martes, 15 de noviembre de 2011

CHACHARAS: EL TRAJIN DE UN PASADÍA CAMPESTRE

Esas caritas sonrientes son porque vamos en carretera buena
Salimos con buen pie de La Romana
Todo eran sonrisas hasta que llegamos a este punto que indica un desvío donde empieza la carretera rota.


Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

El Domingo 13 del corriente, asistí a un pasadía en un campito no muy lejos de la ciudad de El Seibo. Fue una tertulia íntima organizada por el Doctor Frank Martínez, ya que hace tiempo que era su deseo, escuchar una buena seleccion de música vieja de la que yo acostumbro (sin modestia aparte) suelo y sé hacer, donde sólo se oye lo mejor de cada género (boleros y baladas en este caso).

Con una semana de antelación nos pusimos de acuerdo y ya el Domingo 13, se hizo realidad esa tertulia de solaz esparcimiento en ese rústico, pero acogedor campito, rodeado de verdes montañas que me recordaron gratamente las lomas de mi querido San José de Ocoa, y no pude evitar sentir una gran morriña.

Miren las caras entre Higueral y Guaymate (carretera mala)
Hice una selección de 250 canciones (¡que abusador!) y las introduje en una memoria USB; era para matarnos las ganas de oír música por lo menos, por 5 meses. ¡Increible! Pero al amigo Frank Martínez, que dicho sea de paso, es precandidato presidencial por el PRSC, le cogió el "gustico" al asunto y ya estamos convocados de nuevo para "hacer uso del codo, la boca, y el gusto musical" por  varias horas más de nuestra agitada existencia.

En esa próxima tertulia, me dicen que hay un chancho que irremediablemte tendrá que ser sometido a la "obediencia, condenado a muerte y llevado al paredón. (¿o.... al fogón). Mi team y yo, lidereado por Elpidio Tolentino, estamos de lo más guapos con esa noticia.  je je je! "Ma'bueno que'e así".
Retorna la alegria, entramos a la carretera de El Seibo



Llegamos y nos recibe Frank Martínez. Elpidio se dispone a chequear los switch de la energía y así empezamos la instalación de la música.
A  alguien se le ocurrió hacer una anécdota de las ya famosas aventuras del personaje romanense más  pintoresco de los últimos años, me refiero al famosísimo Charlie Papas.
Desde que se hizo la primera historia de Charlie, surgieron muchas mas con el mismo protagonista haciendonos reír hasta que las comisuras de la boca se pegaran con las orejas. ¡Increíbles las aventuras de el buen Charlie Papas!

Degustamos varios plumíferos con yuca, además de chuleta frescca horneada. ¡Diablos, que ricura! Que bien sazonado quedó todo. ¡Santísimo! Con una comedera así, no hay alcohol que "ajume" a ningún mortal. Yo comí un poco más tarde porque salí de mi casa preparado para dar una buena batalla. Sólo me puse un  poco de cebo en el codo para engrasarlo bien, por si acaso. A ese cebo, en  Ocoa le llamamos, "Cebo Catruta". ¿...?
Henrito, mi hijo, ayuda en la instalación de cables
Y así, entre tragos, chercha y conversaciones amenas de todos tipos y calibres (menos de política), transcurrieron varias horas hasta que decidimos coger carretera de nuevo hacia La Romana.

Elpidio volteaba los ojos por la gran jartura que tenía; Rubén Quezada se "arrellanó" en una silla y se parecía una foto que he visto de alguien que vendió al contado, con las patazas abiertas, una sonrisita de retrato y con su panzota casi soliéndosele el ombligo;

En una ocasión le pedí por favor a Ruben, para que no se me pusiera de frente a mi porque esa "jartura" podría hacer que se le zafaran algunos botones de la camisa y herirme; Estaba tan "jarto", que no le cabía ni un slogan político en la barriga.
Aquí esperamos que Elpidio chequeé la electricidad de la casa



De Franklin Cordero me lució que, en esas pocas horas que estuvimos en el campo, cogió color y se le llenaron los buches una poco,  y supongo que debe haber aumentado como diez libras, hasta se le olvidó usar el BB, y mire usted, que eso es ya  mucho decir, ja ja ja ja.
Franklin comió como si hubiera estado estrenando una tripa nueva ese día. (Aquí entre nos, si Franklin llega a leer esto, soy hombre muerto).

