. Parece ser, que los cuatro supuestos delincuentes que murieron en el intento de robo a una farmacia del kilometro 22 de la Autpista Duarte, quisieron hacer "sus navidades" bien temprano de este mes de diciembre; pero en su intento de atraco les fue tan bien, que ya esta tarde es posible que los tengan bien empaquetaditos para ser enviados a la "franquicia que tienen los Carmelitas" en el cementerio Cristo Redentor, con todos los honores que este tipo de lacra se merece.
Lo único que pudieron llevarse con ellos, fue la vida de un teniente de la Policía Nacional, que es lo que verdaderamente se considera una tragedia, porque las muertes de esos antisociales (si es que todos lo eran) y de todos los delincuentes, a mi manera de pensar, son necesarias para la tranquilidad social. En el intercambio de disparos, tambien resultó herido un sargento de la misma institución.
Los agentes, acudieron a la "Farmacia 22" atentiendo una llamada telefónica, y desde que llegaron, fueron atacados a tiros por los presuntos delincuentes matando al Primer teniente Francisco Antonio Vargas, hiriendo tambien al sargento. Al lugar llegó otra patrulla que fue la que le "Le dió pa'bajo" a los supuestos atracadores.
Como siempre sucede, la población (con razón) se siente escéptica con este asunto de los intercambios de disparos y, aunque ahora murió un agente, hay que esperar si todos los otros muertos eran en su totalidad, delincuentes.
El boche de la noticia: Señor presidente.¿Cuándo entenderá el usted, que los policías andan arriesgando sus vidas en la calle por una miseria de sueldo? ¿Dónde está su sentido de lo que es, el sentido común?
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