adentro, de donde tan pegá la tabla, fíjese que embarre. ¿No le dice eso naita?

Periodista: _No, ni idea de lo que me quiere decir, doña letrina.

_Pué mire que ahí, e que ello se limpian la aquerosidá de la nalga, primero se ponen de epalda al palo, depué van reculando patrá, hata que pegan la nalga en el palo, pero cuando van reculando lo hacen en pinganilla, o sea, en la puntica de lo pie pa podé levantá la nalga, entonce cuando ya tan pegao, se van bajando chin a chin hata que dejan to la porquería pegá del palo, depué se mudan de palo y le dan de abajo pa’rriba. ¡coño, que mugre!
Se lo digo señó, el haitiano no parece gente, carajo, que bruto y hediondo son.

Periodista: ¡Ofrézcome, que suciedad! Estoy casi al vomitar

Letrina: ¡Mire uté como se ven to'esa pelusa de maí, mire en aquel otro palo cuanta cácara de mango y cacarita de habichuela, aquí hay de tó, yo pareco una bodega, pero una bodega de mierda.

Periodista: ¡diablos, que ingenio el de estas gentes!

Letrina: _Pero, ¿cómo ingenio?, será que aqueroso, lo maldito.

Periodista: ¡Bueeeno, si! Pero dígame, y cuando viene visitas que no conocen ese modo de limpiarse, qué pasa?

Letrina:_ Mire señó, la semana pasá vinien uno turitase de Casa de Campo y a una señora muy decente preguntó, que dónde taba el baño? ¡Ay, Dio mío, que vergüenza! . Dende que entró, por poco se marea de la tosedera que le entró y hata vomitó en el piso, pero era tan grande la gana de ensuciá que tenía, que se “añangotó” encima del cajón y ¡Plassssssss! ¡Diablos! Parecía una ducha; taba la sica al pecho.

_Esa señora salpicó to lo sétose y depué se paró relojiando para to lo lao al parecé bucando algo pa limpiase y cuando no vió na, la pobre mujé se quitó lo Blumen y se lo pasó primero, de abajo pa’rriba , luego lo dobló en otra vé, y se lo volvió a pasá, ahora de de arriba pa’bajo, volvio y lo dobló, y se limpió por lo do laos de la nalga y me lo tiró dentro del cajón. ¡Carajo! ¡Que vergüenza!

Periodista: Y, usted, ¿qué dijo?

Letrina: _Yo no toy aquí pa decí na, yo toy aquí pa que me embarren solamente, esa’e mi vida.

Periodista: _Bueno, señora letrina, lo que está usted pasando no es nada fácil. ¿Qué piensa usted hacer en el futuro?

Letrina: _Pero de qué futuro me tá uté hablando? Ojalá pudé pedí mi traslado pa un batey ma decente donde no hayan haitiano, pero eso e imposible, en lo bateye solo hay haitiano, caña y sica de bueye.

Pero la cosa fueran ma higiénica si eso pitises comieran otra cosa, e que se viven jartando de Pica Pica con bollo de harina, bollo con esto, bollo con aquello, to lo hacen con bollo, ya me tienen jarta de bollo. A vece, e que se comen una habichuelita con arroz, pero no reburujan la comida con verdura, no le guta eso. Yo digo que los bueye son ma limpio que ello.

Periodista: Bueno, Doña Letrina, ya se me hace tarde y tengo que irme, gracias por la entrevista.

Letrina: ¿Tan pronto se va? ¿No le gutaría darse una cagaíta antes de irse?, e lo único que le puedo ofrecé porque usted sabe que............(aquí la interrumpió el periodista para decir: __No, no, Doña, gracias, adiós.
Sacó un pañuelo, se tapó la naríz y se largó corriendo.




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