Por Henry Osvaldo Tejeda
Digo que la naturaleza es muy injusta, porque no es posible que a estos infelices animales les esté sucediendo algo asi, precisamente en el momento mas sublime de su acto sexual.
Pobres animales, ahora se despegarán, cuando los tigueritos les caigan a pedrá limpia, entonces viene el problema de que cada perro, corre en dirección contraria a la del otro. ¡Oh, naturaleza injusta!
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