viernes, 13 de enero de 2012

LAS PATRONALES DE SAN JOSÉ DE OCOA SON SENCILLAMENTE OTRA COSA

La Banda Municipal de Música de Ocoa y el público, en horas de la madrugada
Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

Con sólo pensar en San José de Ocoa, se me llena la cabeza de recuerdos buenos y malos, éstos últimos son los problemas normales de la misma existencia del ser humano, en la que estamos obligados a romper murallas que el mismo hombre coloca a sus congéneres, como lo es la explotación del hombre por el hombre. Pero no vine a tratar ahora, problemas que están latentes desde que el mundo es mundo y que no hay fuerza humana que pueda resolverlos, lo que es  lamenteble.

Se inician las fiestas patronales de mi querido pueblo de Ocoa, un pueblo de gente buena, trabajadora y apacible, que muestra a los visitantes una sonrisa desinteresada y que si tienen que ayudarlo, lo hacen sin pensar en ser correspondido,  porque ese ha sido siempre la idiosincrasia del ocoeño, en la que juega un papel muy importante, la hospitalidad.

 Recuerdo, con sólo quince años, yo tocaba en la banda municipal de música, y que en vísperas de ciertos eventos importantes la banda de música era convocada para tocar las alboradas.


Para los que no han vivido esa tan bella tradición, la alborada musical, no es más que salir a tocar marchas animadas por las calles del pueblo dando la bienvenida a la  llegada de una fecha importante. El pueblo se vuelca en las calles y seva haciendo una especie de caravana (improvisada y espontánea, y que la gente ríe, goza y camina animadamente por las calles del pueblo tomando bebidas como: Gengibre, café y por supuesto, el tradicional "romo" que no puede faltar en ninguna chercha de este país.

 Había gentes que se tiraban la oreja de que la banda de música iba a tocar alborada y amanecían en la glorieta del parque, dándose sus tragos para esperar que la banda de música saliera a tocar para ellos unirse a la caminta musical, que cada vez iba creciendo más y más.

Toda esa alegría, combinada con la temperatura agradable que se registran en Ocoa (para este país, podríamos decir que es muy fría), animaba a los ciudadanos en la libación de alcohol. El Dios Baco, le queda chiquito a un ocoeño "metío en beba".

 En Ocoa se celebra el día de la patrona del pueblo, que es la misma de Higuey es decir, la virgen de la Altagracia. Durante una semana, se dan misas en la iglesia católica, donde asisten personas de todo el país algunas de ellas (la mayoría) que han ofrecido alguna promesa a la virgen por haberse sanado de alguna enfermedad, por salir de algun lío feo, etc....(aunque yo no creo en esas cosas, la tradición siempre me ha llamado la atención,  por creer que es algo muy hermoso que le cambia el rostro a los pueblos en esas épocas del año. En todos los pueblos del país la época de patronales, es la que más se parece a las navidades y Ocoa tiene la suerte de que tan pronto terminan las navidades, enseguida comienzan las patronales.

 Ocoa  tiene la peculiaridad, de que los oficios religiosos se respetan; la iglesia está ubicada, como en la generalidad de los pueblos al lado del parque por tanto, todos los negocios ubicados en ese entorno, tienen que apagar sus aparatos de musica so pena de ser cerrados todo el tiempo que duren las fiestas.

Alrededor del parque, se ubican cada año, unos ya tradicionales visitantes que vienen desde Baní y de la capital (también los hay de Ocoa),  los cuales ubican sus lujosos vahículos, regularmente  jipetas en los que tienen instalados grandes equipos de sonido capaces de tumbar a cualrquier vieja que transite desprevenida por el lugar.



Pude notar el año pasado que, contrario a lo que sucede en otros pueblos, habían dos vehículos con sendos "musicones" que tenían la misma música sonando por lo que, ninguna le hacía competencia al otro, lo que le daba un sentido de armonía a la música distinto a los disparates que se acostumbra a escuchar en el resto del país, Ocoa es, otra cosa.