Cogimos carretera aún de día,  para no tener que pasar un "víacrucis" llamado "carretera Higueral/Romana en horas de la noche. Eso es el Diablo. Solo he visto tantos hoyos en dos carreteras que son: la carretera Higüeral/Romana y la otra es, La Romana/Higüeral. ¿Entendieron?


Franklin y Ruben no esperaron mas, y dieron inicio a la bebida
Fue tan grande el zarandeo al que fuimos sometido por los hoyos de esa maldición de carretera, que cuando llegamos a la entrada de La Romana, todos queríamos estar en nuestras casas para hacer unas "diligencias muy personales", porque lo que habíamos comido y bebido ya lo teníamos a la altura de las rodillas.

Ahora le estoy echando la culpa al gobierno porque lo que consumí no me aprovechó; es que duró tan poco en mi estómago, que no dejó al organismo absorver los nutrientes de lo consumido.

¡Que vergüenza de gobierno! Años y años solicitándole la reconstrucción de "un tramito viejo flaco" de carretera, y se ha tapiado los oídos para no oir los reclamos. Pero ya se acercan las elecciones y sé que pronto estará lista.

Arranca la música con Leo Marini "Yo Vivo mi vida"en  mi "Troncomóvil azul".

El Team de bebedores que fuimos a hacerle el gasto a Frank Martínez no fue muy grande, ya que se trataba de un grupito reducido de personas con las que Frank tenía de deseos de  compartir, fuera de todo protocolo y de política.

Fuimos a compartir, a tomar traguitos "cortititos" (no me crean mucho esa palabritas). Los miembros del equipo que iban en mi tronco móvil eran: los periodistas, Elpidio Tolentino, Rubén Quezada, Franklin Cordero, mi único hijo Henrito y yo, el "abstemio" por lo que no me explico, el porqué yo venía medio "tutulato".
Todos en sus marcas, preparados para la señal y... ¡¡A bebeeerrr!!

En el "otro team" estaban, Jessel Bautista, Yorki y otros jóvenes, todos muy decentes y que nunca protestaron por la música que escucharon "fuera de su época". Recuerdo haber oido a Jessel decir: "Yo tenía unos cuantos CDs para escucharlos, pero después de oir lo que ha estado sonando en esa camioneta, no me atrevo ni a sacarlos. Estoy oyendo todo lo que quiero oir, y mucho más".
Se da la señal y .......¡Ayy, pobres frías!!
Luego de dos horas de bebidas y cuentos, Jessel Bautista, como todo un Rodrigo De Triana  grita ¡A comeeeer!!! !¡Ay, pa'que fue eso!
No voy a tener que grabar más música para "el segundo round de la tertulia, porque no llegamos a escuchar ni la mitad de los hisopos. ¿Hisopo, dije? Si, hisopo, entendió usted bien, porque cada tema de esa música, sirve para limpiarle los oídos con todo y orejas,  a cualquier ser  humano con buen sentido musical, luego de ser bombardeado día y noche por toda clase de música chatarra, una de ellas llamada reguetón. ¡Zafa, carajo!
De esta jauría no diré nada, ya expliqué lo de sus "jarturas"
El Dr Frank Martínez y su dedo índice
Me hicieron un chiste, quise reirme pero tenia un buche de Chivas Regal y eso no se bota.
No voy a hablar del relajo que traíamos en mi troncomóvil en el viaje de regreso, pero sí diré, que estuvimos relajando desde que salimos del campo hasta donde empezó el calvario (la carretera de Higüeral), ya que no podiramos hablar bien por el castañeteo de nuestos dientes causados por los brincos de la carretera Leonel/PLD, perdón, quise decir, la carretera de Higueral/La Romana.

La Primera Dama del patio pasó  a saludarnos

Por último quiero, como portavoz de mi equipo, queremos darle las gracias al Doctor Frank Martínez por el trato exquisito del que fuimos objeto de pate suya y de sus amigos. No nos podemos quejar, todo transcurrió como fue planificado, en paz y en plena armonía. Ayudó bastante la armonía nuestra con la de la madre naturaleza, que fue tan generosa, cuando en un momento de mucho calor, nos brindó un llovizna que vino calmar la ardiente temperatura.


Frank Martínez se lamenta: ¡Dios mío, no sabía que había invitado un cardumen de Pirañas! ¡¡Uuufff, cuánto comen!! La próxima vez, le mando a preparar una sopa de fideos.

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