Por Henry OsvaldoTejeda Báez
Era tanto el amor que le tenían los ocoeños al Padre Luis Quinn, que no hay manera de que se les pueda borra de sus mentes todos esos bellos recuerdos de la figura del Guayacán de la sierra. Es que Luis dio desasido de si mismo, en su afán de ver a las gentes alegres, específicamente, a los campesinos.
Su gran amigo y gran colaborador colaborador en todo lo que tuviera que ver con la iglesia y el bienestar común, Món Báez, recuerda cuando hablaba con Luis. "Yo una vez le hablaba al padre Luis de lo fuerte de sus pronunciamientos y lo que me dijo fue: "me van a entender dentro de 20 años" -dijo Món-
Roberto Santana decía: "El padre Luis vivía obsesionado con ver a la gente en armonía, trabajando y siendo felices en un marco de normalidad no que él quería que la gente viviera como en un monasterio....el padre Luis daba serenatas”.
De las serenatas yo puedo hablar, a veces amanecíamos en esos menesteres, regularmente él era el de la idea, solo recuerdo una sola vez en que la iniciativa fue mía. Reuníamos el coro y nos íbamos luego de que Sarita, la sacristana, nos hiciera un picante Jengibre.
El padre Luis en compañía de Elizabeth Pujols |
Ocoa no tendrá nunca con qué pagarle a ese coloso incansable. Siempre estaba maquinando algo en su cerebro, para solucionar algún problema que había visto en cualquier lugar de Ocoa.
Pedro Alegría, ex senador de la provincia de San José de Ocoa, comenta lo siguiente: "Cuando yo fui a verlo a la ciudad de, Frankston, en Miami le dije "Luis, vamos a dar una vueltica unos días antes de la operación (a la que sería sometido el padre) y me lo llevo a comer Dona co café, y se queda mirándome y me dice: Pedro, ahora que estamos aquí solitos, ¿porqué tu no me regalas una guagua, para un proyecto que tengo en las comunidades?
En plena misa en el campo atiende el radio de comunicaniones |
Por mi parte les digo, que yo no sabía que Luis estaba en Miami presto para una peligrosa operación, pero un día antes de la misma, me llama mi esposa y me dice: "Ven, corre, te está llamando alguien". (Ella sabía quién era pero quería que fuera una sorpresa. "Aló, buenas noches, ¿Con quién hablo?
_Soy yo, el padre Luis, te estoy llamando desde Miami, porque he pensado mucho en ti y en tu familia, hace mucho que no vas a Ocoa y quería decirte, que me van a operar mañana (yo estaba mudo), y quiero que tu familia rece por mi para que todo salga bien"
¡Madre santísima! Nunca había escuchado al padre Luis hablando así. La voz era normal que fuera ya quejumbrosa por los achaques de la edad, pero......¿esas palabras, mas bien parecidas a una plegaria, a un ruego? No, no lo podía creer.
Llegando a la cima de la cordillera central en mulo |
No quise que él notara lo "turulato" que me dejaron sus palabras por lo que le dije: "Mire Luis, usted ha salido bien parado de situaciones peores que una operacioncita vieja, no me venga a decir usted que un guayacán tan duro como usted, le tiene miedo a esa pendejaíta". Yo ya sabía que Luis por primera vez en su vida, tenía miedo.
Se rió de esa forma que yo tan bien conocía y me dijo: _Ahora tengo que irme a acostar, dale mis abrazos a tu esposa y a tus hijos y ya sabes, recen por mi". ¡Volvió a decírmelo!
Henry Osvaldo cantando con el coro el día del sepelio de Luis |
_OK, Luis, usted sabe que estamos con usted y gracias por llamarme. Desde que usted regrese a Ocoa, no deje de llamarme" -Fueron mis últimas palabras, al cabo de pocos días me dan la noticia: "murió el Padre Luis en Miami".
Misa en lo mas alto de la Cordillera Central |
Cantado en tarima "Así nacemos" |
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