UNA ANECDOTA

En un viaje que hice a San José de Ocoa, anterior al año pasado, tuve que ir a la casa donde me crié distante unas dos esquinas del parque y como tenía un grupo de amigos disfrutando de mi música frente al parque, dejé el equipo de música sonando.

Cuando regresé. media hora después, la música estaba apagada, pero además, había tres policías que me estaban esperando, quienes, no valiendo las explicaciones que yo les daba de que tuve que ausentarme antes de que comenzara la misa, bla bla bla. No valió nada, y me condujeron en calidad de detenido con todo y camioneta. No hice resistencia porque en el fondo ellos tenían razón, aunque yo en realidad no era culpable porque lo que pasó, no lo hice de manera expresa, porque mientras estuve en mi casa, se inició a la misa de la noche. esa misa, la oficiaba era el Padre Luis Quinn.

Ya en el cuartel, tampoco me valieron las excusas ni las disculpas, ni quién era yo, le dije que yo era una persona ligada estrechamente a la iglesia. Para ellos yo violé una disposición y tenía que permanecer sentado en ese banco hasta no se sabe cuándo. Les dije que no me encerraran hata tanto yo puediera hablar con el Padre Luis, y accedieron; según ellos, el padre  Luis era el único que podía resolverme el problema.

Cuando terminé la misa, llamé a Luis y le expliqué el caso. Me respondió esto: (Fíjense en las vainas de Luis)

_¡Quédate tranquilito ahí, que yo mandaré a Sarita (la conserje) a que te lleve café mañana por la mañana. _Que pases buenas noches y que duermas bien".

_Eyyyyyyy, Luis, usted está loco? ¿Qué le está pasando a usted? ¿No le expliqué ya lo que me pasó? -Le dije, alarmado-

Los policías estaban riéndose, como quien dice, "e'padentro que va". Luis me colgó, pero no pasó un minuto cuando sonó el telefono del cuartel; era el padre Luis que preguntaba por el teniente. Cuando habló con él, éste me llamó y me preguntó:
_¿Tu eres familia del padre?
_No, pero he pasado casi veinte años a su lado, y aunque ya no vivo en Ocoa, me mantengo en contacto con él. ¿Porqué me pregunta ud eso?
_No, no, por nada, váyase a gozar sus fiestas, perdone a los policías que sólo cumplen órdenes. Estamos a sus órdenes en lo que se le ofrezca de aquí pa'lante.
_Buenas noches comando -le dije, y me fui-

No sé qué le dijo el padre Luis al teniente, no lo supe nunca porque cuando me dirigí a la Casa Curial donde el muy pendejo me estaba esperando, riéndose como nunca lo había visto yo,  le pregunté:
_Qué le dijo usted al teniente, que sólo le faltó "engancharme" a la PN como sargento?
_Nada especial, yo soy el jefe. ja ja ja jaja Volvió a echarse a reír y luego me dijo: Que buena broma te jugúé por teléfono, ehh?


_No sea usted pendejo Luis, ombe. Nos echamos a reír, a la vez que me desgreñaba con su mano derecha, un gesto que primera vez en su vida lo hizo conmigo. Yo estaba bien frio con Luis.
Luego, cuando me iba, en tono de chercha le dije :
_Ahora voy a subir la música "a tó lo que da, a ver cómo le va en su sueño esta noche"
¡Súbela lo que quieras, yo no oigo nada desde desde mi cuarto  -Eso me dijo y se echó a reir de nuevo-

La foto del padre, me recuerda exactamente su cara en el momento de nuestra coloquial conversación.

El Chacharero quiere agradecer a Frank Tejeda, por las fotos que tomé de su blog, y que aquí fueron publicadas. ¡Gracias Frank!.  Quedas nombrado "Reportero Oficial de este blog, en Ocoa.

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