Henry Osvaldo TejedaDecía yo en un reciente artículo anterior, que el dominicano no come cuentos con el sexo. Ahora, el señor Luis Rodríguez Taveras, de 45 años y residente en las afueras de Santiago, República Dominicana, lo pone de manifiesto.
Luis se dió una buena "jartura" de estimulantes sexuales en busca de placeres desproporcionados y tuvo que ser internado en un hospital de donde huyó, desde que supo que los doctores estaban por cortarle el "ripio", ya que podía cogerle gangrena.
¿Yo sin pene? No, esa vaina no" le dijo a los médicos que le atendían lleno de angustia.
Luego de jartarse de estimulantes sexuales, al pobre Luis se le paró " La Cosa esa" y no había forma de bajársela; se le estaba poniendo negra y ni podía orinar, por lo que los doctores decidieron rebanárselo como hace un colmadero cuando vende salchichón al detalle.
Esa es una enfermedad llamada priapismo, que consiste en una erección prolongada y dolorosa sin tener relación con el deseo sexual.
Rodríguez Taveras dijo que advirtió a su esposa no firmar el documento que autorizaba la poda de "Su cosa", "porque no podría vivir sin mi pene".
Parece que al Vale Luis le dio verguenza y dijo a los periodistas que él no ingirio ningun estimulante.
La nota jocosa del drama se dió, cuando un curioso comentara en voz alta: ¡¡Pero, masturben a ese infelíz!!
