viernes, 21 de mayo de 2010

CONVERSACIONES DE DON TITO Y VALE PUEBLO


Por Henry Osvaldo Tejeda

_¡Hola Don Tito, hacía día que no lo veía por el barrio! ¿Qué le taba pasando a uté?
_¡Ay, Vale Pueblo, la bulla de esas "Tumba Cocos" en política me tenían nerviosos"
_No, no, Don Tito, ni me hable de eso, uté sabe que mi mamá todavía ta viva y ya tiene casi 95 años y cada ve que pasaba esa jodienda, le temblaban hata la caja de lo diente, la pobrecita decía: _"No me sirvan la comía hata la dié de la noche, que e cuando se tranquilizan esa bocinase".
_Muy lamentable -dijo Don Tito-

_Don Tito, quiero preguntarle qué pasó con el partido del jacho? -dijo Vale Pueblo-
_Nada que no se viera venir, después de los disparates del Presidente de ese partido, que desde hace meses empezó a hacer chanchullos, atajándole el paso a dirigentes muy populares y valiosos del partido tan solo porque no eran de su agrado; les hizo fraudes en la convención, puso aquí, quitó allí, y ahí se jodió", es mas, ni tiempo sacó para hacer oposición al gobierno, pero si negoció y logró que Leonel le diera un contrato para construir ocho Kilómetros del Metro de la capital.

_Y ahora, qué va a pasá con ese tipo? He sabío que él quiere ponese de nuevo como candidato pa sé presidente del paí en el doce? -dijo Vale Pueblo-
_Que vaya apuntando para otro lado, porque eso si que se le ha puesto lejos en estos momentos. -dijo Don Tito-
_Dígame entonce, ¿y el calvo Hipólito, que uté cree que haga? -dijo Vale Pueblo-
_Lo que tiene que hacer, amarrar la chiva en las casas de todos los disgustados y lanzarse al ruedo.
_¿El ruedo? Pero que tienen que ve lo ruedo del pantalón con política?
_Mira cristiano -dijo Don Tito- no seas tan bruto, quiero decir, lanzarse a la arena a luchar por la candidatura.
Ahora sí e'que entiendo meno, orita el ruedo y ahora la arena. Tan bien que ibamo conversando, ahora me le hizo una gasá a lo que hablabamo. Cambiemo de tema, dígame Don Tito ¿Y to'esa gente que tan matando por lío de droga, qué e lo que pasa? -dijo Vale Pueblo-

Don Tito, practicamente tiró un brinco del banquito en que estaba sentado y dijo:
_¡Ay, estos fuñíos dolores de espalda me estan matando, ya me voy a tomar mis pastillas, pero antes debo recordarte que "En boca callá no entran moscas". ¡Nos vemos luego Vale Pueblo!