Po r: Henry Osvaldo Tejeda
El país, que de por si es una selva, está a las puertas de recibir la indeseada llegada del Licántropo de Honduras, que no es mas que un hombre-lobo, personaje éste que según la mitología, está supeditado al la influencia de la luna para lograr la transformación de hombre a lobo. El hombre del caso que nos ocupa, está supeditado a Estados Unidos y a la oligarquía rancia y chupa sangre que tiene sumida en la pobreza extrema a Honduras, hasta llevar a ese país a ser el segundo mas pobre del emisferio solo detrás de Haití, para lograr transformarse en presidente de ese país.
El Dr Leonel Fernandez, que desde que se instauró la dictadura en Honduras por vía de un golpe de Estado, ha tenido la voz cantante entre los paises del área con sus encendidos pronunciamientos en contra de ese gobierno ilegal, ahora, de buenas a primeras, se destapa su gobierno diciendo que recibirá en el Palacio Nacional al presidente electo de ese país salido de esa ilegalidad, de ese atropello, de esa barbarie, tirando al lodo todos sus pronunciamientos anteriores, para venir ahora a darle un tono de legalidad a algo que por ser ilegal, jamas podrá parir nada legal.
Ya varios legisladores, incluyendo al presidente de la Cámara de Diputados Julio Cesar Valentín, han manifestado su repudio a que el presidente reciba a ese Licántropo, que viene aullando su traición al pueblo hondureño trantando de hacerse reconocer por el gobierno dominicano.
¿Porqué el Dr Leonel Fernandez, viene ahora a "poner" como gallina, luego de rugir como un feroz león? La respuesta puede estar en lo siguiente: supe, que el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, estuvo de visita por el Palacio Nacional, por tanto, he de suponer que esa actitud de nuestro presidente, narigoneado por ese general norteamericano, haya decidido recular en su actitud y dar visto bueno a esas sucias e ilegales elecciones, donde la gente fué sacada de sus casas obligadas para que fueran a votar.
¡No haga eso Leo, cositas como esas son las que recoge la historia para estrujarlas en la cara a los autores de ellas. ¡¡
Si rugió, sea coherente y, siga rugiendo!!
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