jueves, 19 de mayo de 2011

CHÁCHARAS DE GOOGLE Y EL CAMPESINO

Por Henry Osvaldo Tejeda
Ayer estaba pensando, en qué tema escoger para comenzar a escribir mis chácharas, no tenia nada en la mente y decidí sentarme en el patio de la casa, me quedé mirando (como siempre) mi mata de Mamón fijamente,  y como si lo estuviera mirando al lado Mio, vi un señor de aspecto campesino con un gran sombrero, y aunque bien vestido, por donde quiera que uno lo mire te recuerda a un Vale del Cibao, un campesino banilejo, un vale del sur profundo o, un higueyano de estos "agentaítos" que venden una vaca para comprarse un revolver y un sombrero, para luego luego subirse en un caballo bien enjaezado y así parecerse a un Hopalong Cassidy, Durango Kid, Gene Autry, Red Rider, Tin McCoy o, Bat Masterson.

Todos estos personajes clásicos de los Muñequitos de vaqueros y los Western norteamericanos de Holywood, y así andar calle arriba y calle abajo en la ciudad, pararse en un centro cervecero a hacer sonar las espuelas mientras enseñan el revolver en su canana, sujetada por una correa ancha de cuero y de una gran hebilla que, en su centro tiene la imagen de una cabeza de vaca, todo un vaquero del Oeste .

En lo que él se “jarta” de cervezas oyendo unas rancheras de Miguel Aceves Mejía que pidió al Disc Jockey, el pobre caballo se caga y se mea en el parqueo. Decía. que cuando me quedé en bavia, el señor que vi, estaba como alelao, mirando desde la puerta de un centro de Internet, cómo un joven sacaba informaciones de una computadora y las iba comentado con una joven que tenia al lado. El hombre se decía: “Virgen santa, hay que tar'vivo pa've cosas raras, esa "cosa", cualquiera dice que habla.
Al ser uno de los hombres mas respetados por los moradores de; campo donde vive, por lo que,  desde que llegó reunió a todos los vecinos y les contó lo que vio, y dijo que compraría un artefacto de esos y no había pasado la semana completa cuando se fue de nuevo al pueblo, vendió un becerro, entró a una venta de computadoras y compró una, pero le explicó al vendedor, que la compraba con la condición de que le enseñaran a su hija Berta,  por lo menos a comunicarse con el mundo como el vio hacerlo días antes a un joven.

_No se preocupen por cuartos, yo le pago al que vaya a enseñar a mi hija. En un día, le instalaron la computadora y ya tenia Internet (era un campito de esos donde hay energía eléctrica y teléfonos), luego le enviaron un técnico para que le enseñara a Berta, la hija de nuestro héroe, a conectarse.

La chica rápidamente aprendió a conectarse y desde que el técnico se fue, se sentó en la computadora y ¡Eureka!, la modernidad había entrado a ese humilde hogar del campo.
Marcos, que así se llamaba el campesino, que ya estaba impaciente por descubrir el mundo le dijo a su hija: "_Berta, ven siéntate en la "Cosa"esta y pregúntale si hoy va a llové", pues voy para el conuco y no quiero mojarme porque sabes cómo me pongo cuando me “tupo”.

La hija entra a Google y escribe: "Hoy Bacho ve? (así mismo, con faltas ortográficas). Google dice: " Si señor, en sus mas recientes declaraciones El Bacho ve, que usted es un idiota si no vota por él y que además de feo es el panorama del campo,  así se verá Ud. si no vota por él. Google hablaba de una entrevista que le había hecho al Bacho, el político de izquierda.

Don Marcos frunció el ceño y dijo: _ Mierda, pero y por qué me dice idiota si solo se le ha preguntao si hoy caerá lluvia? y me ha dicho hasta feo. Que indecente.-
Dime Berta, como se llama ese a quién le preguntaste?__Google, papá Marco, así se llama el que me puso eso que te leí. -Bueno, pregúntale a ese hombre, dónde puedo encontrar la caja de dientes que hace tantos días que se me ha perdío._
Pero papá, esta cosa no hace esas diligencias, ella no sabe ni siquiera que se te perdieron los dientes; es mas, ni siquiera te conoce. - dijo Berta-. Don Marco le contesta:
-A mi me dijeron que eso lo sabe tó, entonce, pa"qué tu crees que gasté tó'los cuartos del becerro? - Berta, piensa como empezar y luego escribe: "Marco, mi padre, dice que dónde tan sus dientes, los quiere encontrar para tener un alivio. Google dice:
"No sé para que quiere dientes, si el malcomí no piensa, dijo Lidio Cadet cuando le preguntaron sobre el particular".
 Cuando Berta le leyó la respuesta, Marco se encojonó, se le aventaron las narices (como a un amigo mío, que es muy decente , pero cuando le pasa eso, hay que “dejar el pelao”) y dijo:
-Y.. ea mi que me diciendo malcomío, la disparatosa vaina eta? _¿Se tará volviendo loca esa maldita cosa?
Berta, por calmarlo le dijo: -No papá, es algo que se parece a lo que escribí, pero no es a ti, parece que se equivocó. Ahora dime que otra cosa le pregunto?
-Mira Berta, haré un par de preguntas mas, si me contesta con una vaina rara, hasta aquí llegó el "endiablao" aparato ete. Pregúntale cómo se saca el sucio de la ropa y que si tu tía Titina, así guapa como , va a salarme la carne de osobuco que le dije, y dile que guise las pate'puerco que compré en la carnicería de Mari, con lo que me quedó de los cuartos del becerro que vendí con dolor de mi corazón pa'comprá esa maldita hija de la gran-putadora.
Berta escribe lo que le dijo Marcos tal cual se lo encomendó el papá y luego lee la respuesta de Google:
"Y sigue ese Sucio, ahora preguntó si era "Titina que se llamaba, la Ciguapa que le gustaba el salame, se supo que el Maricón ese, que no deja de preguntar pendejá, se quedó con los cuartos del becerro que vendió". "
Ese animal, que no quiso nunca ese buen puerco, que lo guise Mari que tiene muy buen sazón, pero era para enredarse entre las malditas patas de la puta Dora.
No bien había terminado de leer Berta la respuesta de Google, cuando el Vale Marco, con una mano de pilón (de majar arroz), le propinó un tremendo estacazo al monitor, al tiempo que decía: _La maldita mai tuya e'la que e’una sucia, maldito aparato del carajo. -mas me hubiera valido comprame eso cuarto de comía, y no vení a ta de agentao comprando una jodienda que lo único que hace e insultame".

Y así diciendo, descargó otros dos trancazos a la máquina a la vez que seguía voceando: -"Tu sabe lo que e dique decime a mi, a Marco Moronta, dique puerco, sucio, animal y dique me quedé con lo cuarto de la venta del becerro.
-¿Quien le dijo a ese pendejo aparato que no son mío lo cuarto?, trabajao con mi sudor. Tó'eso yo se lo hubiera pasao, pero vení a decime que yo andaba dique enredao en la pata de una tal Dora y que hata puta e'la mujer.

-Dicho esto, descargó el último de los estacazos a la computadora y ahí pasó el evento, los pedazos cayeron por todas partes y mirando a su hija Berta, solo dijo: -Mejor me quedo bruto, mira cuanto cuarto perdío. Ve, cuélame un poco de café.
Estas chácharas se publicaron primero en elpidiotolentinosinlimites.blogspot.com

1 comentario:

  1. genial, este tío se las trae, no me pierdo este portal. lo cierto es sque esta padrísimo. Vale

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