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| Banditas de goma |
Si, ayer el cardenal cumplió años. ¿Y qué? ¿A quién le importa esa vaina? Antes yo no quería saber de él por sus poses de rico poderoso y por estar siempre de espaldas al pueblo, por estar metiéndose en todo menos en lo que debe.
Hoy cumplió años el cardenal, ¿Y qué, que carajos me importa a mi y al pueblo esa pendejá, no me importa que cumpla mil años, como tampoco me importa si no cumple uno más. ¿A quién afecta?
Ese sujeto nunca ha sido santo de mi devoción y, si no quería saber de él desde antes, ahora menos, es más, ahora lo aborrezco hasta con mis tuétanos por lo que dijo mi amigo, el ocoeño Frank Tejeda, de que todavía en San José de Ocoa están esperando el pésame de ese tajalán por la muerte del Padre Luis Quinn, un sacerdote de verdad, mejor que él en todos los sentidos y al cual envidiaba.
Ni se dignó ir al velatorio, ni mucho menos a su entierro. En algún momento, según cuenta Frank el Padre Luis quiso ir al canal 41 que es propiedad de la iglesia católica, quizas a hablar de sus proyectos en el campo o, de lo que fuere, pero el azaroso tajalán se negó.
Si alguna vez tengo la oportunidad, aunque sea con una bandita de goma y unas cuantas cascaritas de naranja, le pegaría varios "tiros" por la cara, sólo para darme el gusto de vengar lo que le hizo al padre Luis Quinn.
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| Indigena cazando con cerbatana |
Si no puedo con cascaritas de n aranja, hago lo que hacía cuando era niño; buscaba un tallo de hoja de lechoza que es hueco, buscaba bolitas del laurel que estaba en la esquina del parque frente al Banco Agrícola, me echaba un puñito en la boca y se las lanzaría al tajalán por el cocote, como hacen los indigenas de Brasil con sus cervatanas para cazar animales.
¡Uuufff, me desahogué, hacía mucho que quería darme este gustazo de decir par de vainas de ese falso profeta. ¡Farsante!
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