martes, 2 de marzo de 2010

VIVENCIAS EN OCOA: FRANCISQUITO: EL RATON DE LUIS PAI



Francisquito, el ratón de la casa de Luis Pai
 Por Henry Osvaldo Tejeda
Antes de usted sentarse a escuchar cuentos de la propia boca de Luis Pai, el hijo de Pai El Bombero, un zapatero de San José de Ocoa, tiene que tener las tripas muy bien puestas y llenas de algo bien sólido, porque tan pronto ese personaje abre la boca tiene usted que empezar a reirse, y desde que comienza a hablar ya no hay manera de pararlo porque los cuentos, la mayoría de ellos según él, de sus propias vivencias, se suceden uno trás el otro. 

Escuché muchísimos cuentos de Luis, que ya ni recuerdo pero, sí recuerdo cuando me dijo una vez que estabamos sentados en un contén del pueblo frente al Bar Tres Rosas San José de Ocoa mientras le dábamos "quimbo"a un frasco de Bermúdez Dorado:

_ Mira Osvaldo, yo no sé si tu sabías que en mi casa había un ratón llamado Francisquito, pero mira, es un tolete de ratón que nos tenía la vida hecha un trapo, imagínate, ese hijo'é puta comía mas que to'él mundo en la casa, con decirte que una noche no encontró ná para comé en la mesa y
Luis (Pai) Aguasvivas, personaje pintoresco 
, ¿sabes lo que hizo? El maldito se comió el mantel.


_Cóoooomo? 
_Mierda, Luis, no seas tan disparatoso. ¿Y porqué se iba a comerse ese animal un mantel, si eso no sabe a ná? -le dije-
_ Crees tu que no sabe a ná, pero él lo hizo por dos cosas- dijo Luis - 
_ Primero, por o maldito que era, pues no encontró ni una "borona" de plátano en la mesa, y la otra, creo que fue por venganza y por estúpido porque confundió las manzanas que habian dibujadas en el mantel con manzanas de verdad. 

_ Mira Osvaldo, gusto que tu hubieras visto cómo quedó ese mantel, "llenesito" de boquetes en los sitios donde estaban los dibujos de las manzanas, lo volvió un colador de hoyos gigantes. 

_ Me cago en Zeuta Luis! Señores, ya yo no aguantaba la risa cuando me salió con ésto:
_ Es que ese jodío ratón lo trajeron de un campo del Pinar por equivocación -agregó Luis- 

_ Pero, y quién diablos es tan loco de enviarle un ratón a alguien de la ciudad? -pregunté-

_ Osvaldo, cállate y solo atiende lo que te digo. Es que a mi abuela le iban a enviar un marrano desde el Pinar pa'criarlo en el patio de la casa y parece que el ratón se dió cuenta de la vaina, mató al marrano, se subió en las árganas del mulo y aquí vino a parar ese satánico. 

_ Ese animal era un desastre, mira que, cuando le atacaba esa maldita "jambre", se iba al colmado que estaba frente al Correo y allá cenaba, luego cruzaba la calle y se metía en el patio de aquí, pero primero "relojeaba" a ver si venía algún gato, para luego irse a los "cubujones" de la casa nuestra. 

_ Cuando no iba al colmado, se comía la medias mías, pero solo se comía la parte delantera de las medias, parece que le gustaba mucho el sabor del sicote de las patas que yo dejaba en los tenis. 

_ También se comía los pantaloncillos de Pai, mi papá. Pero a los pantaloncillos, solo le comía la parte de las nalgas, no sé si era que tenía buen sabor, o que encontraba algunos granos de habichuelas pegados de la tela, o alguna sarruma" de  bofe, de "jociquito", o que sé yo, qué otra vaina má. Pai lo vivía acechando con la chaveta de trabajar zapatería.

-_ Ya yo no podía aguantar mas la risa, por lo que le dije:
_ Luis, ya cállate por favor, que me duelen las tripas de reirme, hablemos de otra cosa. 

_ Pero ya espérate a que termine, tengo que contarte lo último -me dijo y agregó- 
_ Anda pal'Diablo! Es que no puedes pararte ya? Ni me escuchó, porque siguió con el "anexo" de la historia.

_ Bueno Osvaldo, parece que el dueño del colmado lo estaba acechando y le puso una ratonera de las grandotas, pero pa'que tu veas que animal tan satánico era ese, parece que se dió cuenta del gancho que le tenían puesto y volvió pa'mi casa, cogió un anzuelo que yo tenia en una gaveta, y volvió pa'l colmado.
" No te puedo explicar cómo lo hizo,  pero lo que sí sé es que, "Anzuelió" unaa molleja de pollo que había en la ratonera. De todas formas, la ratonera sonó pero no lo cogió a él". Cuando el metal de la ratonera cayó, ya la molleja iba rumbo a mi casa por el patió de atrás. 

Yo no aguantaba mas, este maldito Luis del cojollo, me estaba haciendo casi explotar. Imagínese usted, uno jarto de romo, "amanecío", y hasta con hambre, y este hombre haciendole a uno esto! 

_ Ya, Luis, por favor Luis, termina con esa vaina, ya  me está doliendo el costillar de lado y lado, además de la barriga. 

_Ta'bién -dijo Luis, para seguir- 
_ Pa'no cansate má con la historia, te diré que, cuando sonó la ratonera, el dueño del colmado se levantó y sospechó que ahí estaba Francisquito, entonces se buscó un bate y cuando Francisquito lo vió, me imagino que pensó: 
_"Coño, aquí mismo me jodí. ¡Adiós mundo cruel".Ese madito ovejo (el hombre era blanco)
ahora quiere da un jonrón con mi cabeza. ¡Ta jodona la vaina! 

Francisquito se mandó en una carrera, con el dueño del colmado atrás. Francisquito parece que se volvió medio loco, porque solo sabía meterse por la puerta de la cocina y no había  ruta de salida,  por eso, cuando vió un "boquete" en una de las puertas que dá a la calle 16 de Agosto, por ahí mismito salió como "Alma que lleva el Diablo", con tan mala suerte que ahí mismo venía el carro de Vianey, y lo volvió un hojuela.
Así quedó el ratónFrancisquito, luego de ser arrollado por el carro
_ No jodas? Le dije
_ Si, lo pegó de la "tarvia", como una postalita. Eso me dio mucha pena, porque aunque ese ratón era tan odioso, yo lo quería. El vecindario se aegró de que lo mataran, especialmente, Olivo Sánchez, porque se iba por las noches a acechar a Oliva, su hija.
_ Jajajajajajajajajajajajaja


No hay comentarios:

Publicar un comentario