domingo, 22 de abril de 2012

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: LAS VAINAS DE LUIS BAEZ

Luis Báez
Por: Henry Osvaldo Tejeda

He dicho muchas veces que, en los pueblos, siempre hay personajes pintorescos y Ocoa no es la excepción, Luis Baez era (y es),  una persona muy jocosa.

Cuando este personaje llegaba al cine del pueblo, regularmente lo hacía un poco tarde, luego de haber comenzado la función, y
todo el mundo estaba concentrado en la pelicula, se escuchaba la voz de Luis Báez decir:

¡Buenas noches damas y caballeros!"
Como nadie respondía el saludo, Luis decía en voz alta para que todos lo oyeran;
_¡Anda pa'la mierda, coño! Cuanta gente mal educadas!.

Al salir del cine, se iba a la cafetería de Niní (el pastor evangélico), ubicada  frente a la esquina Sureste del parque Libertad, a tan sólo unos cuantos pasos del cine,  donde pedía un servicio de una batida de lechoza y un sandwich de jamón y queso.

Desde que le servían el pedido, Luis procedía a escupírlo para que, ni por asomo, a nadie se le abriera el  apetito con su manjar. Sabía que luego de asquerosearlo, nadie le pediría. Esa era una de las tantas facetas del showde Luis Báez.

Otras de las ocurrencias suyas era, que cuando el equipo de pelota de Ocoa jugaba con el equipo de Baní y le tocaba ir al bate a Luis, siempore aparecía alguien del lado de las gradas donde estaban los banilejos, que le voceaba algun improperio, entonces Luis se bajaba los pantalones y les enseñaba las nalgas.
Lo mismo ocurria cuando le voceaban, "Luis Novillo", ese era el mote que le tenían en Ocoa.Nunca supe el motivo.

 Me dijo una vez, que se comió un rabo de puerco que le hizo un daño tremendo y que las tripas le tenian una sinfonía en la barriga, ya que segun él, tenía los intestinos "revoltiaos". Asi, le llegó la hora de acostarse y Juanita, su esposa, ya se había dado cuenta del desastre estomacal de Luis y sabia que un follón de ese marchante no se podía cambiar por sica, porque salia perdiendo el que ponia la sica, por eso, le dijo que se acostara pa'los pies y no tuvo mas remedio que hacerlo.

Pero esas tripas de Luis no se estaban quietas, pero aun así, aguantó lo mas que pudo para no fuetearle a Rosita un "viento" pero, llegó un momento en que no pudo mas y  se sopló un melodioso follón, que cualquiera que  hubiera estado en las cercanías hubiera dicho que las nalgas de Luis hablaron.
Tanto así, que Rosita se despertó y le  preguntó:
 "¿Me llamaste Luis?".
 _-"No mami, esos son los gatos en el callejón, sigue durmiendo mi amor",  dijo Luis loco por echar una carcajada, pero se aguantó. Me dijo que ese follón sonó como un gato de madrugada enamorado.
Solo se dijo: ¡Diablo,  pero que malo soy!

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